Texto Académico

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5. El estilo académico

 

 

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Desde la lingüística, el estilo es una subdisciplina del análisis del lenguaje. El estilo refiere al tipo de discurso, género, contexto, época, autor, prosa, propósito…, estos estudios distinguen las particulares formas asociadas con los géneros del texto[1]. El interés científico desde los años 90’s comenzó a crecer en el enfoque del estilo del texto como efecto en el lector[2]. La estilística realiza análisis de técnicas discursivas y métodos creativos en el sentido de lograr efectos racionales, emocionales, estéticos y literarios. Algunos otros nombres que se le dan a estos estudios estilísticos del discurso escrito, son la lingüística literaria y crítica literaria. Pero es el análisis retórico y el análisis lingüístico lo más emergente en el siglo XXI, dada su importancia capital para los tipos de discurso científico y académico dentro de las sociedades industriales avanzadas y sus efectos para oponerse a la posverdad. El análisis retórico se da desde la morfosintáxis que estudia las arquitecturas de sentencias, cláusulas, proposiciones, frases, metáforas…, las cadenas de razón, las inferencias en argumentos, en metaargumentos, sugieren posibles explicaciones en el funcionamiento racional y emocional del texto literario y sus efectos en la plasticidad de las redes neuronales como efectos del aprendizaje. Para la poesía interpreta los efectos de musicalidad, estética y profundidad metafórica. En el discurso académico en particular, intenta determinar los factores de narrativa, objetividad, entrenamiento de los estilos intelectuales que desde el texto manifiestan el arte complejo de educar a las nuevas generaciones. 


Una evidencia que apunta a considerar el estilo académico, como un enfoque lingüístico que explica su discurso en términos de textualidad, implica a un concepto creativo de innovación del estilo mental de abordar las habilidades intelectuales de las disciplinas, al modo de narrativa objetiva[3]. Donde el flujo narrativo es pragmático, cuya visión compleja del mundo refleja la tradición intelectual de la comunidad académica, que a través de sus opciones lingüísticas, hacen la vivencia un juego de aprendizaje de los estilos de pensamiento de las diferentes comunidades epistémicas.


Significa que el discurso académico es un diseño bajo estilos consolidados en el fenómeno literario del texto en apoyo curricular[4]. Trabajos recientes en estilística académica se han preocupado por su papel de producir significado textual en el lector, dado que este entrena en la habilidad intelectual de pensar, estos enfoques contribuyen al diseño de cuerpos de texto con propósitos de justificar, fundamentar, describir, calcular, categorizar y explicar los sistemas de ideas[5]. Esto da origen a una explosión de innovaciones discursivas que ensayan nuevos efectos cognitivos para conceptualizar el mundo, todo dentro de la literatura como acción a situaciones de entrenamiento del estilo de pensamiento.


Los cuerpos de texto ya mencionados que se integran al estilo académico, agregan valor honorífico que destaca las maneras en que al lector se le puede formar un estilo de pensamiento objetivo. La presencia en el texto de proposiciones, operadores modales, inferencias, referencias, evidencias, hechos, teorías, discusiones y el narrador, impiden que el lector se distraiga de la manera intelectual que en las disciplinas enfrentan a los problemas. El lector es responsable de producir el significado en sus lecturas, investigar todo en lo que en ellas le sea desconocido, además, colonizar el lenguaje especializado e intentar dejar de ser extranjero en los sistemas conceptuales de explicación de lo complejo. La creación del mundo académico, es contribuir con discursos a los lectores que crearán desde el texto una experiencia en el estilo de pensamiento científico, poético, matemático o de alguna disciplina particular de aplicación y diseño.


El diseño de planificación textual del discurso académico, es un enfoque estilístico que adopta el uso cognitivo de esquemas para explicar ciertas clases de tradiciones intelectuales para abordar el paradigma problema-solución[6]. El profesor escritor de esta literatura, sigue como fiel aspiración y objetivo de diseño discursivo lo expresado en los planes de estudio dentro de las mallas curriculares. Uno de los rasgos más distintivos del discurso académico es su efecto en el lector, al modo de una experiencia del acto del estilo de pensamiento de una tradición intelectual[7]. 


Siendo su estilística el poder explicativo del modo de crear el conocimiento, también es un rasgo distintivo de su poder lingüístico. Su objetivo es entender en mayor profundidad las formas en que el estilo del texto influye en las percepciones de los lectores sobre el modo intelectual de abordar los desafíos curriculares[8]. El profesor escritor intenta conseguir crear una nueva oposición semántica, de la forma de un nuevo camino con propuestas de reflexión para tener la suerte de influencia sobre los jóvenes que los leen. 


Escribir literatura académica, en resumen, es desarrollar una narrativa lingüística detallada en los tipos de técnicas que más generalmente están cubiertas por la retórica. El arte del argumento como estilística para estos propósitos académicos aborda los aspectos explícitamente persuasivos del estilo como fenómeno psicolingüístico, con similitudes entre técnicas del discurso objetivo y el literario. La escritura creativa es el oficio para el diseño del discurso académico, proporciona el carácter más técnico, entonces, es la plataforma creativa para crear características textuales persuasivas propias de la justificación, la fundamentación, la explicación, el cálculo, la descripción y la categorización. 


La competencia en la escritura creativa ayuda a crear el efecto de inmersión en las disciplinas curriculares. El desarrollo del espíritu crítico del discurso académico no solo está creado por el arte de las proposiciones, operadores modales, inferencias, argumentos, sino sobretodo por la elaboración de cuerpos teóricos de explicación. El estilo académico particularmente en su posicionamiento del texto en su centro, se preocupa por construir desnudas las experiencias intelectuales para crear conocimiento. 


El diseño del discurso académico, tiene como interés, primeramente que los estudiantes experimenten con proyectos de formación de sus habilidades intelectuales. Hacer más con el diseño es a menudo algo más que producir código escrito, teoría, crítica y definir la práctica; es distinto a otras disciplinas creativas, dado que sus productos fertilizan el terreno de los cambios sociales. El diseño discursivo de la academia no es una respuesta al mercado de la oferta, en última estancia, es el futuro avance y el crecimiento ético de la sociedad. Esto dificulta una comprensión más amplia del diseño discursivo respecto un currículo cerrado, dado que el diseño requiere ganar profundidad, originalidad, objetividad y sobretodo la confianza para ser ayuda en apoyo a las dificultades de una comprensión más amplia en el estilo de pensamiento propuesto. Producir literatura académica es y ha sido desde 1814 con el nacimiento de la universidad de la ilustración,  el factor positivo de evolución de la tradición intelectual de la comunidad de conocimiento.


Típicamente la literatura comercial ha operado en su diseño discursivo en el espectro de ser instruccional y estar formada por textos que reducen todo a pequeños contextos, definiciones y procedimientos. Pero el discurso académico en su sentido histórico, sorprendentemente sus diseños trabajan el discurso más allá de presentar lo general y algunos análisis; lo que lo legitima es que problematiza y conceptualiza en fascinantes discusiones, esto agudiza el carácter teoría-práctica. Sí, el diseño discursivo se va a cerrar en la brecha de presente y futuro, es el tipo de diseño discursivo que demandará estirar un poco más la complejidad intelectual del creativo[9]. Esto es consecuencia, dado que el discurso para el ciudadano comprometido con el futuro adopta un papel más amplio, comprometido con los cambios socioculturales, activismo medio ambiental, soberanía intelectual, poder educador y provocador de progreso ético. 


Con la idea de formar profesores escritores, asumimos el énfasis en ayudar a los profesionales en su diseño discursivo académico, este proyecto propone una estructura básica de organización, ensayo de técnicas de escritura creativa, estudio del discurso académico, nueva terminología y exposición a sugerencias desprendidas de diversos reportes de investigación científica. Se intenta crear un espacio inteligente para el diseño de nuevas posiciones teóricas, creando un marco y los nuevos pensamientos sobre el diseño del discurso académico. Contribuimos al escaso cuerpo de teoría del diseño discursivo en el estilo académico, con este fin, nuestro objetivo es ser profundos en el delicado arte de la literatura académica que desarrolla en su ambiente una tradición intelectual. Nuestro puerto de entrada es el sistema de escritura, para luego movernos de diversas formas dentro del discurso objetivo, literario y persuasivo. 


En realidad, no somos los únicos interesados en innovaciones en el discurso, podemos contar a los poetas, cineastas, novelistas, compositores, publicista, políticos y científicos; la palabra escrita es un movimiento de diversas formas de imágenes mentales para fines discursivos. Aunque puede haber muchos enfoques legítimos, problematizar y teorizar sobre el diseño del discurso, no es lo más difícil, sino que se presenta un desafío distinto basado en nuestra experiencia, los profesores en activo no les gusta mucho leer para profundizar, una de las razones históricas, subestiman y son reacios a considerar que se puede educar mejor a través del libro con un discurso más estructurado. Como premisa básica, asumimos que el diseño discursivo académico ha sido aletargado en su propia tradición de enseñanza cara a cara, dado que el claro sustantivo del compromiso intelectual con la sociedad no se reconoce como función sustantiva de las comunidades académicas. Como resultado el crecimiento intelectual de profesores y estudiantes se atrofia y disminuye su estatura en relación con los avances reales de las disciplinas. La posverdad en la actividad académica se materializa, no solo al presentar  información caduca en las aulas, sino que se aleja del horizonte de la idea básica de verificar su rigor, justificación, demostración y más grave aún, producen habilidades de memoria, mecanización de procesos, el plagio como recurso literario y más grave resulta que el desarrollo de la capacidad intelectual se aleja de los procesos del estilo de pensamiento más fino para formar la creatividad. 


En lugar de producir una literatura instruccional que entretenga con baterías de ejercicios a los estudiantes y descargue al profesor de tareas frente al grupo. En su lugar nos instalamos en el  terreno de la innovación discursiva con que educamos y aprovechamos las herramientas de diseño de la escritura creativa, el lenguaje objetivo y los métodos para construir más allá del servicio intelectual una tradición. La tradición del arte de pensar bajo el estilo académico y científico. 


Más allá del diseño del funcionalismo moderno de producir un servicio a la humanidad con la producción de literatura académica, la función pedagógica incluye el cómo o en qué condiciones surgen las posibles consecuencias para un cambio en el tejido social. No se puede pensar solo en privilegiar la utilidad y negar más complejidad que neutraliza las capacidades intelectuales y morales de los estudiantes. Esta tendencia de un diseño funcional debe dejar paso a uno donde las actividades de diseño se enfoquen en procesos intelectuales. 


El formalismo por su parte es un diseño centrado en la forma del objeto de estudio y su materialidad como fuente de interpretación del contenido curricular. Así que desde este tipo de diseño las cuestiones del contexto teórico conceptual e intelectual contextual pasan al asiento trasero. El diseño formalista reduce el estilo discursivo como sinónimo de forma, sensación que deja la vivencia potencial del lector fuera de su diseño narrativo y literario. Por ejemplo, se dejan fuera los valores epistémicos como la originalidad, el respeto a la propiedad intelectual, el manejo del sesgo cognitivo, el amor por la verdad y el rigor en la profundización de las ideas. En resumen, el formalismo deja de lado el diseño del estilo de pensamiento como experiencia vivencial, que es un paso esencial para aplicar habilidades disciplinares avanzadas en un escenario de creatividad intelectual. 


Otro obstáculo es el criterio de diseño comercial. El diseño discursivo comercial está ligado al mercado, a la producción en masa como dispositivo servil de la industria y el perfil laboral que no diferencia entre competencia intelectual y producto de valor con fines de lucro y explotación. En este paradigma comercial de la literatura académica, la medida última de valor de diseño es la rentabilidad financiera y producir nuevos productos y servicios con la promesa de que la inversión se multiplicará rápidamente. La limitación, sin embargo, es cuando el diseño no respeta dentro del marco comercial la dignidad humana de crear una sociedad con claro progreso ético para la paz, el respeto al medio ambiente, la democracia y la justicia social.


Otro paradigma es el diseño individualista del discurso, un problema que se genera por centrarse en conceptos individuales y deja de lado la colaboración que satisface principios científicos de validación, revisión, confiabilidad y producción editorial bajo criterios de profundidad, rigor y complejidad, necesarias para una experiencia intelectual innovadora. La escritura multidisciplinar se debilita, la investigación colectiva se extingue, y la escritura desde varios enfoques se deja fuera de la ecuación de diseño discursivo. Si se pretende construir una tradición intelectual para la comunidad académica, el paradigma individualista del diseño cancela esta aspiración.


El diseño desde el racionalismo, da la impresión de que es una actividad lógica discursiva la solución a los problemas de la actividad intelectual, dejando de lado la base axiológica de la actividad epistémica, disciplinar, social y científica. El diseñador desde este paradigma de diseño racionalista, plantea problemas, los justifica, los teoriza, calcula, demuestra, explica, describe, pero, es altamente reductor a cuerpos de argumentos y deja de lado la sensibilidad humana al compromiso social, ambiental y de progreso ético. Similar al funcionalismo, su discurso es un cuerpo discursivo muy útil para revelar la objetividad, pero deja de lado crear una tradición intelectual con ingredientes humanistas. Un proyecto de diseño racionalista hace énfasis en producir cadenas de razón, argumentos, marcos de teorías de la lógica modal y las inferencias. La experiencia posracionalista de la actividad intelectual queda fuera de su ecuación de diseño. El lector es visto como consumidor del discurso objetivo, frío y calculador , minimizando la utilidad moral relativa a la experiencia intelectual del estudiante. Promueve el arte del pensamiento objetivo, pero pasa al asiento trasero la imaginación integral de la creatividad humanista. 


El diseño positivista del discurso controla artificialmente las variables y crea un espacio intelectual fuera de las condiciones reales de la vida humana. La discusión positivista reduce la variabilidad de contextos sociales que impiden sumar la condición cambiante de la vida humana. El conocimiento contextualizado del contenido es reducido a la idea de cuerpos de razonamiento que por ellos mismos formarán el imaginario social de los estudiantes. Especialmente aporta importantes procesos prácticos, procesos de validez y confiabilidad en sus conclusiones, pero, desensibiliza considerar a la actividad intelectual como un propósito de inspiración social. Tanto el positivismo como el realismo son reacios a la alternativa reflexiva. La meta discursiva es racional y práctica en el racionalismo y el positivismo, pero en su agenda no produce empatía social, progreso ético y estético. Estos paradigmas en su meta buscan sistematizar el refinamiento de la lógica, la coherencia, el rigor y lo fáctico. Además, en sus criterios cierran las puertas en el diseño para aquellos marginados de la mejor educación, no promueven la compasión y la solidaridad y crean élites del conocimiento. Por último la antropología y la psicolingüística son marginales en el diseño discursivo de los cuerpos de literatura curricular. 


Nuestra posición posracionalista reconoce en el diseño discursivo los conceptos narrativos de accesibilidad a la experiencia del estilo intelectual; la funcionalidad de piezas en su estructura; la educación de capacidades intelectuales hipotético deductivas de acceso a la verdad por aproximación lingüística; la estética del discurso; lo axiológico como proceso de reflexión; la elaboración de contextos sociales y el español con propósitos académicos. En el posracionalismo el Yo y el Mundo es una experiencia narrativa, modificar esta con innovaciones discursivas es educar para un mundo en evolución ética. El discurso posracionalista no niega al racionalismo, sino que lo conduce a objetivos más allá que a la simple objetividad lógica del texto, es decir, hace esfuerzos importantes en la promoción del sistema de pensamiento con fines de progreso ético, soberanía intelectual de sus lectores y propone una tradición epistémica como distinción de la calidad educativa. 


La obra internacional de Lyons y Rayner intitulada “The academic book of the future” de 2016, fue producto de una convocatoria internacional en 2014 por el británico Consejo de Investigación en Humanidades[10]. El objetivo fue dar luz sobre el futuro del Libro Académico. La actual editorial académica, para su producción se ha liberado de la manipulación de gobiernos, administración, grupos de poder religiosos y políticos, creando un mercado democrático del conocimiento accesible para la formación de nuevos cuadros académicos: llamado Libertad Académica. El libro académico o también llamado curricular es el reflejo de la tradición intelectual de la comunidad que los crea; son contenedores de experiencias de conocimiento; inspiración del progreso ético y agitación rebelde de las ideas. Entre los objetivos para los próximos años se sugiere: 



La prestigiosa editorial Macmillan con su “Proyecto Palgrave[11]” en marzo de 2015 se propuso crear un libro académico por semana[12]. Esta misma metodología fue adaptada por la CIE de la USMNH para formar profesores escritores, destacando los ejes de formación:



La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), desde su Coordinación de Innovación Educativa adaptó esta misma metodología de diseño del discurso académico bajo un seminario-taller de escritura creativa, formando 37 profesores de media superior y produciendo 18 libros curriculares y 9 de apoyo extracurricular entre 2016 y 2019. Esta editorial académica contabiliza 27 libros a febrero de 2019. Actualmente dispone en línea dos de los tres módulos del seminario-taller, que son cursos en la Web con la idea global de este proceso de formación docente, editorial y de innovación educativa basada en el diseño de nuevos discursos académicos. URL: http://www.libertadacademica.com/Ebook/LibrosPDF.html.




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[1] Leech, G. (2014). Language in literature: Style and foregrounding. Routledge.

[2] Alderson, J. C., & Short, M. (1989). Reading literature. Reading, Analysing and Teaching Literature. London: Longman, 261.

[3] Short, M. H., & Leech, G. N. (2013). Style in fiction: A linguistic introduction to English fictional prose. Routledge. Retrieved from https://www.pala.ac.uk/uploads/2/5/1/0/25105678/2007_may.pdf

[4] Hoover, D. L., & Lattig, S. (2007). Stylistics: prospect & retrospect (3). Rodopi.

[5] Hoover, D. L., & Lattig, S. (2007). Stylistics: prospect & retrospect (3). Rodopi.

[6] Rybicki, J., Eder, M., & Hoover, D. (2016). Computational stylistics and text analysis. Doing Digital Humanities, 123-144. Retrieved from http://www.infotext.unisi.it/upload/rybickihoovereder_with_figures.pdf

[7] Lambrou, M., & Stockwell, P. (2010). Contemporary Stylistics. A&C Black. Retrieved from http://books.google.com.mx/books?id=anUwb4lCwqgC&hl=&source=gbs_api

[8] Jeffries, L. (2010). Opposition In Discourse: The Construction of Oppositional Meaning (Advances in Stylistics) (1 ed.). Continuum.

[9] Norman, D. A. (2013). The Design of Everyday Things (The MIT Press) (revised and expanded edition ed.). MIT Press.

[10] Lyons, R. E., & Rayner, S. (2015). The Academic Book of the Future., 133.

[11] McCall J., Bourke-Waite A. (2016) The Academic Book of the Future and the Need to Break Boundaries. In: Lyons R.E., Rayner S.J. (eds) The Academic Book of the Future. Palgrave Macmillan, London

[12] Vulpes Libris (2015) ‘Palgrave Pivot: Mopping Up the Mid-Length Manuscripts’, Vulpes Libres blog, https://vulpeslibris.wordpress.com/2015/04/29/palgrave-pivot-mopping-up-the-mid-length-manuscripts/, accessed 20 August 2015.