Comunicación y lenguaje

Entre ver y pensar

 

 

 

 

 

9. Leer literatura nos autoayuda




Imagen






9.1. Introducción

 

 

Muchos al empezar a leer, esperan un libro escrito con el mensaje profético, exploratorio, de las profundidades de la vida y con información sobre el cómo elevar la sed de vivir, revelando el secreto que nos dé la energía suficiente para agotar la existencia con nuestra presencia en este mundo. El mensaje se espera que irrumpa en forma de pensamiento y emoción original, y un instante después, nos traiga a casa silenciosamente, con el miedo y la soledad fuera del cuerpo, con la oportunidad de entrar en el mundo, irrumpiendo con deseo infinito y tamizando sus pensamientos. Por lo tanto, una vez hecha esta conexión, las palabras profundas crean entre ellas atisbo de una visión poética, efecto que nos coloca en el centro de una vida virtuosa. 


Lo que ha hecho ese mensaje profético, tal vez fue colocar nuestra persona dentro de la visión de que hay un único camino, como señala Julio Cortazar “pero ustedes estarán de acuerdo en que el problema de la realidad no se enfrenta con suspiros”. Hemos tenido la experiencia de este mundo, pero falta el sentido, ese acercamiento al significado que restaura el valor de la vida para hacer nuestro propio camino, solitario pero no en soledad y casi invisible surgiendo con su propia versión de sí mismo, viéndose como un explorador que crea su historia. Algunos refieren a este tipo de libro con la categoría de autoayuda.


Para el lector atento a las líneas anteriores, el “cómo” no debe ser convertido rápidamente en el “qué”, el tema o mensaje. La literatura es un lenguaje para examinar atentamente en lo profundo, revelar secretos, como si no fueran solo un medio de apertura y reapertura, cambiando internamente y profundizando en las posibilidades de caminos mentales. El gobierno de México a través de un programa intitulado “CONSTRUYE T” promueve la inteligencia emocional[1], así es prueba de que las estrategias de salud pública por ejemplo han puesto un creciente énfasis en lo psicosocial y las artes como base para la promoción del bienestar humano. 


Un programa exitoso llevado a cabo en Reino Unido que promueve el bienestar basado específicamente en la lectura de literatura compartida, aporta pruebas científicas que sugieren que la lectura de este tipo de textos (cuento, novela, poesía) construye la identidad colectiva, mejora el sentido de los propósitos en la vida, los niveles de bienestar psicológicos y la tolerancia frente a la actividad social[2]. Una investigación científica de la Universidad de Liverpool, que pone énfasis en los efectos de la lectura de literatura en el cerebro, es aún más concluyente; los experimentos revelan los efectos de la literatura, destacan beneficios en la salud emocional e impacto en el bienestar de comunidades específicas que capturan estos beneficios lectores, observando que el cuento, la novela y la poesía hacen lo que no pueden hacer textos del género literario llamado de “autoayuda”[3]. En resumen, el hábito de leer literatura está relacionado con el bienestar mental, la reducción de la violencia[4], la sociabilidad por identidad colectiva, la creatividad desde la capacidad para imaginar y la revalorización de la libertad necesaria para la vida en democracia. 


México ocupa el penúltimo lugar de lectura de 108 países según UNESCO, y de acuerdo con la estadística de INEGI en su programa “Metodología Común para Medir el Comportamiento Lector” (MOLEC), los jóvenes mexicanos leen más por entretenimiento, en promedio 39 minutos al día, lo que incluye: blogs, páginas web, periódicos, historietas y libros. Destacando que no leen por el factor de falta de interés o por el contrario, gusto por la lectura, sino por saturación de información que produce ruido que como consecuencia provoca una fuerte pérdida de concentración. Esta variable es la de mayor relevancia para elaborar políticas públicas orientadas al fomento de la lectura[5].

 

 


9.2. ¿Cómo nace el gusto por la lectura?

 


La influencia poética abre el espacio imaginativo para sí mismo, Harold Bloom plantea la sentencia de que la educación contemporánea debe ocuparse necesariamente de la lectura humanista, dado que, “influir virtuosamente a una persona, es darle nuestra alma”[6]. Otro pensador Gastón Bachelard consideró que la literatura y en particular su efecto poético, educa una imaginación abierta con alegría y rigor único[7]. El conflicto en el plano político y social son las imprcisiones profundas por diferencias infundadas y exageradas derivadas de la falta de la armonía que produce la lectura de libre elección, de este modo Umberto Eco sugiere que el amor por la lectura parte de que los jóvenes dispongan de literatura diversa y libertad para su elección[8]. Escribir sobre nuestra vida, producir un texto autobiográfico por ejemplo, es un instrumento de aprendizaje que orienta las motivaciones, estimula el encuentro con la vida, dignifica la vida emocional y recupera la falta de amor por la literatura[9]. En este mismo sentido, la autobiografía estimula la meditación para recuperar y fortalecer la autoestima[10]. Toda imposición escolar o idea instrumental que no sea lo más natural para aprender, divertirse, informarse, solo resulta en ahuyentar a los jóvenes de la lectura, Juan Domingo Argüelles expresa que el gusto por la lectura nace en una aula sin muros[11], ratifico este criterio de que la elección libre sobre la literatura  es esencial para que se forme el gusto por leer.


¿Cómo se acerca una persona a la literatura?, cuando en ella descubre que se le abre el mundo permitiéndole ser con dignidad, ese hallazgo en la interacción con la literatura depende de elegir en libertad el libro adecuado, rechazando en el camino algunos que por la experiencia personal, la intuición los encuentra fuera de foco[12]. Esta variable exige que los sistemas educativos modernos dispongan de acceso a un gran acervo de bibliografía contemporánea  en celulosa y digital. Si bien el libro es un objeto antiguo, su esencia ahora mismo está más fresca que nunca, siempre su esencia fue así y es desde un juicio histórico un lugar para la libertad de expresión del pensamiento y su conservación para las generaciones venideras[13]. Limitar la libertad de elegir libros para leer, es contra natural respecto del significado historio del libro. “Algunos libros cambian la manera en que nos vemos a nosotros mismos, y eso es lo que cambia la historia de las sociedades, al enriquecer las vidas nos imputaron a ser lo que somos”[14], Vargas Llosa, en su reciente libro intitulado “Elogio de la educación”, aconseja a los responsables de la política educativa y sus docentes, que la mejor manera posible de vivir la literatura, es reconocer en ella  el “artificio que simula la vida. Y, a veces, con tanto éxito que, cotejada con esos hermosos simulacros, qué deleznable nos parece la vida real, qué poca cosa comparada con la espléndida mentira de la ficción”.  Las mentiras de la literatura se vuelven verdades a través de los lectores, pero aprender a leer exige que nos contagien de pasión, todo docente que promueve la lectura, solo lo será en verdad, cuando las rubricas del aprendizaje estén libres a la elección de lo que se lee y se discute en libertad. 


“Las bondades y beneficios de la lectura. Apoyándose en los escritos de más de cien gigantes de las letras universales demuestra como la lectura los hizo grandes. Cuenta como los grandes escritores han sido siempre buenos lectores, como los inventores han encontrado apoyo en la lectura para dar a luz a sus brillantes ideas. Si los humanos no leyéramos, seguro es que estaríamos todavía en la edad de piedra. Porque la lectura pasa la sabiduría de una mente a otra, siempre que haya interés y humildad para aprender”[15]. Ricardo Yohalmo León infiere que es la sociedad en su conjunto, padres, docentes, políticos, bibliotecarios, entre otros, los que en primer lugar deben convencerse de que la lectura de literatura es de importancia mayúscula para la paz y el progreso económico. Hay que proporcionar a los estudiantes que leen puertas de entrada accesibles que inciten con sugerencias, a explorar el gozo de la literatura[16], para ello el aula debe estar abierta a los círculos de lectura curricular, apoyando a los principiantes con recursos exploratorios en el significado expresado en los textos.

 


9.3. El enemigo de leer literatura, es el aburrimiento


Antes que nada definimos qué es aburrimiento, dado que este es el enemigo de la lectura de jóvenes principiantes. Luigi Amarran en su obra “La escuela del aburrimiento”, lo expresa como un miedo, como una evasión a reconocer el temor a quedar atrapados en un trabajo, pareja, rol social, asfixia económica, etc., sin alternativa real en el horizonte del tiempo[17]. Cuando alguien está aburrido, lo reconocemos como una persona inmóvil, intuimos que  requiere ayuda para combatir el aburrimiento, es decir, ante el destierro emocional del mundo; se requiere de una invitación seductora. El aburrimiento es un estado anímico y mental. El aburrido adopta la posición de renunciar al cuerpo material, lo abandona y escapa intentando poner su mente en blanco. El bostezo es el aire que delata el aburrimiento. Lo produce como un espacio absurdo, opresivo como la burocracia, es la respuesta a la evasión sustantiva de la sociedad a tantos fundamentos necesarios para ser congruentes con la ciencia, el arte, las matemáticas, la música, la democracia, la justicia, la literatura, es decir, el aburrido está intentando escapar de  una sociedad corrupta, simuladora, y cruel con el medio ambiente. Ante este razonamiento, toda invitación seductora, tiene que ser auténtica en su propuesta moral, honesta en sus intenciones, transparente en su significado, y de puertas abiertas para salir de ella cuando lo deseen, solo así el aburrimiento no triunfará sobre los esfuerzos por promover el gusto por la lectura.


El aburrimiento que detiene a la lectura, se expresa cuando nos hace perder la forma organizada de las ideas escritas, nos crea vicios al producir lo que comunicamos, con ello la vida se vuelve bizarra y su fluidez es abrupta[18]. Este efecto, no anula nuestra presencia, Sonia González nos dice “incluso dormidos, quietos, distantes o de espaldas, siempre infunden parte de sus vidas en las otras personas a su alrededor. Tan solo con el milagro permanente de respirar, proyectan una imagen. Un clima interior que trasciende y revela el “aire” personal. Nadie sabe cómo llamarlo, pero es evidente que ¡ahí está![19]”. Para intensificar nuestra existencia, un camino es leer, pero debemos dejar de ver a los libros como objetos de culto, al habitar el libro, este nos contagia de múltiples destinos[20]. La lectura trasciende los libros al modificar nuestra forma de vivir[21]. Los libros no deben estar lejos de casa, la lectura inicia en esos días de infancia, para que niños y jóvenes se enrolen en leer literatura, es indispensable que su hogar, aula y biblioteca este dotada de diversidad de textos, que se mande así la señal que son habitantes distinguidos de su entorno[22]. Separar la literatura temática, de los libros de literatura, nos trasforma en lectores astutos y nos ilustrará al abordar cada texto por donde la curiosidad salta[23]. Existe una gran ventaja de la literatura menor que ostenta sobre la clásica, consigue aquello que para los docentes de literatura es un sueño: que los jóvenes lean[24].




[1] SEP (2015). CONSTRUYE T. GOB: México. Recuperado de http://www.construye-t.org.mx

[2] Longden, E., Davis, P., Billington, J., Lampropoulou, S., Farrington, G., Magee, F., . . . Corcoran, R. (2015). Shared Reading: assessing the intrinsic value of a literature-based health intervention. Medical humanities, medhum-2015.

[3] Billington, J., Davis, P., & Farrington, G. (2013). Reading as participatory art: an alternative mental health therapy. Journal of Arts & Communities, 5(1), 25-40. Retrieved from http://www.ingentaconnect.com/content/intellect/jaac/2013/00000005/00000001/art00003

[4] Pinker, S. (2012). The Better Angels of Our Nature: Why Violence Has Declined (Reprint ed.). Penguin Books.

[5] INEGI (2005). Módulo sobre lectura (MOLEC) febrero de 2015. México. Recuperado de http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boletines/2015/especiales/especiales2015_04_3.pdf

[6] BLOOM, H. A. R. O. L. D. (2012). Ansiedad de la influencia(unknown ed.). TROTTA.

[7] Bachelard, G. (2012). El agua y los sueños. Ensayo sobre la imaginación de la materia (Colección Conmemorativa 70 Aniversario) (Spanish Edition)., 248.

[8] Eco, U., & Martini, C. M. (1998). En Que Creen Los Que No Creen (Spanish Edition). Planeta.

[9] Guijosa, M. (2005). Escribir Nuestra Vida (Spanish Edition) (0 ed.). Ediciones Paidos Iberica.

[10] Larsen, E., & Hegarty, C. (1996). Como creer en mi mismo (Believing In Myself) (Spanish Edition). Touchstone.

[11] Argüelles, J. D. (2014). ¿Qué leen los que no leen?: La tradición literaria y el placer de leer (Spanish Edition)., 224.

[12] Pardo, E. (2004). Leer cuento y novela / Read Story and Novel: Guia Para Leer Narrativa y Dejar que los Libros nos Hagan Felices / Guide to Reading Narratives and let. us Happy (Paidos Croma) (Spanish Edition) (1 ed.). Paidos Mexicana Editorial.

[13] Labarre, A. (2002). Historia del libro (Spanish Edition) (0 ed.). Siglo XXI Editores Mexico.

[14] Llosa, M. V. (2015). Elogio de la educación (1ª ed. ed.). Taurus Ediciones.

[15] E., R. Y. L. (2015). Elogio de la lectura (Spanish Edition)., 173.

[16] Padilla, S. H. (2002). Retratos literarios / Literary Portraits (Spanish Edition) (1St Edition ed.). Paidos Mexicana Editorial.

[17] Amara, Luigi (2012). La escuela del aburrimiento (Ensayo Sexto Piso)., 288.

[18] González, S. (2011). Habilidades de comunicación escrita (Mentoring Para Comunicadores Inteligentes)., 171.

[19] González, S. (2012). El efecto. Grupo Nelson. 192.

[20] Arguelles, J. D. (2005). Leer Es Un Camino. Barcelona: Paidos.

[21] Castro, R. (2002). La intuicion de leer, la intencionde narrar., 126.

[22] Goldin, D. (2006). Los días y los libros (Croma)., 121.

[23] Montes, G. (1990). El Corral de La Infancia. México: FCE.

[24] Sarland, C. (2004). La lectura en los jovenes: culturay respuestas., 306.