Texto universitario

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5. Escribir disertación: teoría   

 


5.1 ¿Qué es la teoría y de dónde surge?


El estudiante universitario que no es pasivo a la información, él aprende el arte de pensar, es capaz de identificar y definir problemas, encuentra los sistemas de conceptos relevantes y crear soluciones que funcionen con rigor. Los pensadores de este tipo se les conoce como analíticos reflexivos, tienden a probar soluciones y corregir problemas identificados en la visión científica y moral; al verificar, ampliar y ensayar con nuevos datos.


Dentro del vocabulario académico y de investigación, pocos términos tienen tanto énfasis en lo que refiere a la teoría. La mayoría refiere a teoría como un sistema que intenta explicar por qué las cosas funcionan de la manera en que lo hacen, y por lo general se hace identificando y examinando las relaciones lógicas entre las cosas[1]. La relación entre la página que está leyendo y usted; entre X y Y son uno de los dominios dentro de los cuales la teoría se desarrolla. Esto tiene implícito que quien desarrolla la teoría es Usted y la línea de conexión con los datos que observa. Para que esto ocurra, debe haber aceptado al menos que hay una condicional, que hay algo X, tal cosa como Y, y algunos medios racionales que les relacionan. El significado de estas cosas es formulado en función de su pensamiento acerca de ellas; no tiene ningún significado fuera de su interpretación. Eso es bastante fácil de imaginar cuando X y Y denotan abstracciones de implicación, correlación y causal que podrían alterar sustancialmente las relaciones hipotéticas entre ellas. Hay dos dominios en toda teoría, uno entre las relaciones de X e Y, W, Z,… (lo heurístico) y el dominio entre la relación de su capacidad de conocer (habilidad intelectual) y el diagrama mental de su reflexión crítica. Este segundo dominio de formación del estilo del pensamiento científico, es una cuestión ontológica (sobre lo que existe y es considerado verdadero) y epistemológica (cómo el individuo construye el conocimiento a través de la formulación de preguntas y la agencia de estructuras de fundamentos, justificaciones, hechos, datos, conceptos…). 


Aunque sin duda lo teórico en el sentido cerebral, es la actividad que más energía, tiempo, plasticidad neuronal, memoria de trabajo, y aprendizaje complejo exige de nuestra persona. La relación entre pensador y pensamiento, es en este nivel que la escritura de disertación se refiere a anclarse a tierra[2]. Sus implicaciones en este arte de pensar científico van más allá de la explícita investigación como proceso interpretativo del mundo dado, sino que lo trasciende, creando lo sintético, teorías de la posibilidad y producción de lo sintético: anticuerpos, genes, espacios geométricos, inteligencia, música, materiales….


Esta visión del proceso de escribir disertación (teoría), en la forma en que recopilamos datos, los analizamos para hacernos de interpretaciones y desde un proceso de creación en lugar de descubrir significados, creamos nuevos y revolucionarios conceptos que constituyen la base de la educación universitaria moderna[3]. 


La formas en que recopilamos los datos (premisas, documentos, proposiciones,…) y los analizamos es un proceso de hacer en lugar de descubrir nuevos significados (la teoría). Esta visión de producción del conocimiento constituye la base de la escritura de disertación. Si usted acepta que profesor y estudiante universitario son una extensión de la tradición intelectual de su comunidad académica, entonces ambos actores en medio de la literatura disponible, se hacen preguntas como ¿por qué crees que la manera en que creas tu conocimiento (agencia), es lo esencial más allá de los temas del plan de estudios? ¿Qué influye en los procesos de disertación a través de los cuales usted tiene sentido como profesor o como estudiante universitario?


Neutra comprensión tiene sus propias directrices en procesamiento de datos y en los procesos de disertación, moldeando al mundo que nos rodea. El tercer dominio de la teoría, es la extensión simbólica matemática y literaria de la relación cognitiva con el texto. Este es el punto central de la escritura creativa como sistema de aprendizaje; en este dominio se dan las filosofías criticas sobre fenómenos naturales, sociales, estéticos, morales y tecnológicos[4]; como la sustancia de la actividad de formación universitaria.


La teoría afecta en su comportamiento, la actividad humana X y el calentamiento global Y. Uno podría imaginar que cada cosa en el flujo de nuestras vidas conscientes, es resultado de nuestras creencias (teoría), por ejemplo, la violencia contra las mujeres X y el autocontrol mental racional Y. Las teorías son cuestiones desde corazonadas intuitivas informales hasta conjuntos formales de proposiciones. La orientación teórica humana es utilizada para identificar causales, enmarcar variables y resolver problemas. Las teorías tácitas y formales, las primeras son ideas personales sobre cómo funcionan las cosas y las segundas, son establecidas como se encuentra en la literatura de investigación[5]. La teoría formal suele llamarse fundamentada constructivista, esta teoría puede plantear una relación formal, referirse a una observación sistemática dentro de un conjunto de creencias sobre cómo se debe estudiar un tema en sí. Cuando los investigadores hablan de teoría, dan por sentado que serán entendidos en el nivel que pretenden referirse a un sistema de disertación. Cuando un profesor le dice a un estudiante sobre su trabajo, carece de marco teórico, se refiere a que sus conclusiones no cuentan con el respaldo de fundamentos, justificaciones, demostraciones, cálculos…, ¡no es de extrañar que a los estudiantes les causa confusión que su trabajo se les califique de ser solo un resumen y no un ejercicio de reflexión de disertación! 


A lo largo de la formación de habilidades de razonamiento y rigor, nuestro objetivo es destacar cómo la teoría informa los marcos de explicación, los referentes de un sistema de conceptos, utiliza diferentes metodologías…, esta variedad de factores incluyendo a actitud de aprender haciéndose preguntas para ganar más profundad en el conocimiento.  


Su poniendo que usted le pregunta a su profesor qué significa teoría, uno esperaría, que expresara que es el arte de pensar al fundamentar, explicar, justificar, calcular, demostrar, discutir, categorizar, narrar…, para contestar esta pregunta es necesario a prender de la teorías de los demás, generalmente a este proceso los académicos le llaman: revisión del estado del arte o de la literatura disponible. La mayoría de los investigadores admitirían fácilmente que la revisión de la literatura es tanto producto como un proceso[6]. A pesar que se pone demasiado énfasis en la revisión como producto, nosotros aquí cambiamos en función de nuestra experiencia, más en el proceso. Como proceso una revisión de literatura es un componente de disertación esencial para el modo de conocer y apropiación de conocimiento científico. La revisión es la herramienta del científico que le permite sintetizar e integrar dentro y a través de varias teorías y cuerpos de erudición existentes el aprendizaje de los modos de conocer, demostrar, calcular y de categorizar de la ciencia. 


El proceso de síntesis por el cual nos informamos sobre lo que se sabe de un tema determinado, lo que no se sabe y cómo otros han intentado responder preguntas relevantes relacionadas con el tema: se llama revisión. Vista de esta manera, el propósito de revisar es generar un banco de notas de lo relevante, establecer conexiones lógicas para la comprensión y ser la base de sustento de todo anteproyecto de investigación. El camino hacia la relevancia pasa por la minuciosa lectura y un sistema de preguntas que hacemos dentro de la literatura disponible. 


El enfoque en la revisión de la literatura como proceso crea una sensación de separación artificial de esta con respecto de otros elementos esenciales de disertación, el marco conceptual, teórico y la metodología. Si revisamos una disertación como producto, no es raro que encontremos secciones separadas tituladas “declaración del problema”, “marco conceptual”, “marco teórico”, “metodología” y ademas, un apartado llamado “revisión de la literatura”, sin embargo, cada una de estas secciones son realmente el resultado de una revisión de literatura que justifica y fundamenta. 


5.2 Escribir teoría 


La teoría es un tipo de escritura basada en un método cualitativo de construcción. Es una experiencia paralela al sistema de toma de notas (recopilación de datos) que deriva en el análisis de datos por procesos analíticos de escritura. Algo fundamental para todo aprendizaje de un estudiante universitario es elevar la importancia teórica de sus ideas mientras mantiene en tensión las conexiones ligadas a hechos, datos, evidencias y conceptos en un terreno coherente y objetivo. Al método de escritura de disertación se le suele llamar método de teoría objetivo constructivo. Estos métodos consisten en directrices sistemáticas, flexibles para recopilar y analizar conexiones cualitativas entre datos para construir teorías a partir de los propios datos (notas de premisas). Así que los universitarios con formación científica construyen teoría (cuerpos de argumentos) a partir de revisiones de literatura. La escritura de disertación parte de datos inductivos, invoca recursos de la teoría de la argumentación e involucra con sus datos análisis emergentes que producen cadenas de razonamiento (cláusulas) e intentan aterrizar inferencias de conclusión. 


Este manuscrito le guía a través del proceso de teoría fundamentada, teniendo como objetivo permitir el crecimiento del estilo de pensamiento científico, mismo que destaca la tradición analítica del trabajo de escritura y el oficio heurístico de completar objetivos de pensamiento riguroso. Pensar al escribir reflexiones de disertación tales como fundamentación, justificación, explicación, demostración, categorización, cálculo y narrativa de hechos. Se trata de cómo llevar a cabo texto de reflexión crítica, llegando a el análisis sólido en su validez lógica. 


Aprender a producir texto de reflexión crítica, puede guiarlo en su formación intelectual, enfocarlo y dotarlo de una mente flexible ante la solides de nuevos hallazgos de investigación. Dominar este tipo de escritura le ayudará a comenzar, mantenerse en el tiempo motivado y concluir resultados académicos o de investigación.  Este proceso le despertará ideas y le perfeccionará sus habilidades lógicas epistémicas y doxásticas. A través de la escritura temprana universitaria, se sientan las bases de una educación universitaria con el énfasis en aprender el arte de pensar. 


Las  100 universidades con el mayor desempeño académico en el mundo tiene por política académica, los procesos de escritura STEM, incluyen las estrategias de escritura creativa, aprendizaje activo, socialización por seminarios de discusión de piezas de disertación y la libertad académica de profesores y estudiantes[7]. En el ejercicio cotidiano la comunidad académica recopila datos para desarrollar análisis teóricos desde el comienzo de cada asignatura, esta es la tarea fundamental de agencia de conocimiento que destaca al aprendizaje activo. Es sustancial estudiar en libre albedrío en la literatura original para hacerse de notas de reflexión que permita ser la materia prima de proposiciones, cadenas de sentencias e inferencias preguntando qué sentido analítico podemos hacer con estas notas.


Cualquiera que sea el consenso de los argumentos producto de nuestros datos, atraemos dentro de la escritura de reflexión crítica  el entrenamiento de disertación, para que podamos aprender sobre los espacios de significado y el pensamiento de los autores que estudiamos. El texto de reflexión crítica nos lleva a atender lo que escuchamos, vemos y percibimos mientras realizamos conexiones lógicas entre datos. Reconocemos eventos y experiencias empíricas y perseguimos intuiciones y posibilidades de ideas analíticas que permiten dar seguimiento explícito al estilo de investigación científico. 


Enfrentar el futuro con potencia intelectual y compromiso social, son el resultado cotidiano de producir reflexiones como punto de partida de cada tema de análisis de dentro de una asignatura de un plan de estudios universitario. Plantear en todo momento preguntas que emanan de pensar en nuestros datos recopilados y dar forma a los datos en cuerpos de disertación, hacen que el aprendizaje activo sea una realidad. Como profesores y estudiantes universitarios, estudiamos nuestros primeros datos y comenzamos a separar, clasificar, conectar y sintetizar (argumentos) estos datos a través de la codificación de cualitativa de inferencias deductivas e inductivas. Codificar significa que adjuntamos etiquetas de disertación a las piezas de texto que representan los segmentos de nuestro esfuerzo de razonamiento lógico hipotético. 


A través de la codificación generamos preguntas, gestionamos justificaciones y recopilamos más datos. El texto de reflexión crítica destila datos, y nos da un sistema de observación y experimentación mental en cadenas de segmentos de argumentos. Un universitario del modelo STEM enfatiza lo que está sucediendo en el espacio de la literatura disponible cuando codifica datos.


Esta actitud en el corto plazo (un año) modifica el enfoque de los estudiantes, los enfrenta con un futuro que emerge en la frontera de los datos, experimentan las percepciones del momento y profundizan en las conexiones humanas que debaten cambiar sentidos y vivir una innovación de conocimiento. Nuestros códigos con que explicamos y justamos nuestras ideas, apuntan a áreas a explotar durante la posterior recopilación de datos. 


La comprensión analítica, es hacer reflexiones de comparación, conexión y categorización de datos. Escribir notas analíticas sobre el conjunto de datos recopiladas en revisiones de literatura, justo allí, definimos las ideas que mejor se ajustan e interpretan como categorías analíticas que pueden surgir de ellas, preguntas y llenar vacíos de conocimiento que antes no eran advertidos. A medida que avanzamos uniendo datos, las categorías de disertación se vuelven más diversas en nuestro manuscrito, porque participamos en niveles suscritos de análisis.

 

Nuestras categorías de disertación son la evidencia sólida de que los estudiantes tiene control intelectual de su habilidad de construcción de niveles de abstracción directamente con bases en los datos que procesa y que posteriormente hace análisis de argumentos en el sentido hipotético deductivo e inductivo. 


5.3 Modos de conocer teórico


Cada forma de saber se basa en una teoría de cómo las personas desarrollan el conocimiento. Las creencias en un método unitario de observación sistemática, experimentos replicables, definiciones operativas de conceptos, hipótesis lógicamente deductivas y evidencia confirmada, forman los supuestos que defienden los métodos cuantitativos. Estas suposiciones apoyaron al positivismo, el paradigma dominante de la investigación en la ciencia natural rutinaria en siglo XX. Las concepciones positivas enfatizaron en la objetividad, la generalidad, la replicación de la investigación, el falsear la hipótesis y teorías que compiten. Los investigadores adoptaron el paradigma positivista, con el objetivo de descubrir explicaciones causales y hacer predicciones sobre un mundo externo y conocido. Sus creencias en la lógica científica, un método unitario, objetivo y verdadero, legitimó las cualidades reductoras de la experiencia humana a variables cuantificables. Así, los métodos positivistas asumían un observador imparcial y pasivo que recogía hechos pero no participaba en su creación, la separación de los hechos de los valores epistémicos y sociales, la existencia de un mundo externo separado de los observadores científicos y sus métodos, y la acumulación de conocimiento generalizable  sobre el mundo. El positivismo condujo a una búsqueda de instrumentos válidos, procedimientos técnicos, diseños de investigación replicables y conocimiento verificable. 


Rechazaron otras formas de saber, como la interpretación de significados, hechos o realización intuitiva. Por otro lado, la investigación cualitativa que analizó e interpretó los significados de los participantes en la investigación despertó disputas sobre su valor científico. Muchos investigadores cuantitativos en los años 1960, vieron los practicantes de la investigación cualitativa como no sistémica y sesgada. La prioridad que daban a la replicación y verificación dio lugar a ignorar los problemas humanos y las preguntas de  investigación que no se ajustaban a los sueños positivistas. Esto creo una división entre la teoría y la investigación. Aquellos investigadores cuantitativos que conectaron la teoría y la investigación, aunque perfeccionaron la teoría existente, sus investigaciones rara vez condujo a una nueva construcción de teorías. 


Glaser y Strauss contrarrestaron las suposiciones metodológicas del positivismo[8]. Con la llegada de la teoría fundamentada se despertó un creciente interés en métodos cualitativos más allá de la escuela que la vió nacer en Chicago. En la práctica esta teoría la definen:



Participar en otras disciplinas ayuda a los investigares a controlar su proceso de investigación y a aumentar el poder analítico de su trabajo. Con esto Strauss intenta mover la investigación cualitativa más allá de los estudios descriptivos en los marcos teóricos de explicación, proporciona así entendimiento abstracto y conceptuales de los fenómenos estudiados. Instaron a los teóricos novatos a desarrollar nuevas teorías y por lo tanto, retrasar la revisión de la literatura para evitar ver el mundo a través de la lente de las ideas existentes. La teorización de Glaser y Strauss contrastaba con la forma lógica deductiva porque comenzaron con datos y elevaron sistemáticamente el nivel conceptual de sus análisis manteniendo la base solida en los datos[9]. De acuerdo con su razonamiento, una teoría basada en estar puesta a tierra sigue criterios como los de ajuste estrecho con los datos, la utilidad, la densidad conceptual, la durabilidad en el tiempo, la modificación y el poder explicativo. La codificación de los métodos de investigación cualitativa implicaba especificar estrategias explícitas para llevar a cabo la investigación y, por lo tanto, desmitificar el proceso de investigación. 


Robert Merton en 1957 había propuesto teorías de rango medio que consistían en representaciones abstractas de fenómenos en representación abstracta de fenómenos sociales específicos que se basaban en datos[10]. Tales teorías de rango medio se distinguían de las teorías que crecieron sin una base en los datos analizados sistemáticamente. Strauss situó al hombre como agente activo en sus vidas y en sus mundos en lugar de pasivos de la fuerza. Asumió que el proceso, no la estructura, era fundamental para la existencia humana; de hecho, los seres humanos crearon estructuras a través de la participación de procesos intelectuales sociales. Los significados de los hechos y conceptos se basan en nuestro uso del lenguaje y surgieron través de la acción humana de investigación. En síntesis la escuela de Strauss para formación científica se baso en la agencia humana; los procesos emergentes; los significados sociales y subjetivos; las prácticas de resolución de problemas y el estudio abierto de la acción de la teoría fundamentada[11]. 


Así el pragmatismo formó el interaccionismo simbólico, una perspectiva teórica que asume la sociedad, la realidad y el yo se construyen a través de la interacción y, por lo tanto, se basan en el lenguaje y la comunicación de Blumer[12]. Esta perspectiva supone que la semántica de los hechos es resultado de las interacciones inherentes a la dinámica de interpretación y consensos que crean las comunidades de conocimiento, promulgan ideas normativas y cambian significados y acciones. Así que las personas pueden y piensan en sus vidas y acciones en lugar de responder mecánicamente a los estímulos de un mundo “objetivo y dado”. La lógica de la teoría fundamentada llega a través de áreas sustantivas de la teoría formal, lo que significa generar conceptos abstractos y especificar relaciones entre ellos para entender los problemas en múltiples área del conocimiento[13].


A partir de la década de 1990, un número creciente de estudios se alejó la teoría del positivismo en las versiones anteriores, ahora cualquier investigador puede utilizar estrategias teóricas básicas como la codificación, la escritura de notas de reflexión y el diseño experimental para el desarrollo de la teoría con métodos comparativos porque estas estrategias son, en muchos sentidos, trasladables entre campos epistemológicos y ontológicos. 


La teoría constructivista adopta el enfoque inductivo, comparativo, emergente y abierto de la idea de Strauss. El giro constructivista responde a numerosas críticas planteadas sobre versiones anteriores a la teoría fundamentada. La teoría constructivista destaca la flexibilidad del método y resiste las aplicaciones mecánicas del mismo. Durante la década de 1990, los críticos posmodernos y narrativos socavaron la epistemología del método. La teoría fundamentada se aferraba a una epistemología modernista absoluta[14]. Para ellos, la teoría fundamentada fragmentó la historia del encuentro, se basó en la voz autorizada del investigador, la diferencia difusa y aceptada sin crítica de grandes narrativas de la ilustración sobre la ciencia, la verdad, la universalidad, la naturaleza humana y las visiones del mundo. Tales críticos fusionaron estrategias teóricas fundamentadas con las primeras declaraciones de los originados y el uso del método.


La investigación fundamentada no respaldaba las suposiciones de una realidad externa objetiva, un observador pasivo y neutral o un empirismo separado y estrecho. Si, en cambio, comenzó con la suposición de que la realidad es múltiple, procesual y construida, entonces debemos tener en cuenta la posición, los privilegios, la perspectiva y las interacciones del investigador como parte inherente de la realidad de la investigación. Pero también la sintetiza como una construcción. La realidad de la investigación surge dentro de una situación e incluye lo que los investigadores y participantes traen a ella y lo hacen dentro de ella. Por lo tanto, el relativismo caracteriza el esfuerzo de investigación en lugar de las prescripciones y procedimientos objetivos y no problemáticos. No se dan actos de investigación; son construidos. Ver la investigación como construida en lugar de descubierta fomenta la reflexión de las personas sobre sus acciones y decisiones. La perspectiva del enfoque constructivo destroza las nociones de un observador neutral y un experto libre de valores epistémicos. Eso no solo significa que los investigadores deben examinar en lugar de borrar cómo sus privilegios y prejuicios pueden dar forma al análisis, sino también significa que sus valores dan forma a los mismo hechos que pueden identificar.


5.4 Teoría constructivista fundamentada


El origen de esta teoría está en la teoría de la objetividad y lo constructivista[15]. Se elige el término “constructivista” para reconocer la subjetividad y la participación del investigador en la construcción e interpretación de datos y para señalar las influencias de Lev Vygotsky y Yvonna Lincoln[16], que por lo tanto enfatizan los contextos sociales en que surgen las ideas científicas, las interacciones, la socialización de las idea, puntos de vista y entendimientos interpretativos. Estos constructivistas ven el conocimiento y el aprendizaje como incrustaciones en la vida social. Para los constructivistas, la subjetividad es inseparable de la existencias social del conocimiento. 


Los documentos proveen los datos de una forma sustantiva, son reflexiones, premisas, hechos vinculantes, asociaciones diversas de textos e imágenes amplias de imaginar que producen notas. Los investigadores académicos utilizan los documentos rutinariamente para recoger y analizar lo que las personas en sus ajustes estudiados escriben e informan sobre sí mismos en su mirar dentro de una realidad. Los revisores analizan los textos relativos a sus temas. Los documentos (artículos, patentes, tesis, datos, ensayos...) entran en la investigación de múltiples maneras que reflejan los mundos de la discusión contemporánea. La vida cotidiana implica evaluar artículos, manuales técnicos, contratos, registros médicos, evaluaciones estadísticas, fotografías, videos, registros de laboratorio y blogs personales. Estos recursos potenciales pueden considerarse documentos pertinentes para abordar cuestiones específicas de investigación.


La mayoría de los investigadores implican analizar textos. Los documentos comprenden un tipo de texto cuya forma, contenido, propósito, accesibilidad, visibilidad, utilidad, legitimidad y trascendencia pueden plantear preguntas importante con valor heurístico. Las teorías fundamentadas de los documentos pueden abordar la forma, así como el contenido en la producción del texto, así como la presentación del tono del discurso. 


5.5 Texto de reflexión crítica 


Seguir la estrategia de construir teoría fundamentada, implica la búsqueda de datos en la literatura disponible, esos datos que nos permitan describir los eventos observados, que responda a preguntas fundamentales sobre lo que está sucediendo y luego desarrolle categorías teóricas para entenderlo. 


Los documentos proporcionan una forma importante de datos. Incluyen diversas formas de textos escritos e imágenes visuales. ¿Cómo utilizan los investigadores los documentos? Rutinariamente recogen y analizan lo que las personas en sus reportes escriben sobre sus hallazgos. Los entrevistadores revisan la información relativa a sus temas. Los analistas organizan y crean estructuras de argumentos. Los documentos entran en la investigación de múltiples maneras que reflejan las intensiones de disertación. La vida cotidiana implica manuales técnicos, registros de bases de datos, evaluaciones de desempeño, páginas Web y blogs. Estos recursos potenciales pueden considerarse documentos pertinentes para abordar cuestiones específicas de investigación. El análisis de revisión de la literatura puede parecer algo muy lejano a el análisis de documentos que pudieran ser observaciones científicas, pero piense en que en ellos esa es la riqueza de fundamentos, premisas, hechos, conceptos, métodos, teoría, técnica, y puntos de vista entre muchas otras piezas valiosas de información para construir disertación. Los documentos comprenden un tipo de texto cuya forma, contenido, propósito, accesibilidad, visibilidad, utilidad, legitimidad y consecuencias pueden plantear preguntas intrigantes. La teoría fundamentada en los documentos pueden abordar evidencia, causalidad, predictores…, que los autores presentan en su producción de texto.


Los investigadores tratan los textos existentes como datos para abordar sus preguntas de investigación, aunque esto textos fueron producidos para otros propósitos, generalmente muy diferentes. Los documentos también incluyen referencias a autores e instituciones que pueden identificar a los lideres del conocimiento en ese campo. 


Los documentos representan discursos y categorías de contenido. Como discurso, un documento sigue ciertas convenciones y asume significados incrustados. Los investigadores comparan el estilo de razonamiento en el contenido, asumen en ellos intensiones y consecuencias que se derivan de sus afirmaciones.


En la medida de lo posible, necesitamos situar los documentos en sus contextos. Ahora la investigación en Internet ofrece un sinfín de oportunidades para el análisis documental y plantea enormes problemas metodológicos. ¿De dónde provienen los datos? ¿Qué pretendían los autores? ¿Los pensadores nos han proporcionado información suficiente para hacer una interpretación plausible? ¿Y tenemos suficiente conocimiento de los mundos relevantes para leer en sus palabras con algún entendimiento especializados de esa comunidad de conocimiento? En estas revisiones se identifican los argumentos de contenido específico que otros dieron como respuesta a sus esfuerzo de investigación.


Gran parte del análisis textual no tiene contexto o, peor aún, se parte de estar fuera contexto. ¿Cómo se colocan los datos en contexto? Al categorizar una descripción de tiempos de vigencia, autores relevantes y problemas pertinentes se da comienzo a crear un discurso de disertación que narra lo que hay detrás de otros textos. Tanto el detalle de los propios textos como la minuciosidad de la figura de análisis que aquí se desarrolla, deberá en todo momento hacer dos cosas en su reflexión, producir cadenas de razonamiento (cláusulas) y identificar premisas (sentencias) e intentar producir algunas inferencias parciales. Estas pregunta básicas le permitirán organizar los datos:














Con cualquier enfoque de recopilación de datos, considere cómo los participantes actúan sobre ideas, prácticas y puntos de vista del mundo de las culturas más grandes y locales en que surgió la investigación. Tenga en cuenta que los datos nunca están completamente crudos, necesitamos adaptarnos al lenguaje especializado con que habla el texto, sin ellos no nos confiere interpretación porque estos datos a través de nuestros uso de lenguaje común, no nos alcanza para comprender la profundidad con la que miran al mundo.


Escudriñar cómo recopilar datos y examinar los datos que obtiene le ayudaran a desarrollar una sistema de toma de notas como medio metodológico al mismo tiempo que localiza datos. Este escrutinio también le ayuda a codificar cláusulas, premisas y construir inferencias de conexión entre los datos. A continuación puede hacer comparaciones más precisas al codificar los datos en piezas de escritura de disertación para discutir el tema y ganar profundidad. Para proyectos grandes como tesis, puede usar dos o más enfoques de recopilación de datos. Es deseable una propuesta de investigación en las posibilidades buscar datos en varios entornos, tener la flexibilidad de desarrollar preguntas que aborden cuestiones emergentes.


Codificar significa nombrar segmentos de datos con piezas de texto etiquetadas de algún recurso de disertación. Con la codificación de la teoría justificada y fundamentada, se pasa más allá de las declaraciones concretas apoyadas en los datos para dar sentido analítico a la discusión de los argumentos, declaraciones, hechos y evidencias en nuestras observaciones. Nuestro objetivo es hacer una representación que ilumine construir fragmentos de datos y preguntar qué significado tienen, obtener de estos fragmentos lograr pasar al análisis.


Sobre cada idea puede desarrollar y verificar los vínculos entre su idea y la observación empírica que la generó. Los novatos es clásico que cometen el error de creer que solo una transcripción del conjunto de notas cuentan como texto de disertación real e ignoran las señales de conexión que sugieren los datos, las inferencias que es la parte más rica de todo este proceso. Tengan en cuenta que los datos muestran acciones e indican la progresión de los eventos desde el punto de vista de los códigos escritos que se producen, así códigos adicionales que son demandados para consolidar sus explicaciones.


La codificación de piezas de texto les ofrecen herramientas para interrogar, ordenar y sintetizar cientos de datos, notas de campo y otros documentos. Interrogar sus datos para explicar cómo las personas promulgan o responden a los eventos, qué significado tienen y cómo y por qué evolucionaron estas acciones y significados. 


¿Qué implica la codificación? ¿Cómo se compara la codificación teórica fundamentada con otros tipos de codificación cualitativa? ¿Adónde nos lleva la codificación teórica fundamentada? 


La codificación es el vínculo fundamental entre la recopilación de datos y el desarrollo de una teoría emergente para explicar estos datos. A través de la codificación se define lo que está sucediendo en los datos y comienza a lidiar con lo que significa. Los códigos se forman juntos como elementos de una teoría naciente que explica estos datos y dirige la recopilación de datos. Al atender cuidadosamente la codificación, comenzamos a tejer dos hilos principales en el tejido de la teoría fundamentada: declaraciones teóricas generalizadas que trascienden tiempos y lugares específicos y análisis contextuales de acciones y eventos. 


La codificación de la teoría fundamentada genera las piezas estructurales del análisis que genera. La centralidad teórica y la integración estamparan las piezas en un esqueleto de trabajo. Por lo tanto, la codificación es más que un comienzo; da forma a un marco analítico a partir del cual se construye el análisis. Los códigos teóricos basados en estructuras de razonamiento son los objetos formados por los llamados operadores modales, mientras aprendemos de nuestros datos. Es decir son notas sueltas que conectan fragmentos de datos con la abstracción analítica que les concedemos.


La escritura crítica es la codificación de teorías objetivas en al menos tres fases principales: 1) una fase inicial que implica el nombre de cada palabra, línea o segmento de datos, 2) face centrada y selectiva de toma de notas utilizando códigos iniciales más significativos para ordenar, sintetizar, integrar y organizar grandes cantidades de datos. Nuestro objetivo es mantener la codificación simple, directa y espontánea, pero algunos prefieren esquemas de codificación llamados mapas conceptuales. El problema es que estos últimos, retrasan la disertación.  


Mientras codifica inicialmente, extrae datos tempranos para ideas analíticas que se persiguen en la recopilación y análisis de datos. La codificación inicial implica una lectura cercana a los datos, el objetivo es permanecer abierto a todas las direcciones teóricas posibles indicadas por sus lecturas de los datos. Más tarde, se usa la codificación para identificar y desarrollar los códigos más destacados y luego ponerlos a prueba con grandes lotes de datos. La integración analítica comienza con la codificación enfocada y continua a través de todos sus pasos analíticos posteriores. 


En el proceso de su investigación real probablemente definirá, al menos un poco, de lo que puede haber planeado anteriormente en una investigación o propuesta de subvención. Sus experiencias en la recopilación de notas y su análisis inicial genera datos a medida que avanza cavando más profundo en la comprensión de los temas. Aprendemos a través de lo que encontramos en nuestra configuración de campo y literatura, el estudio de los datos se construye a partir de esta experiencia. La codificación de la teoría basada como guía inicial de aprendizaje, allí comenzamos a dar sentido a la forma del siguiente análisis. La atención cuidadosa en la codificación promueve nuestros intentos de entender actos y relatos, escenarios, sentimientos y silencios desde la opinión de los pares de socialización. Queremos saber qué está sucediendo en el entorno de nuestro objeto de estudio. Por lo tanto, tratamos de entender los puntos de vista y situaciones de nuestros participantes, así como sus acciones dentro del entorno científico.


La lógica de la codificación de la teoría difiere de la lógica cuantitativa, que aplica categorías o códigos preconcebidos a los datos (por ejemplo dado por modelos estadísticos). El uso de la codificación cualitativa permite identificar los conceptos operativos (variables) que definirán al planteamiento del problema. Los códigos surgen a medida que se examinan sus datos y definen significados dentro de ellos. A través de esta codificación activa, interactúa con las conexiones entre datos y hace muchas preguntas diferentes intentado ganar profundidad en la búsqueda de datos. Como resultado, la codificación puede llevarlo a áreas imprevistas y nuevas lineas de investigación. 


Al construir datos concretos y descriptivos muestran cómo vemos el contexto que los aglutina. El lenguaje escrito juega un papel crucial en cómo y qué codificamos. Fundamentalmente, el mundo empírico no nos parece en algún estado natural aparte de la experiencia humana. En cambio, conocemos el mundo empírico a través del lenguaje y las acciones de disertación que tomamos de los datos. En este sentido, ningún investigador es neutral porque el lenguaje confiere forma y significado a las realidades observadas. Eso específicamente refleja que un estudiante mejora su visión conforme se hace de justificaciones y valores epistémicos. Compartimos un lenguaje con colegas, pares y sociedad, contribuimos a la conversación global de las ideas y mantenemos perspectivas. Nuestros códigos surgen de los procesos de aprendizajes complejos, de los cuales el mundo empírico se amplia, particularmente con miras al diseño experimental, así como el marco de explicación teórico. La codificación nos impulsa a hacer que el lenguaje de nuestros datos alcanza a ser un análisis en sí mismo. La codificación debe inspirarnos a examinar suposiciones ocultas en nuestro uso del lenguaje, así como la de nuestros participantes. 


Construir nuestros códigos, es nombrar activamente el objeto de estudio. Podemos pensar que nuestros códigos capturan la realidad. Sin embargo, es nuestro punto de vista el que está evolucionando en precisión y profundidad cuando elegimos palabras y datos que constituyen los procesos de codificación. La codificación desde este punto de vista, es el resultado de disertación de un marco teórico fundamentado. 


No obstante, el proceso de codificación es interactivo con la literatura disponible y emergente. Al socializar en seminarios los datos, tratamos de comprender las opiniones, posturas y justificaciones de los otros, para crear una perspectiva y asumir que bebemos profundizar más inmediatamente después de cada seminario. La toma de notas cercana a la codificación nos ayuda hacer esto con eficiencia. Construimos nuestros códigos porque estamos nombrando activamente los datos, incluso cuando creemos que nuestros códigos se ajustan perfectamente a las acciones y eventos en el mundo estudiando. Podemos pensar que nuestros códigos capturan la realidad empírica. Sin embargo, es nuestro punto de vista dado que elegimos las palabras que constituyen nuestros códigos; somos al escribir los únicos responsables en como vemos los significados de los datos y describimos los que creemos que está sucediendo. La codificación consiste en esta definición y etiquetado inicial y abreviado de nuestras notas; es el resultado de las acciones y entendimientos de una actitud de un teórico fundamentado y justificado. No obstante el proceso de codificación es interactivo. Interactuamos en establecer conexiones y posteriormente a la escribir teoría (argumentos), muchas veces a través del estudio de declaraciones (cláusulas) y diluciones que nos conducen a tomar una posición clara y firme frente a los datos. 


A medida que se definen nuestros datos, más tarde se refina su estilo de escritura, tratando de entender las posturas y acciones de la comunidad de conocimiento respectiva. Estas perspectivas suelen asumir mucho más de lo que es inmediatamente aparente en nuestro progreso de lecturas lentas y reflexivas. Debemos cavar más profundo en los datos cada día, más y más para interpretar los significados tácitos de los participantes del estudio del tema. La atención cercana a la codificación nos ayuda a estudiar los datos emergentes. Desde el principio puede sentir que el proceso de codificación produce tensiones, entre ideas analíticas y eventos descritos, ya sean relatos hablados o observaciones escritas, entre temas estáticos y procesos dinámicos, y entre los mundos de las variables y los significados operativos. Al estudiar sus datos y examinar sus códigos, usted aprende cuál de estas tensiones plantea preguntas metodológicas y teóricas y cuáles sugieren ideas sustantivas y conducen a que usted pueda perseguir nuevas ideas. 


Las escritura de teorías no tiene que ser compleja. Al participar en la codificación exhaustiva al principio del proceso de investigación y comparar datos y código, el investigador puede identificar qué códigos explorar como categorías tentativas. A su vez, la selección de categorías acelera la investigación porque el investigador utiliza estas categorías para ordenar grandes lotes de datos y evalua simultáneamente la utilidad relativa de categorías tentativas. Este enfoque es particularmente útil en proyectos de investigación que abordan problemas apremiantes de la sociedad. La codificación teórica lograda en borradores conservar los detalles empíricos y mueve simultáneamente el proyecto hacia su finalización. 


5.6 Privilegio de aprender desde la literatura científica 


La universidad es el espacio analítico interactivo de formación del modo de conocer científico. La teoría fundamentada no es solo un método iterativo y comparativo, sino también un método interactivo con los modos de conocer científico. La teoría puede traerle de vuelta a los cimientos del conocimiento en la identificación de lideres investigadores, mientras sigue adelante con ideas frescas para consultar a las nuevos participantes de la comunidad de conocimiento, con nuevos textos, ajustes de datos y referencias. A medida que lleva la codificación de teorías fundamentadas, entra en un espacio interactivo que lo adentra en referencias y datos, involucrándolo mucho más allá de una lectura casual. En la codificación fundamentada, usted actúa sobre sus datos (notas) y estas acciones mantienen su participación con ellos, dentro de una disertación interactiva más allá de leer y escribir de manera casual. Usted actúa creando argumentos y se mantiene activo en ellos. 


Escribir al leer, puede experimentar para usted una sensación de asombro sobre el mundo que está estudiando y sentirse asombrado por el privilegio de aprender sobre él. Estar en este espacio interactivo puede desafiar sus ideas preconcebidas y ocurrencias sin fundamento. Mire lo que puede aprender. Entrar en este espacio de toma de notas, elaboración de sentencias, cláusulas e inferencias significa tolerar la ambigüedad mientras lidia con hacer sentido analítico a los datos. También significa que puede ver fragmentos de datos entre ellos. Los significados y acciones implícitos se hacen visible en sus manuscritos. 


La escritura (la codificación de disertación) nos lleva a estudiar sus declaraciones, observaciones y re-imaginar los conceptos en los que conocemos. A medida que definimos nuestras notas, aunque más tarde las corregimos, tratamos de entender las opiniones y acciones de los participantes en las comunidades de conocimiento. Debemos profundizar en nuestros datos para interpretar los significados tácitos de nuestros pares una y otra vez. La atención cercana a la codificación de las notas nos ayuda a hacerlo. 


Estar en el espacio interactivo universitario nos lleva a nuevas preguntas analíticas. Las preguntas que se hacen combinando lo subjetivo con lo que parece ser objetivo mientras lidiamos con la comprensión de este mundo. Sus códigos de creencias pueden cambiar o transformar su relación con nuevos datos. Hacer comparaciones entre datos y luego reorganizar los argumentos captura tanto su participación como su analítica creativa. 


Cuando los universitarios crean teoría fundamentada, llevan a cabo la codificación inicial de la revisión de la literatura, permanecen abiertos a explorar cualquier posibilidad teórica que podamos discernir en los datos. Este proceso inicial en la codificación de  nuestra escritura nos mueve hacia decisiones posteriores sobre la definición de nuestras categorías conceptuales que integraran las variables en nuestro modelos de explicación. Al comparar datos con datos, aprendemos lo que los participantes de la comunidad científica ven como problemas y comencemos a tratarlos analíticamente. Nos guiamos con:


¿De qué naturaleza son estos datos en un artículo científico (teóricos o empíricos)?

¿Qué sugieren los datos?

¿Desde el punto de vista de quién?

¿Qué pronuncia, deja de explicar, cada categoría teórica indicada cada dato específico?


La codificación de nuestras notas escritas debe ceñirse estrechamente a las referencias de nuestro datos, así ganaremos credibilidad y reputación. Intentemos codificar con palabras un parafraseo que refleja la fuente de información. En la medida de lo posible codifique los datos como proposiciones. Además, al escribir nuestras notas a pegadas a las fuentes de referencia, frena nuestra tendencia a dar saltos conceptuales y adoptar teorías existentes antes de que hayamos hecho el trabajo analítico necesario. Los estudiantes universitarios a menudo creen que deben confiar en conceptos e invocarlos como algo eterno entre generaciones de investigadores, si los adoptan así, corren el riesgo de perder el poder de su discurso. 


5.7 Las unidades de pensamiento 


Debemos recordar que escribir es una actividad claramente humana, y que, como todo conocimiento humano, implica intrínsecamente, inevitablemente y gloriosamente actos de interpretación. Debemos preocuparnos no solo por la precisión y claridad de lo que escribimos, sino por hacer de nuestra escritura un reflejo de quienes somos, cómo pensamos, lo que valoramos…, pero no podemos llamar escribir al cortar y pegar, porque ello no tiene ninguna definición sobre nuestra identidad. Estilo de nuestra escritura nos presenta como conciencias únicas, personalidad y carácter que procesa información, la trasmite en código y no como autómatas que registran, pegan, cortan como si estuvieran siendo arrojados por una máquina, pero aún, un acto irracional.


Pero aquí nos referimos a la escritura como un proceso de descubrimiento en el que los  sujetos descubren cosas de sí mismos, incluso mientras escriben su mente les dice que desconocen, que no logran precisar, que ahora por fin comprenden un significado. La escritura efectiva siempre incluye un proceso de reflexión y esto lo que la distingue de la escritura de copiar y pegar, de repetir, y presentar una forma recortada de la información. 


En un plano por encima de las palabras de categorías gramaticales: determinativos, sustantivo, adjetivo, verbo, preposición, conjunción e interjección; está la unidad más pequeña gramátical/sintaxis, la sentencia. En el español también llamada oración. Las sentencias son cadenas de palabras que se mantiene unidas por relaciones sintácticas. Por código escritor, las sentencias tienden a comenzar con una letra mayúscula inicial y la parada completa final con un punto. Esta arquitectura de sentencias nos generan varías unidades de pensamiento de diferentes tamaños: palabras, frases, proposiciones y cláusulas. Las palabras como unidad gramática refieren a enunciar género, número, tiempo, nombre, propiedad, acción, adición de información, operación lógica e interrogación/admiración. En el uso cotidiano, una frase es un grupo de palabras que se encuentran encadenadas como una unidad conceptual. La definición lingüística de frase incluye estas características: un grupo de palabras de ración semántica y gramaticalmente que tienen un estructura interna. Debido a que las frases forman unidades conceptuales y sintácticas, con frecuencia se pueden reemplazar por una sola palabra. Por lo tanto, una frase es una unidad intermedia entre la palabra y la proposición. 


Cláusula tiene un significado específico en la lingüística. Cláusula es una sentencia que contiene un verbo léxico y cualquier otros elementos de sentencia que requiera este verbo. Es decir, puede consistir en al menos dos sentencias. 



Ahora queremos sugerir que la sintaxis acumulativa de sentencias (cláusulas), nos permite revelar más sobre la información característica en las que procesamos la información. Un paso más allá de hacer comparaciones, símiles, entre dos o más cosas o situaciones que son diferentes, son estructuras de razonamiento especulativas (proposiciones) sobre lo que se conoce o no se conoce. Cada una de estas sentencias va más allá de afirmar lo que se sabe que sugiere motivaciones o causas que siguen siendo especulativas. Cada sentencia intenta explicar la imagen, la idea o situación a la que hace referencia, revelando que el escritor quiere ser útil, quiere dar cuenta de las cosas lo mejor posible. Quiere involucrar aún más al lector en el esfuerzo por ganar profundidad en la información que proporciona. Cada sentencia nos da una idea de la forma en que el escritor piensa sobre el mundo en general, y sobre el estilo con que aborda el tema de esa escritura en particular.


5.8 Especulación hipotética deductiva o inductiva


En nuestra experiencias, un estudiante que aprende a especular escribiendo cláusulas, desarrolla la habilidad intelectual de construir teoría. Las especulaciones (proposiciones) introducen apropiaciones de lo que consideramos verdadero, falso, existe o no existe. Las sentencias especulativas serán apropiadas para ser unidades de datos recuperados de la literatura disponible. La sintaxis acumulativa de sentencias puede llevarnos a considerar si las incluiremos o no en nuestro manuscrito. Después de todo, todos los pensamientos tendrán la calidad que necesitamos para lograr una escritura de disertación forjada en un rigor lógico: epistémico y doxástico (estilo de la red de pensamiento y estilo en la red conceptual). Los lectores interpretan la acumulación de sentencias como un proceso de discusión que está preguntando y contestando por qué suceden como suceden las cosas. 


Aquí, por supuesto, estamos pensando que escribir es una situación importante de realizar juicios, mostrar nuestra capacidad de interpretación, apoyarnos en los pensamientos de otros, y clarificar nuestro compromiso con presentar información que sea auténticamente original de nuestra persona. En esta discusión de defensa y afirmación el escritor da pasos acumulativos en su escritura del manuscrito. Este proceso de disertación, insta a los estudiantes a involucrar varios ensayos de relaciones lógicas entre conceptos, hechos, premisas, evidencias y teorías. Acumular sentencias no es la idea de una cosa tras otra, en su lugar es preguntarnos cómo y por qué. Un consejo para los principiantes es que cada toma de notas, en su acumular de datos, el cómo y por qué sea un proceso de revisión de la literatura disponible. Con frecuencia el estudiante universitario se beneficia de la lectura lenta, porque ir más allá de lo conocido, es especular ensayando conexiones entre datos, especular probabilidad o incluso simplemente considerar los mundos posibles que explican esa realidad.


Considere este ejemplo de acumulación de sentencias:


El fuego se extendió rápidamente, sus llamas avivadas pro el brisa constante, consumiendo el pequeño apartamento en minutos, posiblemente el resultado de un corto circuito que alcanzo demasiado cerca a soplar en las cortinas.


Algunas sentencias acumulativas colocan una frase modificada de segundo nivel justo después de la primera cláusula en una sentencia compuesta y justo después de la segunda cláusula.


La teoría lingüística nos dice que el último o el último paso o ranura de la sentencia generalmente es el lugar en alquiler que alcanzamos una inferencia de conclusión. Este efecto retórico impacta el ritmo de nuestro pensamiento, como un patrón reconocible del estilo de pensamiento que asumimos: inductivo, deductivo, mixto o constructivo. Un principio de la escritura de disertación es la composición acumulada de sentencias que intentan alcanzar una inferencia de conclusión parcial o final.


Tiene sentido este principio de iniciación de la escritura de disertación, particularmente cuando se utiliza acompañado de un sistema de toma de notas que gestiona datos para hacer afirmaciones de alguna manera superiores a las sentencias acumulativas sueltas con la intensión de alcanzar a lograr un argumento. La verdad es que podemos dar forma a nuestras sentencias para enfatizar cualquier parte que queremos destacar en nuestro razonamiento, determinado un contexto y propósito de las cadenas de sentencias, más por intención que por suerte aleatoria. El escritor desea hacer más prominente su razonamiento. La posición lógica de las sentencias por sí mismas pueden no suponer un énfasis, por lo general la posición final de inferencia es la que generalmente tiene este énfasis (inferencia de conclusión). 


Y es por eso que, al hablar de lenguaje argumentativo, sugerimos la ventaja de usar el paso final de una sentencia acumulativa (cláusula), para refundar los datos generados por el sistema de toma de notas. Es por eso que ahora estamos sugiriendo ventajas de usar como sentencia final de una cláusula para especulaciones sobre motivos, causales, consecuencias probables; porque la heurística es un conjunto subordinado de tareas de razonamiento que cumplen funciones informativas sobre la combinación de datos. 


Por su puesto, la sintaxis acumulativa invita a que aprendamos e incorporar a nuestro vocabulario operadores modales, que nos permitan hacer fórmulas lógicas en nuestro discurso de disertación[17]. Nuestro máximo poder generativo acumulativo, nos recuerda que aprender a pensar al escribir es en resumen recuperar libremente datos, organizarlos en categorías, construir cláusulas y tender a lograr argumentos colgando sentencias de inferencia (conclusiones). Esto nos da la oportunidad de aprender revelando conocimiento dentro de nuestro proceso de escritura de disertación, haciéndonos de estilos de razonamiento que otros emplean con maestría en sus artículos de investigación. Tal vez llamar una sentencias de proporciono especulación, es probablemente el camino más claro para ganar confianza al crear teoría.


5.9 Comenzar a escribir 


El mayor estudiante de Platón se unió a la Academia a los 17 años. Permaneció allí durante veinte años, primero como estudiante y luego como su colega, hasta que Platón murió en 347 aC. En ese momento, se fue  Macedonia a educar un niño de 13 años que se conoció como Alejandro Magno. De regreso a Atenas fundó su propia escuela “Peripatética”, allí permaneció hasta dos años antes de su muerte. Produjo un enorme volumen de trabajo que comenzó en la Academia, continuó en Assos y alcanzó su cenit en su propia escuela. Sus escritos se extendieron a todos los dominios del aprendizaje humano. Se organizan en torno a los siguientes temas: lógica y lenguaje (definición de verdad y falsedad, naturaleza del juicio, la predicación, la generalidad y las falacias), Epistemología (incluida la demostración, el conocimiento y el razonamiento deductivo e inductivo), Metafísica (incluida la sustancia, la esencia, el accidente, la existencia y Dios), Física (el mundo natural y el cosmos), Biología (incluida la historia, la generación, la vida y la muerte de los animales), Psicología (incluida la percepción, la memoria, el razonamiento, el sueño y los sueños) y la Ética, Política y Estética (incluida la retórica y la poética). 


Un seguidor de Platón, Aristóteles creía en la inmortalidad del alma, su preexistencia entes del nacimiento cuando se familiarizó con las formas a través del argumento filosófico. Con el tiempo, abandonó esos puntos de vista y modificó la teoría para lograr un gran alcance. También produjo la primera codificación sistemática de principios de inferencia lógicamente válida y desarrollo teorías de ética y política que eran más realistas y más ampliamente aplicables que las de Platón. Finalmente, comenzó a cumplir con la promesa platónica implícita de avanzar en el conocimiento empírico del mundo físico y nuestro lugar en él. Mientras que fue Platón quien, más que nadie, proporcionó la inspiración, los fundamentos conceptuales y el marco institucional para avanzar en el conocimiento humano, fue Aristóteles quien, más que nadie, nos dio los comienzos sistemáticos de la lógica, la física, la biología y las ciencias sociales (incluida la psicología y la política).


El filósofo Quine, mostró que no puede haber distinción entre las proposiciones que son verdaderas puramente en virtud de su significado y las que no son. Al hacerlo, Quine devastó los programas universitarios que dependen de una noción analítica, específicamente la teoría lingüística de la verdad necesaria y la del conocimiento a priori[18].


El propio Quine, por lo que toca al significado, incluiría la tesis de cómo determinar un significado y el escepticismo del significado. Sin embargo, no es necesario decir más, como realistas sobre el significado científico, podemos tratar la discusión autónoma de Quine con una visión profunda de la naturaleza de los hechos científicos, en lugar de cualquier tipo de rechazo de ellos. Podemos descartar las nociones de lo analítico y lo a priori sin por ello comprar ningún tipo de escepticismo sobre el significado.


Pensadores radicalmente comprometidos con el arte del pensar científico, no pueden dejar de lado el estudio de la naturaleza del significado en sí, cualquiera que sea precisamente la interpretación correcta del significado que nos sostendrá una distinción entre lo analítico y lo sintético; desde la publicación de “dogmas del emperismo”, el rechazo de Quine a la analítica todavía prevalece. En el sentido de que también se rechaza la indeterminación… Hay una noción de “verdad” en virtud del significado, lo que llamaremos la noción metafísica (la teoría) que se ve socavada por un conjunto de consideraciones independientes de la indeterminación de equiparar lo lingüístico a la cosa observada. 


Pero estas consideraciones no socavan la consideración de la explicación analítica del a priori. Porque nos parece que una noción completamente distinta de la analítica subyace a esa explicación, una noción que es de carácter epistémico. Y en contraste con la visión metafísica, la noción epistémica puede ser defendida, siempre que un mínimo de realismo sobre el significado sea verdadero. Nos inclinamos a sostener, por lo tanto, que no puede haber una crítica quineana efectiva del a priori que no dependa en última instancia de la tesis radical de Quine de la indeterminación del significado, que muchos pensadores siguen rechazando. 


A priori es el contenido mental. ¿Qué es el contenido mental y puede comprenderse en términos totalmente naturalista? ¿Cómo, si es que lo hacemos, podemos conocer el contenido de nuestros pensamientos? ¿La inteligencia artificial logrará mirarse a sí misma? ¿Qué podemos saber, si es que podemos saber algo, basándonos solo en nuestro conocimiento del contenido? 


No podemos dar sentido a las concepciones irrealista del contenido mental. Ese contenido mental no puede comprenderse en términos totalmente naturalista. Realmente estamos convencidos que hay un problema que explica nuestro conocimiento que privilegia nuestros propios contenidos mentales (prejuicios). La única esperanza para explicar la posibilidad de creencias justificadas a priori es a través del despliegue de la noción de una proposición que es justificadamente aceptada solo en virtud de ser entendida, pero este estilo de explicación no tiene porque tener nada que ver con la noción desacreditada de Quine, de una proposición fácticamente vacua. 


Cuando apuntamos la justificación de nuestra verdad, nos enfrentamos con la dificultad de explicar cómo somos capaces de tener el tipo de conocimiento privilegiado de los contenidos de nuestro propios estados mentales, que acreditamos especialmente si esos contenidos están individualizados externamente por nuestra escritura y tanto por la literatura del pensamiento contemporáneo. Es como considerar que dada cual es solo privilegiado de sus autoconocimiento y de su externalismo. Solo cuando escribimos nos damos cuenta qué hablamos de nuestros pensamientos y se nos muestran, dadas sus posiciones internalistas relativamente débiles sobre su justificación. El conocimiento de nuestro proprio contenido es una oportunidad para crecer en nuestra habilidad intelectual, al no realizar síntesis escritas de nuestros propios pensamientos, implica que nuestro intelecto esté en un pantano divagando sin introspección lógica o basado en nada con el vínculo en la discusión de nuestros interlocutores científicos. Es como hablar del lenguaje de nada y producir consensos racionales con nadie.


Un sujeto aprendiz de científico, solo cambia involuntariamente entre dos entornos externamente distintos, un entorno de cuestionamiento de las ideas y en un entorno de disertación escrita que da lugar a la literatura disponible, el papel libre de participar en las justificaciones y discusiones. Si fuera cierto lo que los empiristas enfocados en el diseño experimental argumentan, solo podríamos conocer una proposición a priori, solo después de conocer a posteriori en una experiencia de investigación sobre lo real. 


La trasparencia del contenido científico, no está en el conocimiento privilegiado de los pensamientos individuales, sino en nuestra capacidad de conocer hechos, evidencias, datos…, sobre la similitud y la diferencia en las observaciones independientes que crean fichas de pensamiento distintas. La trasparencia se ve fortalecida por las visiones externalistas del contenido del pensamiento científico, ofrece una visión a nuestra persona de lo socialmente aceptado como verdad provisional en el tiempo. 


Estamos convencidos que la educación universitaria de excelencia solo es posible tomando el camino de lograr formar los modos de conocer científico dentro de la disertación y queda mucho por hacer en una comunidad juvenil que llega con escaso gusto por leer y escribir.


5.10 Producir el significado


El rol de seguimiento de consideraciones (The Rule-Following Considerations, RFC), es una forma condensada de declaraciones de afirmaciones centrales que se amplía en la discusión de los significados. Fue creado RFC y publicado por la revista Mind con el título “State of the Art”, como respuesta al fuerte impacto en la década de los 1980 sobre las reglas y el leguaje privado que hace en respuesta  a Sual Kripke sobre Wittgenstein[19]. Esto refiere claramente a las reglas (roles) epistémicas de los modos de conocer (En lógica, una regla de inferencia, o regla de transformación es una forma lógica que consiste en una función que toma premisas, analiza su sintaxis, y devuelve una conclusión (o conclusiones[20])).


Kripke escribe con especial atención a esa subespecie tan importante de seguimiento de roles que debe ser justificada sobre todo significado, cuya resolución, es un sorprendente y dudoso no factualismo sobre el significado. De modo que: según la cual cuando una persona T sigue un rol R, la aceptación de R por parte de T explica y racionaliza el comportamiento de T. En este sentido el seguimiento de rol, sin embargo, no puede ser cierto para que todo significado sea el resultado de un seguimiento de reglas en particular, no puede ser cierto que el significado mental lo sea. Cualquier paradoja sobre el significado, sin embargo, solo puede tener éxito si amenaza el significado lingüístico y mental simultáneamente. Por lo tanto, o el argumento de Kripke no funciona o hay una forma alternativa de desarrollar la paradoja, una que no se base en la afirmación de que todo significado es engendrado por el seguimiento de reglas lógicas. 


El problema del escepticismo radical, es un asunto fascinante para nosotros. Aunque nos interesa todas las variedades de principales del escepticismo radical, el problema escéptico ampliamente cartesiano con respecto a nuestro conocimiento del mundo externo, al menos como se entiende este problema en la literatura contemporánea, siempre es el que más nos importa. Siempre hemos reconocido algo más profundo en este problema para la formación de los modos de conocer científico.


Por otro lado, la angustia epistémica ofrece una solución completamente nueva al antiguo problema filosófico del escepticismo radical: el desafío de explicar cómo es posible tener conocimiento de un mundo externo a nosotros.


Duncan Pritchard argumenta que la clave para resolver este rompecabezas es darse cuenta de que se compone de dos problemas lógicamente distintos, cada uno de los cuales requiere su propia solución. Luego propone soluciones a ambos problemas. Con ese fin, la explicación de Wittgenstein sobre la estructura de la evaluación racional demuestra cómo proporciona una solución elegante a un aspecto del problema escéptico[21]. Pritchard también revisa la propuesta disyuntiva epistemológica que desarrolló en trabajos anteriores y muestra cómo puede manejar de manera efectiva el otro aspecto del problema. Finalmente, argumenta que estas dos posiciones antiescépticas, aunque superficialmente en tensión entre sí, no solo son compatibles sino que también se apoyan mutuamente. El resultado es una resolución integral y distintiva del problema del escepticismo radical, que desafía muchas suposiciones de la epistemología contemporánea.


Una aceptación de la indeterminación del significado puede conducir a una variedad de otros puntos de vista sobre el significado. Por ejemplo, podría en un extremo conducir a una eliminación absoluta sobre el significado. O podría tomarse como una semejanza el significado, en lugar de una similitud el significado. Nos preocupa la cuestión ética que se desprende de la tesis de indeterminación, en el sentido de que sea tomada como cierta. Deseamos demostrar que el escepticismo sobre la analítica epistémica no puede detenerse antes de la tesis de la indeterminación, tesis que muchos pensadores coinciden en rechazar[22].


Tradicionalmente, se ha pensado en tres clases de proposiciones que son objeto de conocimiento a priori: las lógicas, matemáticas y “verdades conceptuales” como: todos los cuadrados son de cuatro lados. El problema siempre ha sido explicar lo que podría justificarnos en la consideración de tales afirmaciones por motivos a priori.


La historia de la filosofía ha conocido una serie de respuestas a este problema, entre las cuales: estamos equipados con una facultad especial de intuición de recopilación de evidencia, distinta de los cinco sentidos estándar; ejerciendo esta facultad, somos capaces de conocer a priori verdades como las de las matemáticas y la lógica.


El ímpetu central detrás de la explicación analítica del a priori, sin tener que postular una facultad tan especial, nunca ha sido postulada o descrita en términos satisfactorios. La pregunta es, ¿cómo podría una declaración fáctica S ser conocida a priori por T, sin la ayuda de una facultad especial de recopilación de evidencia?


Aquí, al parecer, hay una forma: si la mera compresión del significado de S por T, fuera suficiente para que T estuviera justificado en sostener que S es verdadero. Si S fuera analítico en este sentido, entonces, claramente, su prioridad sería explicable sin apelar a una facultad especial de intuición: la mera compresión de su significado por T sería suficiente para explicar la justificación de T para sostener que S es verdadero. En este sentido, entonces, la “analítica” es una noción abiertamente epistemológica: una declaración es “verdadera en virtud de su significado” por sí sola es suficiente para una creencia justificada en su verdad.


También puede hacerse otra lectura de la frase “verdadero en virtud del significado”, según la cual una declaración es analítica siempre que, en algún sentido apropiado, deba su valor de verdad completamente a su significado, y no en absoluto a los “hechos”.


En esta disputa sobre la analítica, ha habido una grave falta de claridad en la materia. El propio Quine tiende a etiquetar la analítica como una doctrina epistémica, por ejemplo: la lingüística de la verdad lógica, que es una doctrina epistémica, donde las verdades lógicas son verdaderas puramente en virtud de los significados previstos en el lenguaje, o el uso previsto de las palabras lógicas[23]. 


Referirnos al concepto metafísico, es preguntarnos ¿qué podría significar decir que la verdad de una declaración está fijada exclusivamente por su significado y no por los hechos? 


¿S es cierto sí para algunos p, S significa que p y p?


Cómo podría el mero hecho de que S significa que p hace que sea cierto ¿No tiene que ser también el caso que p? Como Harman lo ha dicho dentro de su frese “el cobre es cobre”, qué nos impide decir que la verdad expresada por “el cobre es cobre” depende en parte de una característica general de la forma en que el mundo es a saber, que todo es idéntico a sí mismo[24].  


El sujeto T de la noción metafísica tiene un retorno, uno que tal vez no ha sido suficientemente abordado. Si es sabio, no querrá negar la verdad de la verdad. Lo que querrá decir en su lugar es que, en algún sentido apropiado, nuestro significado p por S hace que sea el caso de p. 


Pero este camino está lleno de dificultades. Porque, ¿cómo podemos dar sentido a la idea de que algo se hace realidad por nuestro significado de algo, por una proposición? Desde luego un estudiante pasivo en una aula, podría preguntar ello de este modo a un profesor.


Considere una proposición de la forma “p o no p”. Es fácil, por supuesto, comprender cómo el hecho de que queramos decir lo que hacemos con los términos de los ingredientes de S fija lo que expresa en la proposición en su conjunto; y es fácil comprender, en consecuencia, cómo es el hecho de que queramos decir lo que hacemos con la proposición que expresa algo verdadero o falso. Pero como señala Quine, eso es solo la dependencia normal de la verdad del significado. Lo que es mucho más misterioso es la afirmación de que la verdad de lo que expresa p, de modo que podemos decir que no habría sido cierta en absoluto sino hubiera sido por el hecho de que se expresa por esa sentencia. ¿Debemos realmente suponer justo antes de estipular un significado para la proposición p? Por ejemplo:


O la nieve es blanca o no lo es.


¿No es el caso que la nieve fuera blanca o no lo fuera? Es abrumadoramente obvio que esta afirmación es cierta ante tal acto de significado, y que habría sido verdad incluso si nadie hubiera pensado en ello, o elegida para ser expresada por una de nuestras proposiciones.


¿Por qué, si esta idea es tan problemática como hemos afirmado que es, figura tan importante en el pensamiento positivista sobre la analítica? Gran parte de la respuesta se deriva del hecho de que los positivista no solo querían proporcionar una teoría del conocimiento a priori; sino también querían proporcionar una teoría reductiva de la necesidad la lógica. La motivación no era puramente epistemológica, sino también metafísica. Guiados por el temor de que las conexiones necesarias obstinas e independiente del lenguaje fueran metafísicas y epistemológicas, intentaron mostrar que todas las necesidades podían entenderse como necesidades lingüísticas, en las sombras proyectadas por decisiones convencionales sobre el significado de las palabras. Se suponía que el significado lingüístico convencional, por sí mismo, generaba la verdad necesaria: se suponía que un sí mismo, generaba la verdad. De ahí el juego con el concepto metafísico de la analítica (analítica, entiéndase por el estudio del lenguaje por medio de la lógica formal, por ejemplo el análisis lógico de los conceptos). 


¿Cómo es posible dar fuerza a nuestras justificaciones para que tengan un peso científico?


Necesitamos iniciar con cierta comprensión, por breve e informal que sea, de lo que es creer algo y de lo que es que una ciencia valga como un conocimiento a priori. 


Trabajemos con una imagen de creencia que sea lo más hospitalaria posible para la perspectiva básica de Quine[25]. Cuando con esta imagen “lingüística”, los objetos de creencia no son proposiciones, sino sentencias interpretadas: para una persona T creer que p es para T mantener verdadera una sentencia S, lo que significa  p en el lenguaje de T.


Contra este trasfondo aproximado, podemos decir que para T saber que p es para T sostener justificadamente S verdadero, con una fuerza suficiente para que sea conocimiento, y desde luego para que S sea verdadero. Y decir que T conoce p a priori, es decir que la garantía de T para mantener S verdadera es independiente de la experiencia sensorial externa. La inclusión del término “externo” que aquí es en parte estipulada. Siempre nos ha parecido natural considerar que el conocimiento a priori abarca el conocimiento que se basa puramente en la experiencia interior. La pregunta interesante en el análisis del concepto de prioridad se refiere a esta noción de garantía: ¿Qué es necesario para que una creencia se justifique independientemente de la experiencia sensorial externa? Responder ello, es vital para la actividad científica de justificación de las ideas. 


Desde la visión minimalista, decir que la garantía de una creencia dada es a priori es simplemente decir que está justificada por el agente que la ostenta expresar, con una fuerza sufiente para ser conocimiento, sin apelar a la evidencia empírica[26]. En aras de la brevedad, en adelante entenderemos que “justificar” significa una fuerza suficiente para lograr un conocimiento, es la forma por excelencia de un proceso de agencia o apropiación de conocimiento[27]. En una visión más fuerte, es decir, que la justificación en cuestión no es inviable por ninguna evidencia empírica futura. La fuerza de una creencia a priori es en el sentido de tener razones para abandonar nuestra anterior creencia por una nueva teoría general. 


La primera y más importante tarea es separar la idea de analítica epistémica (justificación sobre la base del significado solo) de la idea de la analítica metafísica (la verdad sobre la base del significado solo) y mostrar que la primera idea podría sobrevivir sin ninguna ayuda de la segunda como para el caso de las matemáticas. 


Pero, ¿cómo podría la mera compresión del significado de una proposición ser suficiente para que un pensador esté justificado en creer que es verdad, especialmente si la sentencia no se considera objetivamente vacía? Podemos rescatar dos nociones semánticas de los ataques de Quine, nociones que son cruciales para las explicaciones basadas en el significado del a priori. La primera es la idea de una proposición que es transformable en una verdad lógica mediante, lo que se llama analítica de Frege. Y la segunda es la idea de una proposición que sirve como un definidor implícito para uno de sus términos ingredientes, lo que que se llama la noción analítica de Carnap. 


Primera consideración, una en la que el conocimiento de un pensador de los hechos semánticos relevantes proporcione la base para su conocimiento de la verdad de una proposición dada, a través de una inferencia de lo primero a lo segundo. En segundo lugar, una en la que la explicación no podría proceder de esa manera, pero en la que tendrían que ser los propios hechos semánticos, en contraposición al conocimiento de un pensador de ellos, los que proporcionen la justificación requerida. Podemos llamar al primer modelo inferencial y al segundo constitutivo. La distinción entre estos modelos no la discutimos aquí.


¿Cómo son posibles las razones epistémicas objetivas? 


Solemos distinguir claramente entre justificar nuestra creencia de que una regla deductiva dada por inferencia es válida, versus nuestra justificación a priori para inferir de acuerdo con esa regla. Sostenemos que si ha de haber alguna justificación para lo primero, tendría que ser de naturaleza inferencial. Y tratamos de explicar por qué, incluso si esa inferencia resultara ser una regla circular, empleando la misma regla que estaba tratando de justificar, todavía constituir una justificación genuina. 


Nuestra justificación para inferir de acuerdo, por ejemplo con la regla Modus Ponens[28], no puede constituir ningún tipo de inferencia; más bien, el hecho de que esa regla sea constitutiva de nuestra posesión de si debe alguna manera, por sí misma, proporcionar nuestra justificación para inferir de acuerdo con esa regla. La pregunta es cómo puede hacer eso. 


En razones objetivas, Christopher Peacocke asume que las reglas que constituyen el significado tendrían que preservar la verdad; y utiliza esa afirmación para explicar cómo una regla que constituye un significado podría proporcionar una justificación a priori para las inferencias[29]. Sin embargo, esa explicación más tarde nos pareció insatisfactoria, por dos razones. En primer lugar, parecía presuponer una visión fiabilidadista de la justificación (probabilidad de que un sistema cumpla una determinada función bajo ciertas condiciones durante un tiempo determinado), la cual la rechazamos. En segundo lugar, y lo que es más importante, nos pareció que asume una concepción demasiado estricta de los conceptos. Los conceptos parecen relativamente fáciles de conseguir; en particular, parece haber conceptos absolutos posibles, cuya regla constitutiva de significado no preservarían la verdad, al asumir conceptos últimos.


Estamos muy lejos de saber si existen explicaciones satisfactorias basadas en el significado de los a priori y, si las hay, exactamente cómo se van a formular y hasta dónde se pueden hacer para extenderse.


Color: concepto y propiedades


De acuerdo con los principales discursos realistas de los colores, los colores son disposiciones en las partes de los objetos que nos afectan de ciertas maneras o propiedades físicas de cierto tipo que deben ser descubiertas por la ciencia del color. El color como cualidad secundaria, es la sugerencia fisicalista. En contraste con estas posturas, los colores son propiedades monásticas de una frecuencia de una onda electromagnética, no disposiciones, no relaciónales, esencialmente cualitativas. Dado que si pensamos que está característica no se desprende de ningún objeto externo real, no están realmente coloreados. Imprudentemente damos la impresión de que, si bien los colores pueden no ser instanciados por objetos externos, son más nuestros estados mentales y “proyectados” en objetos externos.


Ambas afirmaciones son opcionales desde el punto de vista de la literatura. Puede ser que, incluso si una teoría del error es correcta, los colores no están instanciados para nada, y mucho menos por estados mentales[30]. Y puede ser que, aunque los colores sean lo que decimos que son, una teoría del error no sea correcta, los objetos externos sean capaces de instanciar colores tal y como los caracterizamos. Nuestras afirmaciones sobre la naturaleza de las propiedades del color se abordan sobre la base de una consideración de la naturaleza de los conceptos de color. Lo que sabemos sobre los colores a priori y lo que sabemos sobre la naturaleza de la experiencia del color se utiliza para restringir la explicación correcta del contenido de los conceptos de color. Y ese cálculo a su vez se utiliza para restringir la medida correcta de la naturaleza de las propiedades del color. Los argumentos en su conjunto ilustran la compleja interacción que existe entre el significado, referencia y el conocimiento a priori de la materia y la energía. Para un pintor, el color podría ser una forma de expresar emociones y razones humanas, su combinación sugerir un lenguaje poético. 


La famosa “conclusión escéptica “ que atribuye a Wittgenstein:


“No hay ningún hecho sobre mí que distinga entre mi significado y una función por “+”… y mi significado nada en absoluto”.


¿Cómo apoyar una tesis tan radical? Por eliminación: todos los hechos disponibles potencialmente relevantes para fijar el significado un símbolo en el repertorio de un pensador dado (hechos sobre como usa realmente la expresión, hechos de cómo esta dispuesto a usarla y hechos sobre su historia mental cualitativa) son rodeados y se encuentran deficientes. Una reflexión adecuada sobre lo que es que una expresión posea un significado traicionaría, por lo que Kripke nos invita a creer, que ese hecho no podría estar constituido por ninguno de esos. 


La afirmación es, por supuesto, indiscutible en relación con los hechos sobre el uso real y los fenómenos cualitativos; es una lección familiar y bien asimilada de, precisamente, las investigaciones de  Wittgenstein, que ninguna de esas especies de hechos podría, ya sea de forma aislada o en combinación, capturar lo que es que un símbolo posea un significado. Mucho más importante y controvertido, sin embargo, es el rechazo de Kripke de un relato disposicional de los hechos de significado. ¿Por qué los hechos sobre cómo un hablante está dispuesto a usar expresión se consideran insuficientes para determinar su significado? 


Kripke desarrolla dos tipos de consideraciones. Primero, la idea de significar algo por una palabra es una idea con un carácter infinito: si quiero decir más por “+”, entonces literalmente no hay fin de verdades sobre cómo debo aplicar el término, es decir, solo a los miembros de este conjunto de triples y no a otros, si hemos de usarlo de acuerdo con su significado. Esto no es simplemente un artefacto de ejemplo aritmético; es válido para cualquier concepto. Si nos referimos a gato por “gato”, entonces literalmente no hay fin de verdades sobre cómo sería correcto para nosotros aplicar el término si hemos de usarlo de acuerdo con su significado. Pero, Kripke argumenta, la totalidad de mis disposiciones es infinita, siendo las disposiciones de un ser infinito que existe por un tiempo finito. Y así, los hechos sobre las disposiciones no pueden capturar lo que es para nosotros significar adición por “+”.


Segunda objeción a una teoría disposiciones se derivas de la llamada “normatividad” del significado. Esta objeción es algo más difícil de plantear, pero una formulación aproximada servirá por ahora. El punto es que, si nos referimos a algo con una expresión, entonces la infinidad potencial de verdades que se generan como resultado son verdades normativas: Son verdades sobre cómo debo aplicar la expresión, si he de aplicarla de acuerdo con su significado convenido por una sociedad de conocimiento, no verdades sobre cómo la aplicaremos. Nuestro significado de algo por una expresión, parece, no garantiza que habrá un hecho el asunto sobre si nuestro uso es correcto. Ahora bien, esta observación puede convertirse en una condición de adecuación en las teorías del significado: cualquier candidato propuesto para ser la propiedad en virtud de la cual una expresión tiene significado debe ser tal que fundamente la normatividad del significado. ¿Cuál es el uso correcto de esa palabra? Y este es un requisito de la terminología especializada de la ciencia, la ingeniería…,  porque estar dispuesto a usar una expresión normativa implica a lo sumo que no acepta el significado más vivo en esa comunidad de conocimiento. Caso contrario uno, precisa que algunos términos no son normativos y se justifica el acto intelectual de producir un nuevo significado favor de construir conocimiento.


5.10.1 El contenido del pensamiento 


Pero, ¿qué pasa con los pensamientos, las intenciones y otros estados mentales que contienes contenido? ¿Cómo figuran en el argumento escéptica se dirige contra ellos también, o se limita únicamente a la representación lingüísticas?


Es difícil ver cómo un significado convincente el escepticismo podría limitarse puramente el dominio lingüístico, dada la íntima relación entre el pensamiento y el lenguaje. Los filósofos se dividen, pro supuesto, sobre la naturaleza precisa de esta relación y, en particular, sobre la cuestión de la prioridad: ¿Las propiedades semánticas del lenguaje derivan de las propiedades representacionales del pensamiento, o es al revés? Cualquiera que sea la respuesta correcta, sin embargo, no parece haber una manera plausible de promover un escepticismo de significado específico del lenguaje. En la primera imagen, no se puede amenazar el significado lingüístico sin amenazar el contenido del pensamiento, ya que es del pensamiento que se considera que deriva el significado lingüístico; y en esta imagen, no se puede amenazar del pensamiento, ya que es del significado lingüístico que se considera que deriva el contenido del pensamiento. De cualquier manera, el contenido y el significado deben mantenerse o caer juntos. 


Si una tesis escéptica sobre el significado lingüístico va tener alguna perspectiva de éxito, entonces, también debe amenazar la posibilidad de significado (0 contenido) mental. Por supuesto, ese resultado es automático, deda una demostración de que cada no mental fija el significado lingüístico. Pero desde el punto de vista griceano, las cosas no son tan simples. Dado que el griceano sostiene que los elementos lingüístico adquieren su significado a partir del contenido previamente fijo de los estados mentales, un argumento en el sentido de que nada no mental fija el significado lingüístico dejaría al griceano imposible; necesita que se dé un argumento separado contra la posibilidad de contenido mental. ¿Ve Kripke esta necesidad y muestra cómo debe satisfacerse?





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Autores:

Nicolás Zamudio Hernández
Eduardo Ochoa Hernández
Abraham Zamudio Durán
Erasmo Cadenas Calderón
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Mónica Rico Reyes
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez Fernández
Rogelio Ochoa Barragán