Texto universitario


 

_____________________________

 

LOS RECTORES  

ENRIQUE ARREGUÍN VÉLEZ
1934-1936

Carmen Edith Salinas García
Instituto de Investigaciones Históricas

 

INTRODUCCIÓN

El Dr. Enrique Arreguín Vélez fue un nicolaita que se distinguió por su destacada trayectoria profesional, misma que trascendió del ámbito local al nacional e internacional, lo que le hizo merecedor en su tiempo de varios reconocimientos y distinciones. Recordado por haber sido un cercano colaborador del entonces presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, nuestro biografiado, desde su posición de médico, profesor y funcionario público, tuvo oportunidad de contribuir en la teoría y en la práctica a la resolución de los principales problemas sociales que aquejaban al México postrevolucionario, lo que ha despertado el interés por el estudio del personaje y su actuación en diversos procesos sociales, abordándolo en sus facetas de médico, científico, funcionario público e historiador.1


En el presente texto nos interesa resaltar su papel como rector de la Universidad Michoacana. No obstante, la brevedad de su gestión al frente de la rectoría, que duró tan sólo un año, de 1934 a 1935, el Dr. Arreguín Vélez logró erigirse como una figura emblemática que encarnó los ideales por los que luchó un amplio sector de la comunidad nicolaita que, al iniciar la década de los treinta, pugnaba por una reforma universitaria sustentada en las tesis del socialismo científico, en oposición a las tendencias universitarias más conservadoras; en él los universitarios depositaron sus anhelos y aspiraciones educativas en esos años tan decisivos para la configuración de nuestra Casa de Estudios.

LOS ARREGUÍN: ORÍGENES FAMILIARES

Enrique Arreguín, nació en Morelia el 5 de agosto de 1907, año de la gran crisis económica mundial. Su infancia y juventud transcurrieron en ese convulso y largo período de inestabilidad política, económica y social que se vivió en México, producto de la lucha entre las distintas facciones que contendieron en la Revolución Mexicana, movimiento que se extendió por todo el país y que en Michoacán comenzó formalmente en 1911, con el alzamiento de Salvador Escalante.2 Nacido en el seno de una familia de clase media, se contaban entre sus familiares a profesionistas médicos, abogados, contadores y profesores.3 Su padre, Enrique Arreguín Oviedo, contador de profesión e historiador por vocación,4 ya quien profesaba una gran admiración, ejercería una gran influencia a lo largo de su vida, así como también su abuelo el doctor Félix Arreguín Núñez a quien no llegó a conocer, pero cuya historia de vida, marcada por el sino del liberalismo, sería siempre un motivo de orgullo para el nieto; entre los actos valerosos y entrañables relatados sobre su abuelo se encuentra el rescate del cuerpo sin vida de Melchor Ocampo, asesinado en Tepeji del Río en 1861. Después de recuperarlo Arreguín Núñez se encargó personalmente de su traslado a la Ciudad de México. Más tarde y siendo aún pasante de medicina participó en la memorable batalla del 5 de mayo de 1862 contra el ejército francés en Puebla, prestando servicios médicos a los combatientes michoacanos de los Batallones "Tiradores de Morelia" y "Cazadores de Morelia". El Dr. Félix Arreguín, partidario de las causas populares, murió en 1877 a raíz del contagió que contrajo en el ejercicio de su profesión durante una de las epidemias que asolaron a nuestro estado en aquel tiempo.5 En este ambiente familiar creció Enrique Arreguín, heredero de un pensamiento liberal que afloraría más tarde, como podremos constatar a lo largo de este texto.

ESTUDIANTE y MAESTRO NICOLAITA

Enrique Arreguín ingresó al Colegio de San Nicolás en 1917, justo al instituirse la Universidad Michoacana; ahí, cursó durante cinco años los ciclos de enseñanza secundaria y preparatoria requeridos para matricularse en la Facultad de Medicina en donde más tarde continuó la carrera de médico cirujano y partero.6 Sus años de estudiante en el Colegio fueron memorables; el recuerdo de sus vivencias, amistades, anécdotas y enseñanzas quedaron en parte plasmados en sus Páginas autobiográficas. Recuerdos nicolaitas7 y otras tantas obras que publicó a lo largo de su vida, ya que, dicho sea de paso, fue un prolífico escritor e investigador interesado en la historia, la educación y la medicina del trabajo, principalmente. En el Colegio conoció entre otros profesores, al Dr. Jesús Díaz Barriga, con quién entablaría una fuerte amistad sellada por su afinidad política, sus ideales compartidos y la colaboración en proyectos de gran trascendencia social y educativa dentro y fuera de la Universidad.

En 1921 el joven estudiante obtuvo su pase a la Facultad de Medicina para cursar la carrera de médico, cirujano y partero.8 En junio de 1928 realizó su examen recepcional siendo aprobado por unanimidad.9 Su buen desempeño académico hizo posible que, desde su época de estudiante, tomara la senda de la enseñanza, pues fue invitado a impartir las cátedras de Ciencias Naturales en la Preparatoria de San Nicolás yen la Normal Urbana. Más tarde se incorporó a la planta de profesores de la Facultad de Medicina encargándose de las asignaturas de Fisiología y Patología general.10 A partir de ese momento el ejercicio de la docencia fue una constante en su vida. Como un buen maestro, sus enseñanzas no se limitaron a los aspectos formales de las disciplinas que impartía; creía firmemente en que los maestros podrían lograr influencias muy provechosas en la conducta de los estudiantes a través de la promoción de cualidades como la puntualidad, la disciplina y responsabilidad en el trabajo escolar, así como el desarrollo del gusto por la lectura.11

Sentados, Dr. Victor Fernando Nieto, Dr. Enrique Arreguin Vélez, Dr. Rafael Campuzano
y Dr. Salvador Ruano. De pie, Dr. Antonio Diaz, Dr. Rafael Morelos Zapién
            y el Dr. Eugenio Martinez Báez, Morelia, 1929, (AFIIH-UM).


Su desempeño en la docencia lo encaminó a jugar un papel como orientador de la juventud: apunta el Dr. José Iriarte Guzmán uno de los primeros científicos mexicanos más exitosos, investigador de la Química Orgánica que, siendo estudiante en el Colegio de San Nicolás, fue el Dr. Arreguín quien le aconsejó trasladarse a la ciudad de México para cumplir su sueño de estudiar Química.12 Otra forma de acercarse y orientar al estudiantado fue mediante la organización de ciclos de conferencias que impartía sobre distintos temas, entre éstos los relativos a la educación sexual, que no dejaba de generar polémica en la época, pero que las autoridades universitarias calificaban como exitosos.13 Por otra parte fue asiduo promotor de los programas de becas para estudiantes de escasos recursos.
Precursor del nicolaicismo, consideraba que el Colegio de San Nicolás, que a través del tiempo se había distinguido por su esencia liberal, ejercía sobre sus alumnos "una acción formadora y definitiva de su personalidad futura, mayor y más profunda que la ejercida por otras instituciones del mismo nivel educativo..."14

Café nicolaita, casa del estudiante, 1935, (AFIIH-UM).

atribuible a sus hondas raíces históricas, particularmente al paso por sus aulas de prominentes figuras de la talla de Miguel Hidalgo y Costilla o José María Morelos y Pavón, así como la herencia de Melchor Ocampo y el recuerdo de otros hombres ilustres como Pascual Ortíz Rubio, fundador de la Universidad Michoacana e Isaac Arriaga, destacado luchador social; desde su óptica el Colegio de San Nicolás causaba una fuerte impresión en los estudiantes quiénes adoptaban un "modo de ser" muy particular, distinguiéndose por su conducta recta, así como la adopción de valores como el humanismo, la solidaridad, el espíritu de servicio, la lucha contra la injusticia, etc., lo que devenía en un marcado interés por involucrarse en la resolución de los problemas sociales de su entorno. Ser nicolaita era una manera de conducirse en la vida.15


IMPULSOR DE LA UNIVERSIDAD SOCIALISTA

Los primeros años de existencia de la Universidad Michoacana fueron difíciles; su marcha se vio afectada por las vicisitudes que caracterizaron a nuestro país ya nuestro estado en los años posteriores a la Revolución. La crisis política y económica nacional, se tradujo en la falta de recursos económicos para la operación de la recién creada Institución y los constantes cambios en la administración central, debido al choque de ideas político-ideológicas antagónicas de los universitarios. Esta situación de incertidumbre se atenuó en el año de 1926, al ser nombrado rector el.Dr. Jesús Díaz Barriga. Su periodo, que se prolongó hasta 1932, es recordado como el primero en el que la Universidad gozó de una relativa estabilidad, debido en gran parte al apoyo de Lázaro Cárdenas del Río, quien como se sabe promovía un proyecto nacionalista y cuyo ascenso a la gubernatura del Estado de Michoacán en 1928 vino a fortalecer la labor desarrollada por Díaz Barriga en la rectoría.16


El buen entendimiento entre el titular del ejecutivo estatal y el rector fue posible debido a la existencia de puntos de coincidencia en cuanto al programa educativo que debía desarrollarse en el Estado y concretamente en la Universidad y que se sustentaría en el Socialismo, tendencia que ya se avizoraba desde los años veinte y que pretendía dar un sentido social a la educación impartida en nuestra máxima Casa de Estudios.17 Un sector universitario que se asumió como revolucionario o socialista y que agrupaba a estudiantes y profesores allegados a Díaz Barriga impulsaron, respaldaron y lucharon por este proyecto, entre ellos se encontraba Enrique Arreguín Vélez. La cercanía de Cárdenas con los universitarios no era cosa nueva. Por esta época tuvieron lugar los llamados cafés nicolaitas, que constituyeron un foro de expresión y discusión de los temas de actualidad que tenían un impacto en la vida universitaria: "Se discutían en tales cafés, según se ha explicado tópicos de carácter social, pedagógico, político y económico, de interés para el desarrollo de la cultura en el Estado...".18 El profesor Arreguín al igual que Díaz Barriga, fue promotor y anfitrión de estas reuniones sabatinas a las que acudían numerosos maestros y estudiantes procedentes del Colegio de San Nicolás y otros planteles universitarios; muchos de los participantes estaban afiliados al Consejo Estudiantil Nicolaita.19 El gobernador Lázaro Cárdenas del Río llegó fue participe de estos cafés, e incluso algunas sesiones llegaron a celebrarse en su domicilio, lo que propició un diálogo cercano con los universitarios. Muchos de ellos terminaron por adherirse al programa cardenista como fue el caso de Arreguín Vélez y llegaron a constituir una base social que apoyaría en adelante las acciones emprendidas por Cárdenas.20

El término del periodo gubernamental de Lázaro Cárdenas en 1932, coincidió con la salida del Dr. Jesús Díaz Barriga de la rectoría y abrió paso a la gubernatura del general Benigno Serrato, contrario a las tendencias ideológicas de Cárdenas y por ende su oponente político.21 Los sectores universitarios partidarios del proyecto socialista y afines al programa político cardenista, consideraron que el sucesor natural de Díaz Barriga en la rectoría sería el Dr. Enrique Arreguín Vélez, quien ejercía un liderazgo universitario y gozaba de la simpatía y el respaldo de un amplio sector de estudiantes y profesores, sin embargo, el ejecutivo estatal designó al Lic. Gustavo Corona, quien fue respaldado en todo momento por Victoriano Anguiano, Secretario de Gobierno.22


 Esta situación devino en la formación de dos grupos: por una parte, los partidarios del movimiento socialista de reforma universitaria y por otra el grupo de los universitarios más moderados, afines a la nueva autoridad designada por el gobernador Serrato y que venían a ser un contrapeso al control que los socialistas habían establecido en la Universidad hasta ese momento. El ejecutivo estatal pretendió establecer un nuevo proyecto de Universidad que buscó afianzar mediante la promulgación de una nueva Ley Orgánica en febrero de 1933. El bando socialista reaccionó con una serie de movilizaciones, incluida la primera gran huelga ocurrida en la historia de nuestra Universidad que inició el 5 de julio de 1933 y en la cual, tanto el Dr. Díaz Barriga como el Dr. Arreguín desempeñarían un papel protagónico.23


El ambiente de tensión disminuyó debido a la trágica e inesperada muerte del gobernador Benigno Serrato y al triunfo de Lázaro Cárdenas en las elecciones presidenciales. El reacomodo de las fuerzas políticas favoreció al grupo de los socialistas. El ascenso a la gubernatura del General Rafael Sánchez Tapia y la renuncia a la rectoría de Gustavo Corona posibilitaron que finalmente a mediados de 1934 Enrique Arreguín Vélez, a sus escasos 28 años, asumiera la rectoría, respaldado por el Comité de Estudiantes Socialistas Pro Reorganización Universitaria, que promovió su candidatura ante el ejecutivo estatal a quien demandó que la elección se hiciera de forma democrática considerando su propuesta.24

Miembros del Colegio Nacional de Estudios Superiores y la Investigación Cientifica. México.
5 de enero de 1935. (AFIIH-UM).


Desde el primer momento la premisa sobre la que se estructuró el plan de trabajo del joven rector la constituyó el establecimiento de la educación socialista en la Universidad, añeja aspiración que debía ser llevada a la práctica, como lo hizo saber en su discurso de inauguración de los cursos del año 1935.25 En septiembre de 1934, siendo consejero universitario había presentado en colaboración con el Dr. Díaz Barriga un "Proyecto sobre la nueva organización educativa universitaria, de acuerdo con la tesis del socialismo científico".26 Este documento retornaba el programa propuesto por el Bloque de Jóvenes Revolucionarios de Michoacán, organización impulsada por Díaz Barriga y el propio Arreguín para la re orientación de la Universidad.27 El objetivo general del proyecto era el de imprimir un carácter socialista a la Universidad,28 sobre la marcha sirvió también para armonizar el programa educativo en comento con las reformas al artículo Tercero constitucional, que establecieron la educación socialista en nuestro país.29

En la sesión de Consejo Universitario del día 23 de octubre de 1934 se acordó que la Universidad Michoacana adoptaría el recién reformado precepto constitucional y se procedería a reorganizar su funcionamiento en base a este criterio a partir del año escolar de 1935.30

Como señalé inicialmente la gestión de Enrique Arreguín al frente de la Universidad Michoacana duró sólo un año. Lógicamente en ese lapso tan breve de tiempo fue imposible realizar su deseo de consolidar el proyecto de Universidad Socialista, aunque sí sentó importantes precedentes para las iniciativas que en los años posteriores se encaminarían hacia el mismo fin. Sin embargo, también es cierto que pudo concretar muchas de las tareas y cambios en la organización universitaria que se había planteado al iniciar su periodo en la Rectoría, como la reforma y reorientación social que se dio a los planes de estudio, así como importantes mejoras en la infraestructura y equipamiento de las dependencias universitarias.

  De manera puntual, el Dr. Arreguín consigna en su "Informe de labores realizadas durante el año de 1935"31 los resultados alcanzados durante su gestión y que se resumen en las siguientes acciones concretas:

 

1. La creación de un centro cultural obrero que se formalizó en febrero de 1935 y que fue dirigido el profesor Antonio Monge. La educación de los trabajadores obreros y campesinos fue un punto prioritario en el programa socialista. Se ofertaron en este centro cursos regulares e instrucción primaria para trabajadores,32 así como actos culturales, conferencias, exposiciones, orientación jurídica sobre problemas laborales y consultorio médico para obreros y carnpesínos.33

 

Miembros del Consejo Nacional de Educación Superior. Sentados José Gaos, José Moreno Villa, Luis Recasensiches, León Felipe, miembros de la Casa de España en México, 15 de agosto de 1938, (AFIIH-UM).


2. El establecimiento de Misiones Culturales que agrupaban a profesores y alumnos de las diversas dependencias universitarias que, principalmente en los periodos vacacionales, visitaron varios puntos de las distintas regiones del Estado realizando actividades de alfabetización, prevención de enfermedades, vacunación, educación física, propaganda higiénica y difusión artística.34

3. La creación de la Escuela Popular de Música que venía a sustituir a la Academia de Bellas Artes suprimida a causa de su escasa matricula y por considerarse de tendencias reaccionarias y elitistas. La dependencia quedó a cargo del profesor Vicente Villafuerte. Las clases que impartieron en ese año tuvieron un carácter abierto para todos los sectores sociales. La labor docente fue apoyada por el Sindicato de Filarmónicos de Morelia afiliado a la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo quienes ofrecieron sus servicios de manera gratuita.35

4. La organización de las tareas sustantivas de difusión cultural y extensión universitaria de forma tal que éstas se realizaran de manera planificada y bajo la orientación requerida. Esta labor sentaría las bases para la creación de un Departamento de Extensión Universitaria que fue aprobado por el Consejo Universitario en 1937.36 En ese sentido, se estableció un programa regular de eventos educativos, artísticos y culturales con la participación de profesores, alumnos, conferencistas, artistas e intelectuales
mexicanos y del extranjero. Además, quincenalmente se editó Labor órgano de difusión cultural de la Universidad Michoacana.

5. Mejoramiento de la infraestructura física y dotación de equipos, mobiliario y material bibliográfico a las dependencias universitarias. Éstas se vieron beneficiadas en mayor o menor medida con la dotación o ampliación de espacios físicos requeridos para realizar sus actividades de manera adecuada, como fue el caso de la Escuela de Comercio, la Facultad de Medicina y la Facultad de Jurisprudencia, por citar sólo algunas. Las gestiones realizadas por el Dr. Arreguín ante el ejecutivo estatal y el gobierno federal rindieron frutos y gracias a esto fue posible el equipamiento de las dependencias; la Facultad de Ingeniería constituye un buen ejemplo de esto. Creada en 1930, era considerada una dependencia cuya labor tenía gran trascendencia social, pues en ésta se formarían los profesionales técnicos que se requerían para consolidar la obra de la revolución; el presidente de la República otorgó a esta dependencia un apoyo económico sin precedentes para su equipamiento. Las dos casas del estudiante que entonces se encontraban funcionando también fueron beneficiadas durante este año con la dotación de mobiliario y el mejoramiento de sus instalaciones que se financiaron incluso con donativos realizados por particulares.37

6. El establecimiento del Instituto de Investigaciones Históricas que se formalizó en mayo de 1935 con la aprobación del Consejo Universitario. Se planeaba que este centro de estudios históricos y sociales se constituyera como una base para la futura apertura de los estudios profesionales correspondientes, pero en la práctica el Instituto no logró consolidarse y tiempo después quedó en el olvido. Arreguín Vélez figuró dentro del cuerpo directivo como presidente y como Secretario General propietario, su padre, el Sr. Enrique Arreguín Oviedo.38
 

Podemos enumerar varios rasgos que distinguieron la gestión administrativa del Dr. Arreguín al frente de la Universidad, por una parte, fue un rector con una visión muy clara de la importancia la institución para el desarrollo social y económico del estado y acerca del rumbo que, dadas las condiciones sociales de aquel momento histórico, debía tomar la Universidad Michoacana, e ideó las estrategias que en su contexto fueron apropiadas para logrado. Fue un hábil líder que supo capitalizar y encausar el apoyo de la comunidad universitaria, particularmente el del sector estudiantil organizado, así como el de otras organizaciones políticas, para lograr la consecución del proyecto de Universidad Socialista. Supo cultivar buenas relaciones con el ejecutivo estatal y aprovechar su proximidad al gobierno federal en beneficio de nuestra Casa de Estudios, lo que favoreció que gozara de importantes apoyos económicos, indispensables para realizar sus funciones.

FUNCIONARIO PÚBLICO Y PROMOTOR DE LA MEDICINA SOCIAL

Al finalizar el año de 1935, el rector nicolaita recibió una invitación que no pudo rechazar: el presidente de la república, lo llamó a colaborar en el Consejo Nacional de la Educación Superior Y la Investigación Científica, iniciativa cardenista, encaminada a formalizar la relación entre la educación superior y la ciencia que estaría conformada por los mejores científicos del país. El Dr. Arreguín presidió por un tiempo este organismo y permaneció en el hasta 1938, año en que fue suprimido. Entre los trabajos que realizarían los miembros de este organismo destaca el proyecto de creación del Instituto Politécnico Nacional. 39

Su residencia en la ciudad de México no impidió que siguiera colaborando con la Universidad Michoacana, por el contrario, en esta época nuestra casa de estudios recibió gran apoyo de las instituciones federales y del gobierno de la república, gracias a que el Dr. Arreguín sirvió de enlace entre éstos.

Por otra parte, desde su llegada a la ciudad de México se integró a Vanguardia Nicolaita, sociedad de exalumnos nicolaitas que más tarde llegaría a presidir. Esta benéfica organización que aglutinaba entre sus socios a destacados nicolaitas que habían logrado colocarse en importantes cargos en la administración pública, se encontraba arropada por el Dr. Jesús Díaz Barriga que también había sido llamado a colaborar con el ejecutivo federal y por el presidente Cárdenas. La pretensión de Vanguardia Nicolaita era la de mantener y estrechar el vínculo de los exalumnos con su Universidad, contribuyendo desde sus posiciones a su desarrollo, así como a la conservación de su legado y tradiciones, a manera de retribución por la educación recibida. Vanguardia Nicolaita con el Dr. Arreguín como Secretario General, desempeñó un importante papel en los festejos del Cuarto Centenario del Colegio de San Nicolás, celebrado en 1940.

Más tarde, ya en la década de los sesenta tendría una participación protagónica al intervenir en la resolución del conflicto que se presentó en nuestra Universidad en 1962, como miembro de la Junta de Gobierno que se estableció y que él mismo llegaría a presidir durante dos años.40
 

Dr. Enrique Arreguin Vélez, Gral. Lázaro Cárdenas. Amalia Solórzano, y Gral. Félix Ireta.
Tacámbaro. 20 dejulio de 1941. (AFIIH-UM).

 

En la década de los setenta, al momento de su jubilación, decidió regresar a Morelia, a partir de entonces siguió colaborando con la Universidad, promoviendo una importante labor editorial y colaborando con el Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita.


En las postrimerías de la década de los treinta, el presidente Lázaro Cárdenas, en solidaridad con los exiliados y refugiados que huían de España ante el triunfo inminente del franquismo, creó el patronato de la Casa de España en México, cuyo objetivo principal sería la ubicación de los intelectuales exiliados, para que pudieran continuar con su labor. El Dr. Arreguín formó parte de esté patronato y desde ahí promovió la participación de destacados intelectuales que acudieron a la Universidad Michoacana a impartir cursos y conferencias en la Universidad de Primavera Vasco de Quiroga, que se organizó en el marco de celebración del IV Centenario del Colegio de San Nicolás. De esta forma, científicos y humanistas de gran prestigio como José Gaos, León Felipe, José Giral, Joaquín Xirau dieron realce a estos festejos con su presencia. Además, gracias a sus gestiones la Universidad tuvo el privilegio de contar en su planta docente con Aníbal Ponce y María Zarnbrano.41

Al término del periodo presidencial de Lázaro Cárdenas, el Dr. permaneció en la ciudad de México y continuó desempeñando sucesivamente distintos cargos en la administración pública. En 1940, al iniciar el mandato presidencial de Manuel Ávila Camacho, Luis Sánchez Pontón fue nombrado como titular de la Secretaría de Educación Pública y como Subsecretario de educación el Dr. Enrique Arreguín. Su estancia en la Subsecretaría fue breve y duró poco menos de un año. Ambos funcionarios identificados con el cardenismo mantenían una postura firme de apoyo a la educación socialista que, frente a la política de conciliación social, bandera del gobierno de Ávila Camacho, desconcertaba a los sectores más conservadores, por lo que rechazaban abiertamente la presencia de Sánchez Pontón y el Dr. Arreguín en la Secretaría de Educación.42

Entre 1942 y hasta antes de su jubilación en 1970, el Dr. Arreguín asumió nuevas tareas y responsabilidades que involucraban importantes proyectos relacionados con la seguridad social y la medicina del trabajo. No obstante que hasta entonces su trabajo se había enfocado a la educación, la salud pública era un asunto de suma preocupación para el Dr., ya que las condiciones de salud de la población constituían un componente para alcanzar el desarrollo social que tanto promovía. En 1935 Arreguín, militante del Bloque de Médicos Revolucionarios, expresó a los asistentes al Primer Congreso Nacional de Higiene Rural la importancia fundamental que tenía la labor de los médicos para contribuir a la resolución de los problemas de salud de la población del "campo y del taller".43

Su compromiso con la causa de la salud, le llevó a participar en la elaboración del proyecto de creación del Seguro Social. Además, dirigió el Departamento de Riesgos Profesionales e invalidez durante 25 años.44 En esta época desarrolló una fecunda labor de investigación acerca de la medicina del trabajo, higiene y seguridad del trabajo, riesgos y accidentes de trabajo que fueron pioneros en su tiempo y gozaron de un reconocimiento internacional. El Dr. Arreguín tuvo una participación activa en las organizaciones que a nivel mundial, continental o regional gestionaban la seguridad social: fue representante de México ante la Organización Internacional del Trabajo, la de mayor reconocimiento a nivel mundial, con sede en Ginebra, Suiza y a la que el Seguro Social se había afiliado desde su fundación en 1944. También representó a nuestro país en la Asociación Internacional de Seguridad Social y presidió durante 11 años la Comisión Permanente Interamericana de prevención de riesgos profesionales. Su destacada trayectoria en el ámbito descrito, le hizo acreedor, entre otros reconocimientos, a la condecoración "Generalísimo Morelos" otorgada por el H. Ayuntamiento de Morelia. Otra importante distinción fue la Medalla al mérito olímpico en el Trabajo que le otorgó en 1972 el rey de Bélgica por su contribución en pro de la salud de los trabajadores del mundo.45

Una vez que obtuvo su jubilación en 1972, regresó a la ciudad de Morelia junto con su esposa Eva Tovar Tinoco. Su fallecimiento acaeció el21 de enero de 1989. En el tiempo intermedio entre estos sucesos, continúo trabajando incansablemente a favor de diferentes causas, entre éstas, continuó apoyando a la Universidad Michoacana y participó en el proyecto de creación del Colegio de Michoacán A.C. 46

El rápido recorrido que hemos hecho por la trayectoria del ex rector nicolaita en estas páginas, nos permite conocer los rasgos más sobresalientes de su personalidad. Fue ante todo, un hombre de su tiempo. Podemos apreciar al nicolaita, orgulloso de sus raíces, pero con los ojos puestos en un futuro lleno de propósitos por cumplir, al luchador incansable, siempre en la búsqueda de la justicia social, que creyó con una fe inquebrantable en el poder transformador de la educación, al médico tenaz, promotor de la medicina del trabajo, al funcionario comprometido, actuando de forma congruente con sus convicciones. En su tiempo, fue visto como un hombre de "... sencilla presencia cargada de reciedumbre, ayuna de vanidades y
luminosa por su sonrisa franca y su cordial saludo".47

        Enrique Arreguin Oviedo,
        padre del Dr. Enrique Arreguin Vélez, (AFIIH-UM),

 

 

__________

1 Véase por ejemplo: Mario Aurelio Espitia, Enrique A rreguín Vélez: su pensamiento y acción en la ciencia y la cultura, Morelia, Universidad Michoacana, 1968; Juan Carlos Ruíz Guadalajara, Semblanza de un nicolaita: El Dr. Enrique A rreguín Vélez, en: Silvia Figueroa Zamudio, (coord.) Presencia universitaria, Morelia, Universidad Michoacana, 1992, pp. 86-100; Ana María Kapelusz-Poppi, "El proyecto de salud pública de los profesionistas de San Nicolás", en: Economía y sociedad. Año IV, No. 6, Julio-diciembre de 1999, pp. 51-64; Claudia Agostini, "Médicos rurales y medicina social en el México 1920-1940", en: Historia Mexicana, No. 2, 2013, México, El Colegio de México, pp. 745-80l.

2 Álvaro Ochoa Serrano, "La revolución llega a Michoacán" en: Enrique Florescano, (coordinador general), Historia General de Michoacán, Morelia, Gobierno del Estado-Instituto Michoacano de Cultura, 1989, pp. 12.
3 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas, Morelia, Universidad Michoacana, 1982, p. 9.
4 A lo largo de su vida Enrique Arreguín Oviedo demostró gran gusto y dedicación por la historia, la que cultivó de manera empírica. Debe reconocerse el trabajo documental exhaustivo que realizó en el Archivo Histórico del Antiguo obispado de Michoacán, de donde se nutrieron sus investigaciones sobre el Colegio de San Nicolás, Morelos e Hidalgo. En 1913 publicó A Morelos. Importantes revelaciones Históricas. Por otra parte, Enrique Arreguín Oviedo se involucró en algunas actividades políticas, asumiendo una postura liberal a semejanza de su padre. Fue Diputado suplente del Congreso Estatal y Tesorerogeneral del Estado de Michoacán. Fue además profesor de acondicionamiento físico en el Colegio de San Nicolás. Véase: Juan Carlos Ruíz Guadalajara, "Semblanza de un nicolaita: El Dr. Enrique Arreguín Vélez"…, pp. 87-88.
5 Enrique Arreguín Vélez, Fé/ix Arreguín Núñez. Nicolaita patriota, Morelia, Universidad Michoacana, Colección Testimonios culturales de la Universidad Michoacana, 1983, pp. 8-10.

6 Certificado de calificaciones de los ciclos de enseñanza secundaria y preparatoria cursados en el Colegio de San Nicolás, expedido el 28 de febrero de 1946 en: Archivo Histórico de la Universidad Michoacana, (AHUM) Fondo: Control Escolar, Sección: Estudiantes Universitarios, Serie: Expedientes de estudios,
Caja No. 703, Exp. No. 21078.

7 Véase: Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas, Enrique Arreguín, Vélez, Recuerdos nicolaitas. De los tiempos estudiantiles de la generación titulada en 1928, Morelia, Universidad Michoacana, 1956 y Enrique Arreguín Vélez, "Mis recuerdos del Maestro Don "Chucho Díaz Barriga", en: Jesús Diaz Barriga. Su pensamiento sobre la educación socialista y la nutrición popular, Morelia, Universidad Michoacana, 1981, pp. 15-20.

8 Pase a la Facultad de Medicina al alumno Enrique Arreguín Vélez expedido el29 de diciembre de 1921, en: AHUM, Fondo: Control Escolar, Sección: Estudiantes Universitarios, Serie: Expedientes de estudios, Caja No. 703, Expediente No. 21078.

9 Acta del examen recepcional presentado por Enrique Arreguín Vélez en la Facultad de Medicina, AHUM, Fondo: Control Escolar, Sección: Estudiantes Universitarios, Serie: Expedientes de estudios, Caja No. 703, Exp. No. 21078.
10 Enrique Arreguín Vélez, Recuerdos nicolaitas…, pp. 17-18; Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas…, p. 27.

11 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas..., pp. 20-21.

12 Alba Iriarte y Sofía Liberman, "La vida del Dr. José Iriar te Guzmán y su participación en los inicios de la investigación en Química Orgánica en México", Boletín de la Sociedad Química de México, Sociedad Química de México, 2012, pp. 37-43.
13 AHUM, Fondo: Consejo Universitario, Sección: Secretaría, Serie: Actas, 9 de enero de 1933.
14 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas…, p. 15.
15 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas…,  pp. 15-17.
16 Raúl Arreola Cortés, Historia de la Universidad Michoacana, 1984, pp. 81-86; Luna Flores, Adrián, "Jesús Díaz Barriga: impulsor de la responsabilidad social en la Universidad Michoacana" en: Río de papel, Boletín del Archivo Histórico, No. 5, Morelia, Universidad Michoacana, 1999, pp. 21-26.
17 Silvia Figueroa Zamudio, "En busca de una Universidad Revolucionaria" en Tzintun, Revista de estudios históricos, No. 18, julio diciembre de 1993, pp. 55-66.  
18 Pablo G. Macías, Aula Nobilis. Monografía del Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, México, 1940, pp. 460-461.
19 En este periodo las agrupaciones estudiantiles tuvieron un peso político específico, entre las agrupaciones mejor consolidadas se encontraban El Consejo Estudiantil Nicolaita (CEN) afiliado a partir de 1931 a la Confederación Nacional de Estudiantes y la Federación de Estudiantes Michoacanos (FEM) que agrupaban al estudiantado del Colegio y a los normalistas respectivamente. En mayo de 1930 se discutieron las bases para la integración de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUM). Operaban además otras asociaciones estudiantiles tales como la Sociedad Revolucionaria de Estudiantes Michoacanos de Jurisprudencia. Véase: Adrián Luna Flores, "Las asociaciones estudiantiles y el periodismo universitario, 1910-1930" en: Río de papel. Boletín del Archivo Histórico, No. 6, Morelia, Universidad Michoacana, 2000, pp. 25-32.

20 Un interesante estudio que aborda y analiza puntualmente el desarrollo de las relaciones que se establecieron entre el gobierno  de Cárdenas y un ampliosector de universitarios, teniendo como marco de referencia la reforma educativa de estos años es el siguiente: Miguel Ángel Gutiérrez López, En los límites de la Autonomía. La reforma socialista en la Universidad Michoacana, 1934-1943, Zarnora, El Colegio de Michoacán, 2011, pp. 41-44

21 Verónica Oikión, Solano, Los hombres del poder en Michoacán. 1924-1962, Zarnora, El Colegio de Michoacán- Universidad Michoacana, 2004, pp. 151-153.
22 Raúl Arreola Cortés, Historia de la Universidad Micnoacana..., pp. 86-87.
23 Pablo G. Macías, Aula Nobilis..., pp. 485-503; Miguel Ángel Gutiérrez López, En los límites de la autonomía, pp. 72-90.
24 Pablo G. Macías, Aula Nobilis..., p. 503; Miguel Ángel Gutiérrez López, En los límites de la autonomía..., p. 104.


25 Enrique Arreguín, Vélez, "Discurso pronunciado en la ceremonia de inauguración de cursos en el año de 1935" Mecanoescrito procedente del Archivo particular del Dr. Gerardo Sánchez Díaz.
26 Enrique Arreguín Vélez y Jesús Díaz Barriga, "Proyecto sobre la nueva organización educativa universitaria de acuerdo con la tesis del socialismo científico" Mecanoescrito procedente del Archivo particular del Dr. Gerardo Sánchez, también se puede consultar en: Aurelio Espitia, Mario Enrique Arreguín Vélez: su pensamiento y acción en la ciencia y en la cultura..., pp. 183-213.  
27 El Bloque nació en 1934, arropado por la por la Confederación Revolucionaria Michoacana del Trabajo (CRMDT) más tarde se transformaría en las Juventudes Socialistas de Michoacán de la cuál Enrique Arreguín fungió como secretario. Véase: Miguel Ángel Gutiérrez López, En los límites de la Autonomía..., pp. 95-96.
28 En dicho proyecto se esbozaban los lineamientos de la cultura socialista que debían regir en la Universidad y que contribuirían a la formación de una conciencia social en los profesionistas. Además, puntualizaba la estrategia a seguirse para su implantación en cada uno de los planteles universitarios, asignando a cada uno de éstos tareas específicas para cultivar los perfiles profesionales necesarios para la transformación social y económica inscrita en el ideario de la Revolución.
29 El 19 de octubre de 1934, fue aprobado por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión una reforma al artículo 3° de la Constitución, que establecía la educación socialista. La Reforma fue publicada en el Diario Oficial el 13 de diciembre de 1934 y en su texto mandataba: "La educación
que imparta el Estado será socialista, y, además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del Universo y de la vida sociaL." consultado en: Felipe Tena Ramírez, Leyes fundamentales de México, 1808-1995, México, Editorial Porrúa, p. 881. Sobre la marcha, la ejecución del precepto constitucional se topó con una serie de obstáculos que impidieron su establecimiento al pie de la letra: existía cierta ambigüedad en su redacción que se prestó a diferentes interpretaciones y confusiones; los sectores más conservadores de la sociedad se opusieron abiertamente a su aplicación, dando como resultado una confrontación entre los grupos antagónicos que devino en posturas y reacciones radicales y violentas. El siguiente trabajo ofrece información detallada sobre el tema: Cecilia Greaves L. Del radicalismo a la unidad nacional. Una visión de la educación en el México contemporáneo. 1940-1964, México, El Colegio de México, 2008, pp. 35-37.

30 AHUM, Fondo: Consejo Universitario, Sección: Secretaría, Serie: Actas, 23 de octubre de 1934.

31 Enrique Arreguín Vélez, "Informe de labores realizadas durante el año de 1935 en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo que rinde el Rector Dr. Enrique Arreguín Ir.", p. 39: Mecanoescrito procedente del Archivo particular del Dr. Gerardo Sánchez Díaz; Enrique Arreguín, Vélez, Páginas autobiográficas, p. 72.

32 Se oferta ron además cursos de biología e higiene, taquigrafía, mecanografía, grabado en madera, mecánica y electricidad, historia de la revolución mexicana, legislación agraria y obrera, historia de las religiones y de sistemas sociales, economía política y cooperativismo.

33 Enrique Arreguín Vélez, "Informe de labores realizadas durante el año de 1935..." p. 39: Mecanoescrito procedente del Archivo particular del Dr. Gerardo Sánchez Díaz.


34 Enrique Arreguín, Vélez, "Informe de labores realizadas durante el año de 193...", pp. 57-58.
35 Enrique Arreguín, Vélez, "Informe de labores realizadas du- rante el año de 1935…”, pp. 40-42; Miguel Ángel Gutiérrez López, Los estudios musicales en la Universidad Michoacana, 1917-1940, Morelia, Universidad Michoacana, 2002, pp. 109-118.

36 AHUM, Fondo: Consejo Universitario, Sección: Secretaría, Serie: Actas, 10 de abril de 1937.

37 Enrique Arreguín Vélez, Informe de actividades..., pp. 5-72.
38 AHUM, Fondo: Consejo Universitario, Sección: Secretaría, Serie: Actas, 17 de mayo de 1935.

39 Enrique Arreguín, Vélez, Páginas autobiográficas…, pp. 55-65; también véase: Gabriela M. Luisa Riquelme Alcántar, "El Consejo Nacional de la Educación Superior y la Investigación Científica: expresión de la política educativa cardenista". Perfiles educativos, 31(124), 42-56. Recuperado el 04 de junio de 2017, de http.z/www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=SOI85-26982009000200004&lng=es&tlng=es
40 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas…, pp. 51-52.

41 Juan Carlos Ruíz Guadalajara, "Semblanza de un nicolaita: Enrique Arreguín Vélez..., p. 9l.
45 Enrique Arreguín Vélez, Páginas autobiográficas..., pp. 153-159.
46 Juan Carlos Ruíz Guadalajara, "Semblanza de un nicolaita: Enrique Arreguín Vélez..., p. 91.

47 "Enrique Arreguín Vélez" en: Rogelio Morales García, Morelia: hornacina de recuerdos, Morelia, Gobierno de Michoacán, 1990, p. 52.