Texto universitario


 

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LOS RECTORES  

VICTORIANO ANGUIANO EQUIHUA
1940-1943

Verónica Oikión Solano

El Colegio de Michoacán

COMENTARIOS PRELIMINARES

Este texto se centra en el licenciado Victoriano Anguiano Equihua al frente de la Rectoría de la Universidad Michoacana durante el periodo de 1940 a 1943. Bajo su rectorado se desplegó una intensa vida académica que hasta hace apenas algunos años ha sido revalorada en la historiografía académica, y que estuvo realmente poco visible y muy poco reconocida durante varias décadas.

Presento en las siguientes páginas algunos tramos significativos de la trayectoria profesional y del itinerario político de Victoriano Anguiano para destacar su perfil en relación con su nombramiento en el alto cargo universitario. Seguidamente, expongo los paradigmas teóricos de los que abrevó su proyecto e ideario académicos, que nutrieron su idea de universidad y su posicionamiento con respecto a la trascendencia y significación de la autonomía universitaria, así como sus ejes cardinales acerca de la educación universitaria. En tercer término, exploró, en distintos apartados, las vertientes de sus conceptos y arquetipos, que se tradujeron, en esencia, en la persistencia del fortalecimiento académico institucional. Las directrices a concretar fueron: la consolidación de las carreras impartidas mediante la elevación del nivel académico y el mejoramiento del conjunto de la planta docente; la rehabilitación y el crecimiento de la infraestructura universitaria; el impulso denodado al intercambio académico cuya punta de lanza fue la denominada Universidad de Primavera; y la vinculación y extensión universitarias, con miras a establecer sinergias con otras universidades estatales y con la Universidad Nacional, así como con centros universitarios de otras latitudes latinoamericanas para integrar una eventual red universitaria.


Por otro lado, abordo, de igual manera, los alcances y las limitaciones del desarrollo institucional universitario, y sus directas repercusiones en los sectores estudiantiles, el profesorado y, en última instancia, en la sociedad michoacana en su conjunto. Cabe mencionar que, mientras no se exacerbaron las divergentes posturas políticas en Michoacán, que confluían al interior de la Universidad, el prestigio profesional de Victoriano Anguiano, y sus contactos políticos y del ámbito educativo, repercutieron en forma favorable para la Universidad Michoacana. El término abrupto de su gestión -impugnada a consecuencia de un movimiento universitario con fuertes tintes políticos- clausuró los propósitos académicos y las tendencias doctrinales del rector Anguiano. Sobre todo, dejó polarizada a la Universidad Michoacana y sin rumbo académico definido.


ALGUNOS ANTECEDENTES EN LA HISTORIA DE VIDA DE
VICTORIANO ANGUIANO


El ilustre José Vasconcelos visitó Uruapan durante su campaña presidencial en 1929. En esa localidad fue recibido por un entusiasta joven estudiante de leyes de la Universidad Michoacana y quien organizó a los vasconcelistas uruapenses en forma por demás combativa. Su lengua materna era el purépecha y, comedido, dirigió encendidos discursos bilingües para que sus paisanos conocieran al candidato de la oposición.1 Ese joven era Victoriano Anguiano Equihua, quien había nacido en Parangaricutiro en 1908, de padre mestizo y de madre indígena purépecha. A lo largo de su niñez, Victoriano y su familia disfrutaron de cierto acomodo económico.

 

Lic. Victoriano Anguiano Equihua secretario del Gobierno del Estado de Michoacán, 1933, (AFVAE-COL-MICH),


En 1927, el joven Anguiano ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional, pero al desatarse la Cristiada una partida entró a su pueblo y asesinó a su padre. Ante esta tragedia familiar se vio obligado a retornar a Michoacán. En Morelia, Anguiano logró continuar sus estudios de abogado en la Universidad Michoacana e impartió las cátedras de Historia Universal e Historia de México en el Colegio de San Nicolás.


En julio de 1928, Anguiano conoció al general Lázaro Cárdenas del Río, gobernador electo de Michoacán, cuando éste visitó su pueblo en plena efervescencia cristera. A lo largo de su gubernatura (1928-1932), Cárdenas le dio distintas encomiendas al joven Anguiano. A fines de 1929 lo comisionó para intervenir en unos plebiscitos para elegir candidatos a regidores en Zacapu. En 1930, a sus 22 años obtuvo su título de abogado y se integró a la estructura gubernamental como agente del Ministerio Público adscrito a los Juzgados municipales y Juez de Primera Instancia en Morelia. Desde fines de 1931 ya lo largo de 1932, el gobernador Cárdenas lo retuvo a su lado como su orador oficial en sus giras por el estado. La Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Michoacana le concedió a Anguiano en 1931 la cátedra de Teoría General del Derecho.2


En el gobierno de Benigno Serrato (1932- 1934), cuando acababa de cumplir 23 años, Victoriano Anguiano se desempeñó como Oficial Mayor y Secretario general de Gobierno,3 enfrentándose política e ideológicamente a los líderes de la poderosa Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo (CRMDT), creada en 1929 por el gobernador Cárdenas.4 Después fue diputado federal (1934) y presidente del comité ejecutivo estatal del Partido Nacional Revolucionario (PNR) (1935).5 Durante la crisis política nacional de 1935, provocada por el callismo, Anguiano y otros connotados callistas fueron desaforados.6 Entre 1937 y 1940 Anguiano fue agente del Ministerio Público Federal, adscrito a los juzgados de distrito. Durante la segunda mitad de los años treinta se desempeñó como docente de Historia de América y de Historia Universal en la Universidad Nacional Autónoma de México.7

 

EL PARADIGMA TEÓRICO EN EL PROYECTO DE ANGUIANO
AL FRENTE DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA

Para comprender el ánimo que tuvo Victoriano Anguiano, previo a su asunción como rector, hace falta poner aquí en perspectiva sus observaciones acerca de lo ocurrido en la Universidad Michoacana en 1939, cuando se operó la transformación de la Casa de Estudios en una universidad socialista, luego de la promulgación de la nueva Ley Orgánica por el gobernador Gildardo Magaña.8 La opinión al respecto vertida por Anguiano es sumamente reveladora porque, desde su punto de vista: "se estableció la dictadura de las masas estudiantiles, y lo que había venido siendo un crisol donde se forjaron constructores de la nacionalidad mexicana, hombres de ciencia, literatos, dirigentes revolucionarios, etc., se convirtió en algo así como un partido político.

Mejor dicho, en una agrupación sectaria y dogmática, que excluía la esencia de toda institución Universitaria: la libertad de examen y crítica de pensamiento humano. Universidad es universalidad, y no aherrojamiento del espíritu humano a determinado sistema filosófico".9

En septiembre de 1940, con el arribo del general Félix Ireta a la gubernatura del estado, Anguiano fue nombrado rector de la Universidad Michcacana.10 Por lo tanto, desde su perspectiva, y con la aprobación y el apoyo del Consejo Universitario, se le presentaba el momento oportuno para modificar lo que a sus ojos era una perversión de los altos cometidos que debería emprender la Universidad, sobre todo, porque en su concepción vertical se habían desconocido "las jerarquías éticas y culturales que deben existir en toda Universidad",11 cercenando los valores de libertad y justicia social, de los que se ostentó como su defensor.12 La llegada de Anguiano a la rectoría, como bien apunta Miguel Ángel Gutiérrez López, renovó "el ideal de Universidad presente en la Ley Orgánica de 1933, que en su origen planteaba que fueran los universitarios quienes condujeran libremente su institución".13


En enero de 1943, se realizó en la Ciudad de México el Congreso Nacional de Educación, auspiciado por la SEP y presidido por José Vasconcelos. Durante los trabajos de la comisión de estudios universitarios se puso a debate el artículo tercero constitucional, a propósito de la ponencia suscrita por el rector Anguiano y por el filósofo Juan David García Bacca. Ambos propusieron la modificación de dicho artículo con la eliminación de la frase

"concepto racional y exacto del Universo", substituyéndola con la expresión: "concepto científico, moral y estético del Universo y de la vida social",

Si bien no me extenderé en la polémica14 suscitada por esta propuesta, quiero enfatizar en las consideraciones que al respecto expuso Anguiano al ser entrevistado por el periódico El Popular, porque reflejan la atalaya modélica -con resabios vasconcelistas- desde la cual el rector asentaba filosóficamente la enseñanza científica, y, por ende, a la que aspiraba concretar en la Universidad nicolaita, desligándola de la atadura ideológica que él percibía en el tercero constitucional: "Entonces vino el lío del Congreso Nacional de Educación. Al hacer mi ponencia consulté con los profesores más distinguidos de Morelia.


Yo considero que no es decoroso ir a hacer el papel de apoyo simple a una cosa que como el artículo tercero no lo necesita, puesto que es una norma constitucional. Eso es redundante. Al tratarse el asunto del artículo tercero parte de mi ponencia contenía algunas críticas de carácter científico y filosófico. En el Congreso se provocó un choque con el delegado del gobernador Ireta. Yo considero que la crítica no es cosa ilegal, puesto que como lo dice Federico Engels la existencia de un estado acabado y perfecto, estático, sería una barrera al progreso".15
 
Cuando llegó a la rectoría, Anguiano encontró un entramado de intereses que le restaban capacidad académica a la institución: "una verdadera supeditación de las autoridades y maestros universitarios a los caprichos de los estudiantes: reducción de programas académicos, concesión de asistencias, de exámenes extraordinarios, etcétera; y además, maniobras de perversión, dando sueldos y becas a estudiantes inquietos y con facultades de líderes, para que colaboraran con el joven 'rector marxista' [se refiere a Natalio Vázquez Pallares] en el control de los estudiantes y en el desarrollo de una demagogia realmente indigna de cualquier universidad, no importa la ideología que tuviera. La famosa Nueva Ley Orgánica de la Institución, que ostentaban como la obra maestra y rutilante de la revolución universitaria, le atribuía a la Universidad el carácter de socialista y por consiguiente la obligación de orientar sus enseñanzas e investigaciones de acuerdo con el socialismo no se cuidaban de fijar, siquiera por medio de una cátedra especial, qué era el socialismo. Contra estas confusiones demagógicas y disolución de categorías éticas, docentes y universitarias, comencé a luchar".16

Por ende, Victoriano Anguiano, al frente de la Universidad Michoacana, impulsó un proyecto liberal humanista y con un sentido modernizador de reforma universitaria. Proclamó la libertad de cátedra, "el predominio de las 'fuerzas del espíritu' en el claustro inviolado de las universidades", y la autonomía que, desde su punto de vista, debería enarbolar la máxima Casa de Estudios de Michoacán frente a la autoridad del Estado.17 Subrayó al mismo tiempo la alta misión que cumpliría el conjunto universitario, como "ha sido siempre en la historia de Michoacán", como "el venero de rebeldes y luchadores en contra de las injusticias y abusos de los malos gobernantes". Además, concibió al recinto universitario como "la única fuerza viva, auténtica y desinteresada que ha dado gloria y lustre al Colegio y al Estado. Basta recordar que en el ilustre Colegio de San Nicolás se forjaron los constructores de la nacionalidad mexicana como Hidalgo, Morelos, Rayón, etc."18 Y aunque su rectorado duró menos de tres años, resulta sorprendente la visión de cultura e ilustración superior que tenía el rector Anguiano -él mismo poseía un bagaje erudito con conocimiento de autores clásicos y de las ciencias modernas- para colocar a la Universidad Michoacana en la delantera educativa del continente latinoamericano, pues desde su punto de vista: "América sigue siendo la tierra de la esperanza porque en ella (magnífico crisol) se han recreado y seguirán recreándose las esencias más puras y nobles de la cultura humana".19

En este contexto, su idea era enlazar a la Universidad Michoacana con otros centros educativos de excelencia a nivel mundial y continental para la formación de jóvenes profesionales que en distintas áreas del conocimiento sacasen a la Universidad Michoacana de su restringido entorno local, de sus evidentes limitaciones académicas, de su encajonamiento ideológico y de su provincialismo. Sobre todo, que la institución universitaria fuese recipiendaria de los altos valores de la civilización occidental; y a la vez proyectase su vocación pedagógica y científica como nicho de vanguardia, al crear y sustentar las ideas, el pensamiento y los conocimientos más avanzados de su época. Por tanto, en palabras del rector, los universitarios deberían aspirar a poseer un enfoque general y armónico del universo y un repertorio de ideas mediante el "conocimiento de las humanidades, de la historia, de la filosofía, de la ciencia, en sus principios fundamentales, en los métodos, la evolución y las conclusiones últimas".20

BALANCE ACADÉMICO Y DE LA INFRAESTRUCTURA
UNIVERSITARIA: ALCANCES Y LIMITACIONES


A las aulas universitarias acudían cada año en promedio unos mil 500 estudiantes repartidos en las facultades de Medicina, Farmacia, Enfermería, Jurisprudencia e Ingeniería, y en el Colegio de San Nicolás, la Escuela Normal, la Escuela Popular de Bellas Artes y la Escuela Secundaria.21 El rector Anguiano encontró en estado deprimente los recintos universitarios, y las carencias de todo tipo estaban a la orden del día, y, por tanto, los alcances de la enseñanza universitaria eran más bien modestos. Su administración atendió el mejoramiento de su planta docente, hasta donde le permitieron sus recursos, para elevar sus salarios hasta en un 50%. A su vez, el profesorado debió entregar el programa de las materias impartidas y aceptar sanciones por faltas injustificadas. La regularización académica implicó también que "la Universidad reformó sus planes de estudios, a efecto de satisfacer en la mejor forma posible las necesidades pedagógicas actuales". Además, la investigación científica prácticamente no existía en la Universidad debido a la falta de infraestructura y sin estímulos para las vocaciones juveniles.22


Inauguración de los cursos de la Universidad de Primavera "Vasco de Ouiroga", 18 de mayo de 1941. (AFVAE-COL-MICH).

 

A pesar de ello un fruto académico importante fueron los Laboratorios Centrales, cuya construcción y equipamiento fueron realizados con el apoyo del gobierno de Lázaro Cárdenas para el mejoramiento de la enseñanza de las áreas de física, química y biología en el nivel de bachillerato. De igual manera, en la Facultad de Medicina se instalaron los laboratorios de fisiología y biología.


La Facultad de Ingeniería contó con una máquina de resistencia de materiales. Entusiasmado al respecto, Anguiano afirmó que: "para las actividades científicas tenemos ya los elementos básicos para iniciar una nueva era, tanto por lo que se refiere a las disciplinas que requieren forzosamente la observación y experiencia como para iniciar trabajos de especulación".23 Los presupuestos con los cuales contaba la Universidad, mediante el subsidio federal y estatal, le permitieron mejorar sus condiciones materiales, pero de manera limitada. Hicieron falta, entre otros elementos: laboratorios y anfiteatro de anatomía para la Facultad de Medicina; mobiliario para el Colegio de San Nicolás, mobiliario para los archivos de historia del Museo Michoacano, y dotación de acervos bibliográficos para las bibliotecas de las facultades de Medicina, Jurisprudencia e Ingeniería.


Entre 1940 y 1944, la Universidad recibió anualmente como fuente de financiamiento entre 350 y 400 mil pesos que resultaron del todo insuficientes, pues tan sólo alrededor de 75% de estos recursos se utilizó para cubrir los sueldos de los profesores y personal administrativo. Algunos recursos, limitadamente, se utilizaron para elevar el monto de las 200 becas otorgadas a estudiantes pobres; en labores de difusión cultural y fomento editorial; en la adquisición de obras para las bibliotecas universitarias, y en el fomento de las actividades deportivas. En la medida de las posibilidades económicas, también se procuró remodelar y realizar mejoras materiales a la infraestructura con que contaba la Universidad.


De manera modesta y restringida se realizaron labores de servicio social a la comunidad michoacana mediante el dispensario médico gratuito y el bufete jurídico para atender diversas necesidades y problemáticas de la población. De igual forma, y con la asistencia de la Dirección de Educación en el estado, funcionaron nueve escuelas nocturnas de educación básica para trabajadores.

Aunque se careció de recursos para realizar programas de gran aliento en la investigación.

Sólo se concretó el Instituto de Estudios de la Cultura Purépecha, para la investigación filológica de la lengua purépecha, mismo que a raíz de la salida de Anguiano de la rectoría no pudo consolidarse, pero constituye un antecedente significativo al papel que varias décadas más tarde la universidad ha dado a la investigación y la enseñanza de la lengua y la cultura indígena. El rector y la autoridad estatal reconocieron en su momento que la Universidad, a pesar de los esfuerzos institucionales realizados durante esos años, se encontraba atrasada, no sólo en los aspectos materiales, sino en su capacidad reflexiva en torno al perfil de la educación superior que se pretendía brindar. Anguiano manifestó que era necesario que la Universidad contara con nuevas carreras, sobre todo de carácter técnico, pues estaba "convencido de que las profesiones liberales se hallaban en crisis y no respondían a las exigencias" de los tiempos nuevos que corrían, y tampoco se correspondían a las demandas y necesidades sociales de la sociedad michoacana de su época.24

El rector Victoriano Anguiano Equihua en su despacho de RECTORÍA. 1941. (AFVAE-COL-MICH).

Para tratar de resolver estas carencias, Anguiano prohijó el fortalecimiento docente para atraer a las aulas de la Universidad Michoacana a distintos personajes de alto nivel académico que provenían del exilio republicano español, como fue el caso del doctor Juan David García Bacca, en el área de la filosofía.25 Por su parte, el doctor Fernando de Buen y Lozano se incorporó, desde julio de 1939, como catedrático de Biología y encargado del Laboratorio Biológico.26 Además, la autoridad universitaria programó conferencias especiales con motivo de la apertura de los cursos universitarios a principios de 1941. Los temas fueron desde la ciencia política, pasando por la pedagogía y asentándose en los altos fines perseguidos por el centro universitario; el estudiantado escuchó a los distinguidos especialistas españoles: Manuel M. Pedroso, Joaquín Xirau y Juan Roura Parella. Y otros connotados científicos, a lo largo del ciclo escolar de aquel año, dictaron cursillos con temas referentes a la medicina, la filosofía, la economía y el derecho: Samuel Ramos, José Silva, Ignacio Chávez, Germán García, José Rábago y Mariano Ruiz Funes.27 Para el inicio del año escolar de 1942, la Universidad invitó a Eugenio Ímaz para impartir una conferencia sobre psicología; a Daniel Rubín de la Borbolla, sobre temas de antropología, y a Leopoldo Zea, sobre filosofía americana.28


El poeta Pablo Neruda acompañado por el rector Victoriano Anguiano Equihua, profesores
y estudiantes universitarios en el Colegio de San Nicolás, 1942, (AFVAE-COL-MICH),

 

LA UNIVERSIDAD DE PRIMAVERA, EL CULMEN ACADÉMICO DE ANGUIANO

Uno de los más importantes logros académicos el rectorado de Anguiano, el denominado Universidad de Primavera "Vasco de Quiroga", fue un plan de vinculación académica cuya primera versión fue realizada en mayo de 1940 a iniciativa de las autoridades federales educativas bajo el rectorado de Natalio Vázquez Pallares. El proyecto académico consistió en reunir en las aulas universitarias a la crema y nata de la intelectualidad y de la ciencia mexicana en aquel periodo, es decir, distinguidos científicos de distintas disciplinas, escritores, hombres y mujeres de ciencia, leyes y letras. El propósito fue acercar a la comunidad nicolaita al conocimiento y pensamiento universales. A la vez, conocer los retos planteados a la humanidad en el siglo XX para reflexionar analíticamente sobre la crisis planetaria en medio del conflicto bélico mundial. 29 En ese contexto, el rector Anguiano, apoyado en el Consejo Universitario, tomó la estafeta de manera entusiasta con respecto a la Universidad de Primavera. Los profesores invitados a la segunda versión del evento realizaron sus actividades académicas entre el 19 de mayo y el 1 de junio de 1941, y se enmarcaron en los festejos preparados por el gobierno del estado para conmemorar los cuatrocientos años de la ciudad de Morelia. El apoyo para su realización provino de dos ex rectores nicolaitas, los doctores Enrique Arreguín Vélez, subsecretario de Educación, y Jesús Díaz Barriga, director general de Educación Superior e Investigación Científica. El acto inaugural se realizó en el Colegio de San Nicolás presidido por Manuel Ávila Camacho, Jefe del Ejecutivo Federal.30


Las cátedras fueron organizadas bajo seis grandes rubros y en ellas participaron profesores y especialistas nacionales y extranjeros de reconocido prestigio: Ciencias exactas (Luis Enrique Erro, Carlos Graef Fernández, Francisco J. Escalante, Pedro Carrasco, Marietta Blau y José Giral Pereira); Historia y Sociología (Jesús Romero Flores, Wigberto Iiménez Moreno, José Corona Núñez, Joaquín Xirau, Miguel Othón de Mendizábal, Silvio Zavala, José Mancisidor, Rafael Ramos Pedrueza y Manuel Pedroso); Economía Social (Alberto Coria); Filosofía (José Carner); Pedagogía (Enrique Arreguín Vélez, Jesús Díaz Barriga y Guillermo Ibarra), y Arte (Gabriel Fernández Ledesma, Seki Sano y Carlos Velo).31 De esta manera, la segunda edición de la Universidad de Primavera se constituyó en un espacio plural y de diálogo debido a la concurrencia de diversas corrientes de pensamiento.32

En contraste, la tercera versión de la Universidad de Primavera tuvo distintos incidentes que mermaron su repercusión académica, debido a las muestras de descontento al interior de los recintos universitarios por parte de la Federación Estudiantil Universitaria de Michoacán (FEUM), cuyo comité ejecutivo calificó la presencia de Octavio Véjar Vázquez, el secretario de Educación Pública, invitado por Anguiano, como el intento de eliminar los postulados socialistas de la Ley Orgánica universitaria y pretender implantar el sistema de la libre cátedra.33 Sin embargo, para esta tercera edición las autoridades universitarias obtuvieron una ayuda importante por parte de la Comisión Mexicana de Cooperación Intelectual, presidida por el eminente filósofo Samuel Ramos.34


La reunión se realizó entre el 11 yel 15 de mayo de 1942, pero fue boicoteada por el estudiantado de la Federación Estudiantil Universitaria de Michoacán, que no permitió en varios casos que las sesiones programadas por los profesores se concretaran adecuadamente.

Los catedráticos invitados no llegaron a la veintena y los extranjeros estuvieron en franca minoría. No hubo tampoco una organización de las intervenciones de acuerdo con los rubros atendidos por los conferencistas. Además, las conferencias no tuvieron conexión unas con otras porque cada especialista abordó temáticas generales, aunque el rector manifestó que el eje sustantivo se refería a la cultura mexicana: Alfredo Baños, "La ciencia"; Samuel Ramos, "La filosofía en México"; Xavier Villaurrutia, "La poesía y el teatro"; Ermilo Abreu Gómez, "La novela"; Manuel Toussaint, "La pintura en México"; Manuel M. Ponce, "La música en México"; Arturo Arnáiz y Freg, "La historia"; Eduardo García Máynez, "La filosofía del derecho"; Salvador González Herrejón, "Curso de dermatología"; Alberto Escalona, "Cultura indígena"; Manuel Moreno Sánchez, "La política"; Alejandro Gómez Arias, "La universidad"; Jesús Silva Herzog, "Economía de México"; Eduardo Nicol, "La psicología"; José Gaos, "La filosofía"; Manuel Martínez Báez, "Parasítología"; Salvador Toscano, "Raíces de la cultura"; Salvador Aceves, "Curso de cardiología", e Isaac Costero, "Conferencia médica". Hubo intervenciones eruditas del mexicano Alfonso Reyes y del español José Medina Echavarría.35

A pesar de que el evento finalizó abruptamente ante el descontento estudiantil, debe enfatizarse que la Universidad de Primavera, como proyecto de extensión universitaria, fue una idea lúcida y original para acercar a la comunidad de la Universidad Michoacana a las distintas corrientes del pensamiento científico y para inocular en el estudiantado el interés por el conocimiento y cultura universal.

 

LA VINCULACIÓN UNIVERSITARIA

El rector Anguiano tuvo una intensa correspondencia con autoridades educativas, dirigentes de distintas universidades y directores de centros de educación superior nacionales (Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Guadalajara, Universidad de Guanajuato, Universidad del Noroeste, Universidad de Nuevo León, Universidad de Puebla, Universidad de San Luis Potosí, Universidad de Sinaloa, Universidad de Sonora, Universidad de Yucatán) y del extranjero (Argentina,36 Bolivia, Chile, Estados Unidos).37 Todo ello refleja la gestión académica de su rectorado con el propósito de colocar a la Universidad Michoacana en un lugar destacado en el concierto de las instituciones de educación superior, tanto al interior del país, como del extranjero.

El rector Victoriano Anguiano Equihua y miembros del equipo universitario de básquet-bol. (AFVAE-COL-MICH).


Presiden el acto del 8 de mayo de 1941 en el Colegio de San Nicolás, (AFVAE-COL-MICH).
Las diligencias realizadas fueron en favor de la consecución de acuerdos significativos que elevaran la calidad de la enseñanza; en la defensa de intereses comunes a las comunidades universitarias estatales, y para afianzar el intercambio y los vínculos académicos en beneficio del gremio estudiantil de nivel medio y superior. Muestra de ello fue el liderazgo de Anguiano en la Reunión de Rectores celebrada del 11 al 15 de agosto de 1941 en la Ciudad de México, donde propuso, y fue aceptada su iniciativa, para la unificación de todos los planes de estudio de nivel bachillerato y universitario. Además, en ese marco Anguiano se constituyó en un interlocutor importante para canalizar las demandas de los centros de educación superior de provincia directamente ante la instancia de Octavio Véjar Vázquez, el secretario de Educación, con quien tenía una relación de cercanía, e inclusive directamente con el presidente Ávila Camacho.38 De igual ma- nera, en noviembre de 1942, Anguiano encabezó a los rectores de las universidades de provincia para concretar un pacto de solidaridad y ayuda mutua, alzando su voz para obtener recursos económicos por parte del gobierno federal. 39

 

No faltó en Anguiano el enfoque universalista del conocimiento y la educación para fortalecer el intercambio académico, y colocar, por ende, la presencia institucional de la Universidad Michoacana en el ámbito científico del continente americano. La máxima Casa de Estudios de Michoacán auspició la celebración de una ceremonia académica en las instalaciones reacondicionadas del Colegio de Estudios Mayores de Tiripetío -que pasaron en ese periodo a formar parte de los bienes de la Universidad-, para homenajear a los delegados al Congreso Interamericano de Astrofísica, celebrado en la Universidad de Puebla (17 al 25 de febrero de 1942), con motivo de la inauguración del Observatorio Astrofísica Nacional en Tonanzintla.40

LA CLAUSURA OBLIGADA DEL RECTORADO ANGUIANISTA

El conflicto universitario de 1943 fue prohijado por diferencias ideológicas y conceptuales entre dos sectores con presencia universitaria acerca de las funciones sustantivas de la Universidad. La disputa se desencadenó luego de la realización del Congreso Nacional de Educación, en donde se exhibieron las posturas irreconciliables de ambos bandos universitarios. Anguiano fue impugnado por sectores politizados tanto estudiantiles como del profesorado, aglutinados en un movimiento socializante que expresamente sostenía los principios de la educación socialista contenidos en el artículo tercero constitucional. El conflicto devino en un enfrentamiento directo contra la visión educativa de la administración anguianista que propugnaba por la libertad de cátedra y abanderaba la autonomía para deslindarse de la universidad de Estado.41 De tal forma, quedaron inconclusos distintos proyectos, como el fortalecimiento de carreras técnicas, pues el rector Anguiano veía con acierto "el imperativo de crear nuevos tipos de profesionistas", en tanto que los empeños universitarios deberían encaminarse en evolución constante" de acuerdo con las conquistas de la ciencia moderna y con las mutaciones de los problemas de la sociedad contemporánea.

Un nuevo cuadro de futuras profesiones fincado sobre las últimas conquistas científicas, [...] es uno de los fines más urgentes por realizar".42


Finalmente, el problema universitario concluyó con el triunfo político de Victoriano Anguiano al intervenir personalmente en el diferendo el presidente Manuel Ávila Camacho, designándolo el 15 de junio de 1943 Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito y Territorios Federales.43


Seguramente al cerrar la febril experiencia que tuvo el rector Anguiano durante el periodo de conflicto, redobló en su fuero interno la que él llamó "ideología nicolaita que debe ser la ideología de nuestra Universidad, que sin demagogias ni alardes puede también calificarse de revolucionaria y ella constituye el patrimonio más sagrado que tenemos todos los miembros de esta Institución [...]. Por eso creo que nuestra ideología no está reñida con el trabajo, con la disciplina, con la jerarquía de valores, con la aristocracia espiritual y para cumplir todas nuestras obligaciones debemos ser lo mejor posible tanto en el conocimiento como en la acción".44

UNA CONSIDERACIÓN FINAL


El licenciado Anguiano buscó afanosamente obtener la nominación como candidato al gobierno del Estado en la sucesión estatal de 1950 y esperaba el apoyo del general Cárdenas, pero no lo consiguió. Frente a la candidatura oficial de Dámaso Cárdenas, Anguiano reaccionó con pasión política escribiendo una serie de artículos en Excélsior, cuya recopilación fue la simiente de su libro -un clásico de la historiografía testimonial del periodo- Lázaro Cárdenas. Su feudo y la política nacional, que resulta de imprescindible lectura al recuperar y exhibir el ejercicio del poder en un periodo largo de la vida política michoacana. Es una obra apasionada, pero insustituible para entender las formas del quehacer político en Michoacán a lo largo de más de dos décadas. Volcó en sus páginas las experiencias de sus propias luchas políticas y perfiló la figura del general Cárdenas como el hombre fuerte de Michoacán.


   Pese a su apasionamiento, Victoriano Anguiano reconoció siempre la influencia trascendental de la Revolución Mexicana en la construcción del México moderno, y de distintas maneras así lo reflejó en su accionar al frente de la Universidad Michoacana, a la que pretendía engarzar e internacionalizar con los paradigmas pedagógicos y científicos de vanguardia para su época. Además, su excitación política lo llevó a ser un crítico lapidario, cuyos orígenes filosóficos y teóricos se anclaron en el pensamiento liberal, combinado con buenas dosis de ideas de contenido social afincadas en su experiencia vasconcelista, y aún en sus rutinas políticas de su periodo de mayor cercanía con el gobernador Cárdenas. La presencia política de Anguiano se manifestó en otros escenarios más allá de su gestión universitaria. Fue un entusiasta de la candidatura presidencial de Miguel Alemán; a decir de él mismo: "por una profunda solidaridad espiritual universitaria", y para ello fundó en 1946 -junto con otros connotados políticos- el Partido Nacional Demócrata Independiente.45

 



Manifestación en contra del nazi-fascismo, 1942, (AFVAE-COL-MICH).

 

Fue organizador y secretario general del Partido Popular creado por Vicente Lombardo Toledano (1947).46 Se desempeñó como juez del Tribunal Superior de Justicia del Estado y aspiró a la gubernatura de nueva cuenta sin conseguirlo (1955).47


El espíritu intelectual y la actuación política de Victoriano Anguiano se cortaron de tajo al sobrevenir su deceso prematuro el15 de junio de 1958. Su aliento vital sigue siendo un espejo en donde se refleja el intenso vaivén político michoacano de aquel periodo; pero, sobre todo, se destaca, fundamentalmente, su impronta académica, peculiar y consistente, al frente de la Universidad Michoacana, a la que pretendía insuflar, de manera innovadora, un proyecto de educación superior de carácter integral. La figura pública de Victoriano Anguiano perfila enérgicamente un periodo significativo del Estado posrevolucionario mexicano, y muestra con especial énfasis los avatares políticos, sociales y del ámbito cultural y de la educación universitaria por los cuales atravesaron las y los michoacanos en aquellos años.

Anguiano fue un político intelectual y un hombre institucional de mano firme que finalmente no se alejó del todo del sistema autoritario, aunque lo criticó acerbamente. Su obra y su praxis política tienen un valor histórico relevante en la medida en que están vinculadas con la historia de los hombres del poder en Michoacán. Pero también significativamente con su gente, con su pueblo, a quien arengaba y dirigía encendidos discursos en su musical lengua nativa.

 




 

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 1 Revísese el artículo escrito por Alejandro Gómez Arias "Angulano. Una nota", y reproducido en Alejandro Gómez Arias. Obras de viva voz. Antología, introducción, compilación y selección de Víctor Díaz Arciniega, México, Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, 1992, t. 1, pp. 267-268. Alejandro Gómez Arias abunda: "Vasconcelos refirió alguna vez con emoción su encuentro con los Anguiano, especialmente con Victoriano. De un mitin en Uruapan escribió, fue 'su noche"'. Salvador Azuela confirma que Anguiano tenía "tipo de raza indígena, activo y de fácil palabra, pudo hacer ambiente al vasconcelismo en la zona de Uruapan", en Salvador Azuela, La aventura vasconcelista, 1929, México, Editorial Diana, 1980, p. 87.

2 Véanse estos antecedentes biográficos en Victoriano Anguiano Equihua, Lázaro Cárdenas. Su feudo y la política nacional, con un juicio de José Vasconcelos y prólogo de Manuel Moreno Sánchez, México, Editorial Eréndira, 1951, pp. 30-45.

3 Verónica Oikión Solano, Los hombres del poder en Michoacán, 1924-1962, Zamora, El Colegio de Michoacán e Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana, 2004, p. l51.
4 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., pp. 56-57, 68-70 Y 73-75.

5 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., pp. 134, 186 Y 209, Y Verónica Oikión, Los hombres del poder en Michoacán, p. 178.

6 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., p. 216, Y Verónica Oikión, Los hombres del poder en Michoacán, p. 188.
7 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., p. 155.
8 Un análisis exhaustivo de la Ley Orgánica de 1939 y las condiciones históricas en que se logró el nuevo estatus de universidad socialista, pueden verse en Miguel Ángel Gutiérrez López, Itinerario de la Autonomía en la Universidad Michoacana, Morelia, Facultad de Historia y Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana, 2016, pp. 74-91.

9 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, pp. 142-143.
10 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, pp. 155-156. Anguiano manifestó que era un cargo inmerecido, "pero cuando menos estaba viviendo en atmósfera universitaria, en contacto y preocupación por los problemas universitarios, y sabía también las aflicciones y derrumbes que sufría la institución donde me forjé". Verónica Oikión Solano, Michoacán en la vía de la unidad nacional, 1940-1944, México, INEHRM, 1995. Especialmente el apartado "La educación universitaria" del capítulo IV Los combates por la educación, pp. 341-354.
11 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., p. 142.

12 "Un mensaje del Rector de la Universidad Michoacana a los estudiantes", en El Nacional, año XIII, t. XVIII, núm. 4,586, México, D.F., 15 de enero de 1942, la sección, p. 2.
13 Miguel Ángel Gutiérrez López, Itinerario de la Autonomía..., p. 10l.

14 Dicha polémica era reflejo de una querella muy persistente en la esfera pública en torno al trasfondo ideológico de la educación socialista.
15 "Ponencias educativas aprobadas", en El Nacional, año XIV, t. XIX, núm. 4,947, México, D.F., 14 de enero de 1943, la sección, pp. 1 Y 7, Y César Ortiz "El caso de la Universidad Michoacana. Cómo murió un rector inepto", en El Popular, México, D.F., 17 de febrero de 1943, pp. 1 Y 6. El delegado del gobierno del estado al que refiere Anguiano en realidad fueron dos: Natalio Vázquez Pallares y Alfredo Gálvez Bravo.

16 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, pp. 166-167.
17 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, p. 157.
18 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, pp. 171-172.
19 Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas…, p. 319.
20 Informe de labores académicas del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941 y dirigido al C. General Félix Ireta, Gobernador constitucional del Estado, Morelia, Mich., a 2 de enero de 1942, en Archivo Histórico de la Universidad Michoacana (en adelante AHUM), Fondo: Universidad Michoacana, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, pp. 1-2.

21 Informe rector Anguiano, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, exp. 3, p. 12.
22 Informe del rector Licenciado Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, pp. 2-4 Y 12.
23 Informe del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp.2, p.6.
24 Félix Ireta, Un año de gobierno. Informe que el C. Gral ... , Gobernador de Michoacán, rindió ante la XLVIII Legislatura del estado, la noche del 15 de septiembre de 1941, Morelia, Publicaciones del Gobierno de Michoacán, 1941, pp. 31-34; Félix Ireta, Cuatro años de gobierno, Morelia, s.e., 1944, ils., pp. 43, 46, 48 Y 50; Raúl Arreola Cortés, Historia de la Universidad Michoacana, Morelia, Coordinación de la Investigación Científica de la Universidad Michoacana, 1984, ils., p. 118; Informe de labores académicas del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, pp. 14-19, e Informe del rector Victoriano Anguiano, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, pp. 4-5

25 Con la idea de fortalecer los cursos preparatorianos de filosofía en el Colegio de San Nicolás, se contó con el apoyo académico de Adolfo Sánchez Vázquez, filósofo español muy reconocido, que impartió un curso sobre marxismo. Esto también habla de que la autoridad universitaria procuraba que el estudiantado conociera distintas posturas de pensamiento. Además, la contratación del doctor García Bacca no sólo estaba pensada en razón de impartir cátedra en la preparatoria, "sino también a post graduados y a organizar, si es posible, la Facultad de Filosofía y Letras", en Informe del rector Anguiano, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, pp. 11 Y 21.
26 Informe de labores académicas del rector Licenciado Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, exp. 2, p. 5.


27 Informe del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, p. 7.
28 Informe del rector Victoriano Anguiano, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, p. 9.


29 Cabe mencionar que el rector Victoriano Anguiano vio conbuenos ojos y alentó la actitud más activa de la masa estudiantil para responder a los retos impuestos por la guerra mundial que repercutió directamente en México, luego de declararse el estado de guerra contra las potencias del Eje. Antes de que el gobierno federal sancionara legalmente la obligatoriedad del servicio militar nacional, estudiantes de la Escuela Normal del Colegio de San Nicolás y de la Secundaria, se capacitaron militarmente. Inclusive, en el medio universitario "se constituyó el Primer Nucleo de Legionarios de América, para luchar por los principios de la democracia y la justicia social", y para ello se convoco a todos los universitarios del Continente, a una lucha noble y justa", en Informe sin título, sin fecha y sin firma, de la autona del rector Victoriano Anguiano, correspondiente a las labores universitarias del año de 1942, en AHUM, Sección: Rectona, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, p. 13. El rector Victoriano Anguiano, en tanto miembro del Comité Pro Defensa Nacional en Michoacán, presidió la velada Pro Patria con la finalidad de acrecentar el patriotismo estudiantil. Discurso pronunciado por el señor Lic. Victoriano Anguiano, rector de la Universidad Michoacana, el día 18 de junio de 1942 en el teatro Ocampo con motivo de la Velada Pro Patria, organizada por la misma institucion, Morelia, s.e., 1942, 12 p.


30 "Regresó el señor presidente ayer. Inauguró la Universidad de Primavera", en El Nacional, año XII, t. XVII, núm. 4,348, México, D.F., 20 de mayo de 1941, 1 a secc., pp. 1 Y 7.
31Programa. Universidad de Primavera Vasco de Quiroga, 1941, citado en Raúl Arreola Cortés, Historia de la Universidad…, pp. 119-120.

32 Informe de labores académicas del rector Licenciado Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, pp. 7-8.

33 Verónica Oikión, Michoacán en la vía de la unidad nacional…, pp. 352-353.

34 Invitación suscrita por la Universidad Michoacana y la Comisión Mexicana de Cooperación Intelectual para asistir a las conferencias sobre "La cultura contemporánea en México" como parte de la Universidad de Primavera, Morelia, Michoacán, 18 de abril de 1942, en el Fondo Documental Victoriano Anguiano Equihua (en adelante FVAE), albergado en el Archivo Histórico de la Biblioteca "Luis González" de El Colegio de Michoacán, caja 2, documento MX-16-108-AHBCM-VAE-86.

35 Verónica Oikión, Michoacán en la vía de la unidad nacional..., pp. 352-354. Informe sin título, sin fecha y sin firma de la autoría del rector Anguiano, correspondiente a las labores universitarias del año de 1942, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, pp. 9-10. El ilustre Alfonso Reyes disertó sobre "El monólogo de Segismundo" y abordó el "Estudio de temática literaria", en Carta de Alfonso Reyes, presidente de El Colegio de México, al licenciado Victoriano Anguiano, rector de la Universidad Michoacana, México, D.F., 9 de mayo de 1942, en FVAE, caja 2,docurnento MX-16-108-AHBCM-VAE-138. El programa completo de las conferencias, en FVAE, caja 2, documento MX-16-108-AHBCM-VAE-137.
36 Para el caso argentino, Anguiano estableció una relación académica con las universidades de Cuyo y de La Plata, en esta última, sobre todo, tuvo coincidencia con el rector Alfredo L. Palacios, connotado político, pedagogo y luchador por las mejores causas de las clases trabajadoras, especialmente de las mujeres y sus hijos. Informe del rector Anguiano, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1942, Exp. 3, p. 18. Se sabe que el fruto de ese intercambio logró el envío del prestigiado académico argentino Carlos Sánchez Viamonte, profesor en Derecho Público y diputado de la Nación, quien realizó una estancia en la Universidad Michoacana en noviembre de 1941, en FVAE, caja 2, documentos MX-16-108- AHBCM-VAE-149 y 151.
37 Se puede revisar en línea dicha correspondencia perteneciente al Fondo VAE, en el portal de la Biblioteca "Luis González" de El Colegio de Michoacán.

38 Informe del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, p. 12.

39 Los documentos se localizan en FVAE, caja 5, MX-16-108- AHBCM-VAE-485, 486, 487, 488 Y 489.
40 Discurso pronunciado por el Lic. Victoriano Anguiano Equihua, rector de la Universidad Michoacana, en la ceremonia académica celebrada en la antigua Casa de Estudios Mayores de Tiripetío, Michoacán, en homenaje a los Delegados asistentes al Congreso Interamericano de Astrofísica, en FVAE, caja 11, documento MX-16-108-AHBCM-VAE-1051.

41 Para conocer en detalle el conflicto universitario de 1943, véase Verónica Oikión, Michoacán en la vía..., el apartado "Los antagonismos políticos se ventilan en el seno de la Universidad: el conflicto universitario de 1943", pp. 355-428.

42 Informe del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, Exp. 2, pp. 9-11.
43 Verónica Oikión, Los hombres del poder…, pp. 304-304 Y 309.
44 informe del rector Lic. Victoriano Anguiano, correspondiente al año de 1941, en AHUM, Sección: Rectoría, Serie: Informes, Caja 11, año 1941, exp. 2, pp. 21 Y 23.
45Victoriano Anguiano, Lázaro Cárdenas..., p. 317. El propio Anguiano menciona que junto con él participaron, en la integración del Partido Nacional Demócrata Independiente, Herminio  Ahumada, Efraín Brito Rosado, José Valdovinos Garza, Ernesto Roel, Praxedis Balboa, Leobardo Morales, Efraín Pineda, y otras  personas "de probidad intelectual".

46 Verónica Oikión, Los hombres del poder..., pp. 360-36l.
47 Victoriano Anguiano Equihua, ¿Por qué voy a luchar democráticamente a Michoacán?, México, s.e., 1955,31 p.
Por último, debo reiterar la importancia del rectorado de Victoriano Anguiano Equihua por su esencia humanista y científica, y como un enlace fundamental de conocimiento del pasado histórico de la institución universitaria, que desvela fragmentos de la propia identidad de las y los universitarios nicolaitas. Finalmente, también como parte esencial en la configuración de la propia memoria histórica de la insigne y centenaria Universidad Michoacana.