Texto académico

Deslizándose por las letras

 




 

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11. El argumento ilumina la conciencia


La creación literaria demanda libertad para ensayar lo nuevo de la imaginación con letras, transitar de la reflexión a las pasiones por lo virtuoso, de este modo nacen las palabras como valor en las propias razones, y del esfuerzo por inventar nace la pasión por la literatura. Tardes y noches entre novelas, versos, memorias, biografías, artículos y muchos libros, el escritor intenta sustraerse al ocultismo de los medios de comunicación masivos, en cada texto intenta que la palabra confiera más dignidad que la propia vida enajenada por la empodrecía de algunos agentes en el poder. El libro en la educación es la luz de una nueva historia, algo que germina en el corazón del estudiante, que el lector no conoce, pero que aspira con todas sus fuerzas a conocer, esa luz llega a nuestro ser, y nuestro Yo anterior desaparece producto de su lectura, por una nueva metamorfosis. Cada libro leído es en un momento lo único real en nosotros, nuestro Yo va quedando como huella de lo progresista más real en nuestra historia de lectura. Es por ello que se admira a esos autores de literatura que con inteligencia y valentía le abren las fracturas al mundo para que nazcamos como nuevas alternativas para la vida virtuosa.


El argumento entre predicados y satélites


Los verbos tienen significados y ocurren en contextos significativos. ¿Cuál es la relación entre verbo y los contextos desde el punto de vista del significado? La teoría de la estructura de argumentos nos dice que la respuesta está en el enfoque de ver a los verbos como articuladores que participan a modo de satélites que se unen como roles de implicación. Cualquier sentencia centrada en el verbo “llevar”, por ejemplo, refiere a un evento de acarreo como consecuencia de lo que significa el verbo. Cualquier acarreo implica a un portador y dos roles, el vehículo y la carga. Por ejemplo: Rogelio acarreó una silla.


La sentencia transitiva implica un sujeto y un objeto. Rogelio es el portador, y silla el objeto. Estos hechos son consecuencia de la gramática y nada más. De este modo las grandes ideas vienen de escudriñar lo que parece elemental. La estructura a veces se presenta en el aislamiento del empleo de sintaxis y semántica como parte de la teoría de elementos léxicos. Esto puede resultar engañoso al dejar fuera las relaciones entre verbos (o predicados) y satélites en las cláusulas. Estas son partículas a nivel de cláusula, para describir tales dependencias, por supuesto que debemos determinar las propiedades de las palabras implicadas. Esto va a la par con la composición del diseño de reglas sintácticas y semánticas: las dos tareas son complementarias de una dualidad en un buen discurso. 


Estamos hablando de una semántica composicional. Una teoría de la estructura de argumentos que nos dice cómo los argumentos se relacionan sintácticamente con predicados. Un análisis gramatical analiza las grandes cuestiones dentro de pequeños núcleos. Por análisis, hablamos de un estudio basado en la estructura, montaje de las expresiones de lo más grande a lo más pequeño. Especificando sus primitivos y sus reglas de combinación. Por consiguiente, hablamos más de derivados que de límites en las estructuras. Eso significa que vamos a estudiar las reglas de combinación tomando una o más expresiones como entradas e inferir una nueva expresión como salida.


Las expresiones lingüísticas tienen propiedades fonológicas y semánticas en virtud de que limitan la forma y el significado de sus usos. Algunas expresiones pueden utilizarse como oraciones para hacer cosas como afirmaciones, dar órdenes o preguntar. La sintaxis es el nivel de análisis de las expresiones en su ámbito de competencia, entre otros. Por lo tanto, deriva en expresiones de sintaxis de tipo oración, asignándoles propiedades en sus reglas de combinación tales como, verbo, sustantivo, plural o transitiva. Los primitivos de la sintaxis son elementos léxicos, estos son elementos que pueden salir del fondo de derivación en la sintaxis. El conjunto de elementos léxicos son el lexicón. El léxico es una red de relaciones filtradas en sus redundancias sobre un conjunto de elementos léxicos. Sin embargo, una expresión tiene características que pueden referirse a reglas de sintaxis. Estas características las llamaremos categorías sintácticas de la expresión. Los lingüistas a menudo dividen a las categorías sintácticas en dos partes: mayor versus menor. Por ejemplo para la categoría de secuencia, las categorías principales o mayores codifican un patrón de gran generalidad, típicamente en donde puede ocurrir una expresión como argumento. Un ejemplo es la categoría principal del verbo. Aproximadamente, las expresiones de esta categoría son aquellas que pueden ser un argumento en una expresión encabezada por un auxiliar comoo podría. 


Las características de menor categoría codifican las distinciones específicas. Entre los verbos, existe la categoría menor de transitivos. Solo estos verbos pueden ser el único verbo en la cláusula transitiva con un tema u objeto. Entre las cláusulas no hay categorías menores que las del tipo de interrogación. Solo estas cláusulas pueden ser objeto del verbo, por ejemplo, pregunto. Entre los sustantivos existe la categoría menor del plural. Muchas clases de sustantivos se combinan con un determinante, pero solo los plurales combinan con el determinador estos. Además, hay categorías contextuales, una clase de características de menor categoría en relación al rol de la sintaxis, es decir, codifican la estructura argumental del discurso. A ellas se les suele llamar operadores, conectores o partículas discursivas. Con funciones lógicas transitivas y vinculantes. El análisis de la gramática se simplifica cuando podemos referirnos por ejemplo a todos los verbos con un solo símbolo, construyendo ecuaciones formales con categorías semánticas. Esta discusión abre la necesidad de discutir el rol de la lógica en el discurso académico.