Historia del Colegio de San Nicolás
Autor
Raúl Arreola Cortés
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VIII CULMINACIÓN DE UN ESFUERZO CONTINUO
VIII
CULMINACIÓN DE UN ESFUERZO CONTINUO
La administración de Lozano,—Se crean nuevas carreras.—El Comité de Arbitrios.—Los festejos del cincuentenario.—El licenciado Echeverría es electo Presidente.—Se designa rector al doctor Melchor Díaz Rubio.—Su obra.—Nuevos planteles.—Presupuestos más amplios.—La Declaración de Villahermosa.—El sistema divisional en la Universidad.—Homenaje a) doctor Ignacio Chávez—Se pone su nombre a la
Escuela de Medicina.—Asume la rectoría el doctor Pita Cornejo.—Proyectos de una nueva Ley Orgánica.—fuertes ayudas de los gobiernos federal y estatal.—Se inicia la construcción de la Ciudad Universitaria.—Se construye la posta zootécnica.—Homenaje al doctor Salvador Allende.—Renuncia el rector.—Es nombrado el doctor Genoveva Figueroa.—La Universidad durante los últimos diez años.—La población estudiantil y su composición.—El rectorado del licenciado Fernando Juárez Aranda.—El Centro de Estudios sobre
la Cultura Nicolaita.-—El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas gobierna Michoacán.—Modificaciones a la Ley Orgánica Universitaria.—La Junta de Gobierno nombra rector al doctor Cuauhtémoc Olmedo.—Cierre temporal del Colegio de San Nicolás.—Las Casas del Estudiante.—La Universidad y las luchas populares.—Inquietud por el futuro de nuestra Casa de Estudios.
De modo violento concluyó la vigencia de la Ley Orgánica de 1963. Su inicio había provocado el descontento de maestros y alumnos con el saldo de un joven muerto. En 1966, la muerte de otro estudiante a manos de la policía judicial y de los grupos de choque del gobernador ocasionó un nuevo conflicto que el gobierno estatal resolvió con la aprehensión masiva de universitarios a cargo del ejército, cuyos efectivos ocuparon el recinto del Colegio de San Nicolás. Tras de este golpe a la autonomía perpetrado irónicamente en su nombre, se modificó la Ley Orgánica J suprimieron planteles, se cambiaron autoridades, y se estableció un estado de sitio, una situación de terror como en ninguna época del México "revolucionario" se había visto.
Claro está que una institución tan arraigada en el pueblo, y de tanto vigor y experiencia en las luchas sociales, pronto restañó sus heridas y reorganizó sus filas. El primer paso para la normalización de labores fue la salida de la tropa acuartelada en el Colegio de San Nicolás. El 18 de octubre abandonaron los soldados el recinto, en presencia del general Félix Ireta, comandante de la XXI Zona Militar y del rector Lozano, quienes sellaron el acto con un abrazo.
El rector Lozano, profesionista inteligente y culto, cumplió el compromiso contraído con las autoridades. Ratificó la tesis del gobernador sobre la subversión que se gestaba en el seno de la Universidad, cargó la responsabilidad de los acontecimientos a los maestros, y desató la represión, aunque moderadamente y encubierta como depuración del personal. Con una institución mutilada, sin las Escuelas Secundarias, la Facultad de Altos Estudios y las Casas del Estudiante, orientó los estudios universitarios hacia las carreras técnicas.
Lic. Alberto Lozano Vázquez
La meta que se trazó el señor rector, de acuerdo con el gobernador, podría coincidir con la de cualquier tecnológico. Aspiraba a la formación de economistas técnicos, técnicos forestales, técnicos en investigaciones oceanógraficas, y técnicos mineros; es decir una Universidad despojada de su esencia, desvirtuada en su base, y concebida solo como un medio "para llegar a los Iugares más encumbrados de la pirámide social.[1]
En su cumplimiento de su plan de trabajo se crearon, a partir de 1967, diversas instituciones con el apoyo del gobierno estatal y de particulares. El 27 de diciembre de 1966 se autorizó la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootécnica, como resultado de un convenio tripartita (Universidad Michoacana, Gobierno del Estado y Unión Ganadera Regional). Se iniciaron las labores el 6 de enero de 1967. La Unión Ganadera y la de Porcicultores aportaron fuertes cantidades para la construcción de un edificio adecuado, con laboratorios de Microbiología, Parasitología y Bromatología, debidamente equipados.[2]
Los estudios de farmacobiología que se hacían en la Facultad de Medicina pasaron a formar una unidad independiente (la Escuela de Químicos Farmacobiólogos), con aportaciones de laboratorios comerciales y el apoyo gubernamental.
A partir de 1967 se creó la Preparatoria Núm. 2, a la que se puso el nombre del Ing. Pascual Ortiz Rubio, fundador de la Universidad.
En 1968 se hizo la reapertura de la Escuela de Ciencias Fisicomatemáticas, que antes de 1966 formaba parte de la Facultad de Altos Estudios. Al reiniciar sus labores lo hizo con un nuevo plan de estudios, muy distinto al que había tenido. Funcionó en la parte posterior del Colegio de San
Nicolás.
El lo. de febrero de 1968 fue designado el doctor Héctor Solís Quiroga director del Instituto de Ciencias Penales para el estudio de las causas de la conducta delictiva, de las ciencias constitutivas y auxiliares de la Criminología, y la aplicación de las medidas penales y de seguridad. El proyecto del Instituto fue elaborado por el doctor Solís Quiroga.[3]
La creación de estas dependencias, así como la reparación y conservación de los edificios, demandó fuertes erogaciones de los gobiernos federal y estatal. El presupuesto global para 1967 fue de $ I2'795.000, apenas un millón y medio más alto que el del año anterior, para la atención de una población estudiantil en aumento continuo (7 000 en 1966 y 7278 en 1967, no obstante la supresión de las secundarias universitarias). En 1969 el número de estudiantes había aumentado a cerca de 8 500 y el presupuesto fue de $14'893,278.95. El rector Lozano estimaba las necesidades de la institución en este último año en $28´774,702.00, es decir casi el doble de los recursos disponibles.
Diversas medidas se intentaron para solucionar la estrechez económica de la Universidad. El gobernador envió al Congreso un proyecto de reformas y adiciones a la Ley de Hacienda en beneficio de la Universidad. Se adicionó (decreto 81 del 7 de marzo, promulg. 13 de abril) el art. 197 bis, que creó un impuesto al ejercicio profesional; y se reformaron los. arts. 276, 277, 278, 280, 281 y 632 fracc. IV, sobre trasmisión a la Universidad de aquellos bienes que, por diversas causas, recaigan en el fisco Pero hasta 1968 sólo habían ingresado a la Tesorería de ia Universidad $69,316.79.[4]
En la misma fecha se promulgó el decreto 82 sobre la constitución de un Comité de Arbitrios de la Universidad Michoacana, formado por el número de miembros que la Junta de Gobierno señalara (no menor de 5 ni mayor de 10); el gobernador sería Presidente Honorario. Por su parte, la Sociedad de Nicolaitas Exalumnos acordó crear algunas becas de $ 200.00 mensuales para alumnos de carreras técnicas (ingeniería mecánica, eléctrica y química, agrobiología y veterinaria); y otras ayudas para la creación de la carrera de Ingeniero Metalúrgico con la colaboración de la Comisión Federal de Electricidad, la Impulsora de Angangueo y la Comisión del Balsas. Además, se formaron en casi todos los planteles Patronatos integrados por maestros y padres de familia, con el fin de reunir fondos para reparaciones a los edificios y otros gastos. Pero de todo esto no se obtuvo sino una cantidad de $ 89,973.50, inferior a las necesidades de la institución.[5]
El servicio social de los pasantes de Medicina se extendió de 6 meses a un año, según convenio firmado con la participación de la Universidad y autoridades del gobierno federal.
Bajo el rectorado de Lozano se reanudó la revista Universidad Michoacana, de publicación trimestral; se editaron varios libros, y el periódico Cincuentenario con informaciones sobre la celebración de los primeros cincuenta años de nuestra Universidad, acontecimiento que, no obstante los esfuerzos de las autoridades, resultaron deslucidos.
Se nombró un Comité Coordinador de los festejos, encabezado por el licenciado Alfredo Gálvez Bravo. La celebración se realizó el 15 de octubre de 1967, al cumplir medio siglo de vida nuestra Casa de Estudios. En la ceremonia hablaron, además del rector Lozano, el licenciado Salvador Reséndiz Arreóla, presidente de la Sociedad de exalumnos y miembro de la Comisión de Arbitrios, y el profesor Octavio Ortiz Melgarejo por los maestros universitarios. Además, el alumno Leonel Castillo a nombre de la FEUM. Fuera de este acto, ni en la población del Estado ni siquiera entre los universitarios se dejó sentir la importancia de dicha conmemoración.[6]
Las circunstancias políticas de la entidad no eran propicias para ninguna celebración. Desde finales de 1967 se iniciaron los acomodos para la sucesión del gobernador; la mayoría de los michoacanos deseaban que no continuara la tendencia agresiva, la "línea dura", ni el anticomunismo ni el anticardenismo irracional del funcionario saliente; se deseaba un cambio, éste sobrevino con la postulación del licenciado Carlos Gálvez Betancourt quien resultó electo y tomó posesión el 15 de septiembre de 1969.
El licenciado Lozano se retiró de su cargo casi al tiempo que entraba al gobierno Gálvez Betancourt; en su lugar quedó el ingeniero Luis Silva Ruelas como rector interino en tanto la Junta de Gobierno designaba al definitivo. La administración de Lozano había durado tres años, tiempo que se consideró suficiente para el cumplimiento de las tareas de normalización de la vida académica. Silva Ruelas poco pudo hacer en los meses que estuvo en la rectoría, entre finales de 1969 y principios de 1970. En ese breve lapso, la institución no tuvo ninguna alteración ni cambio, hasta el 14 de abril en que la Junta de Gobierno nombró al doctor Melchor Díaz Rubio, y ese solo dato permite apreciar la profundidad del cambio que se había operado en la dirección del Estado.[7]
La Junta de Gobierno se renovó de tal modo que en 1973 estaba formada por: ingeniero David Hernández Huéramo (presidente), licenciado Martín Tavira Urióstegui (secretario), doctor Santiago Barajas, doctor Alfonso Guzmán Carreón, ingeniero Donaciano Tiscareño, licenciado Alfredo Gálvez Bravo y doctor Brígido Ayala.[8]
Ing. Luis Silva Ruelas.
El año de 1970 fue sumamente agitado en el país. Las elecciones presidenciales del mes de julio llevaron a la primera magistratura al licenciado Luis Echeverría Álvarez, continuador de la política intimidatoria de su antecesor. El nuevo presidente tomó posesión el primero de diciembre, y enseguida nombró al licenciado Gálvez Betancourt director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por lo que dejó el mando de la entidad en el licenciado José Servando Chávez Hernández, quien desempeñaba el cargo de Secretario General de Gobierno.
El rector Díaz Rubio realizó grandes esfuerzos por el reencauzamiento de la Universidad, Amplió la estructura institucional mediante la creación de nuevos planteles, lo que provocó un crecimiento inusitado de la población estudiantil. Al iniciar su gestión había 9 038 alumnos (1969/1970) y al concluirla se contaban 19253 (1973/1974) o sea que había rebasado el 100%. Este gigantismo, que desde entonces ha ido en aumento, es uno de los problemas fundamentales de nuestra Casa de Estudios y de la mayoría de las universidades del país.
En la administración de Díaz Rubio se creó la Preparatoria de Agrobiología, en Uruapan, con el objeto de atender a los jóvenes que habrían de ingresar en la Facultad correspondiente establecida en la misma ciudad; el Instituto de Investigaciones Metalúrgicas, con los departamentos de Metalurgia Extractiva. Producción de Acero, Fundición y Soldadura, Metalurgia Física, Metalurgia Mecánica y Cerámica (1972); la Escuela de Ingenieros en Tecnología de la Madera mediante estudios realizados por técnicos forestales que consultaron en diversas universidades extranjeras que tienen esta carrera, para conocer experiencias, planes de estudios y programas, como resultado de lo cual se abrió la escuela en septiembre de 1973; en el mismo año se iniciaron las licenciaturas de Filosofía, Historia y Biología, las mismas que formaban parte de la Facultad de Altos Estudios suprimida por Arriaga Rivera; ya mencionamos que en 1971 se había reestablecido la licenciatura de Físico-matemáticas, que eran las cuatro carreras que tenía la Facultad en 1966. En 1974 se creó la Escuela de Administración de Empresas, y en el mismo año la maestría en Metalurgia. Se dieron los primeros pasos para el establecimiento de las carreras de Químico Farmacéutico, Químico Clínico, Químico en Tecnología de los Alimentos y la Maestría en Tecnología Pedagógica, así como las licenciaturas en Economía, en Geografía, en Arquitectura de la Comunidad, y la carrera de maestro en Educación Física.[9]
Este vasto horizonte cultural, sólo comparable al rectorado del doctor De Gortari, requirió presupuestos cada vez más amplios. El gobierno federal incrementó los subsidios a las universidades por acuerdo del Presidente Echeverría y a partir de 1972; dar dinero con largueza, sin una correcta planificación, ocasionó en muchos casos —no forzosamente en nuestra Universidad— la corrupción en los órganos directivos. Véase el comportamiento del subsidio federal en esta Casa de Estudios: e 1970 era de $5'945,000.00; en 1972, de $ 11'890,000.00 (el doble); y en 1974 se elevó a $26'765,000.00 (cinco veces más en relación con 1970). La población escolar creció en el mismo lapso, de 9 395 (1970) a 19 253 (1974) o sea poco más del doble. El subsidio estatal fue de $ 9'640,000.00 en 1970, y sólo llegó a $16'000,000.00 en 1974, un crecimiento más realista. E1 presupuesto total, incluidos los ingresos propios, fue de $ 16´251,000.00 (1970),$ 19'509,872.00 (1971), $24´780,000.00 (1972), $ 31'254,088.00 (1973), y $ 45'065,000.00 (1974). En 1970, el subsidio estatal alcanzaba el 59% del total, y cuatro años más tarde la situación se había invertido y el subsidio federal era el 60% (incluido el especial para Agrobiología —$ 800,000.00 o sea 2%— y la aportación para el INFONAVlT ... —$ 875,000.00, otro 2%— ).[10]
En el mes de julio de 1970 se creó la Comisión de Planeación Universitaria, que empezó sus labores de inmediato. Desde sus primeras investigaciones, la Comisión encontró graves fallas. "En el aspecto físico, se detectó que la Universidad había crecido sin ninguna planeación, aprovechando edificios que no fueron proyectados para escuelas, haciéndose adaptaciones en algunos de ellos y que con el continuo crecimiento habían venido a ser insuficientes e inapropiados." Por otra parte se constató que la mayoría de las escuelas carecía de laboratorios y que los existentes, reducidos y mal equipados, no llenaban los requisitos para una adecuada enseñanza experimental. Algunas escuelas no tenían bibliotecas y las existentes no daban el servicio para el que habían sido creadas. La Universidad carece de espacios deportivos propios.[11] De este análisis resultó un plan de reformas que se basaba en las conclusiones de la Declaración de Villahermosa, firmada por los rectores y directores de institutos de enseñanza superior. En esa Declaración se sostenía:
Dar al alumno una formación científica y humanista equilibrada.
Desarrollar su conciencia social.
Dar flexibilidad a los planes de estudio, tanto en las asignaturas como en el tiempo necesario para culminar los estudios.
Romper el aislamiento de las escuelas.
Habituar al estudiante y al profesor a comunicarse y entenderse con especialistas de otras áreas.
Formar técnicos medios.
Dar mayor énfasis a la investigación y al trabajo experimental en el laboratorio.
Creación de una política congruente de servicio social, que sea parte importante de la formación profesional y no un mero requisito legal.
Sentar una política adecuada en la formación de profesorado poniendo énfasis en el incremento al profesorado de tiempo completo.
Aprovechamiento óptimo de los recursos humanos y físicos disponibles.[12]
La Comisión recomendó, como parte de la reforma académica, algunos cambios en la estructura de la Universidad. Con la finalidad de agrupar los planteles por áreas específicas, el 13 de julio de 1973 el Consejo Universitario aprobó la creación de Divisiones: Ciencias y Humanidades (Físico-matemáticas, Filosofía, Historia y Biología), Ciencias Admirativas y Sociales (Contaduría y Administración y Derecho) Ingeniería (Mecánica, Eléctrica, Química, Civil, de la Madera). Las 3 formaron una ola zona: Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades. Las otras Divisiones fueron: Ciencias de la Salud (Medicina, Odontología, Químico fármacobiólogo y Enfermería); Ciencias agropecuarias (Medicina Veterinaria y Agrobiología); Enseñanza Preparatoria (Colegio de San Nicolás, Preparatoria "Pascual Ortiz Rubio", Preparatoria "Eduardo Ruiz" de Uruapan, y Preparatoria de Ciencias Agrobiológicas de Uruapan); y División de Enseñanzas Especiales (Bellas Artes).[13]
Dr. Melchor Díaz Rubio.
Escuela de Contabilidad y Administración CU.
Dentro del mismo plan se inició la construcción de la Ciudad Universitaria en los terrenos que habían sido del antiguo Campo de Aviación de Morelia, y que formaban parte del fundo legal de la ciudad. Estos terrenos fueron cedidos a la Universidad por el gobernador Arriaga Rivera, y consistían en 60 hectáreas. Después del estudio de varios proyectos, en el mes de mayo de 1973 se inició la referida Ciudad con la primera etapa de la Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades.[14]
El 14 de abril de 1972 el Consejo Universitario acordó rendir homenaje al doctor Ignacio Chávez, y poner su nombre a la Facultad de Medicina. El día lo. de mayo, en una ceremonia solemne con motivo del aniversario de la fundación de la primera cátedra de Medicina en Valladolid, se develó la placa con el nombre del maestro, quien estuvo presente y pronunció un discurso en el que exhortó a los estudiantes de aquella Facilitad a ser buenos médicos, lo que equivalía a ser buenos clínicos, hombres de ciencia que supieran estudiar y renovar el bagaje de sus conocimientos, y a la vez hombres morales y ciudadanos limpios.[15]
En el mismo año el maestro volvió a dirigirse a la comunidad universitaria al hablar a nombre de seis nicolaitas a quienes la Universidad Michoacana honraba (11 de noviembre) al cumplirse medio siglo de ejercicio profesional. Los homenajeados fueron: Antonio Martínez Báez, Eduardo Villaseñor, Manuel Martínez Báez, Rodolfo Chávez, Gabino Fraga y el mismo don Ignacio. Su discurso fue una añoranza de los años juveniles: "Mis recuerdos están vivos, como si fuesen de ayer"; con profunda emoción recordó a dos compañeros de su generación que ya habían fallecido: Salvador González Herrejón y Samuel Ramos.[16]
Fueron varios los Congresos y Reuniones que se llevaron a cabo en nuestra Universidad durante los años de 1971 a 1973. Entre ellos, vale la pena recordar la Reunión Nacional de Facultades y Escuelas de Contabilidad y Administración (1971); la XVII Reunión de la Asociación Mexicana de Profesores de Microbiología y Parasitología (1971); la XI11 Jornada Anual de estudio de la Hematología (1972); el Congreso Nacional sobre Derecho de! Trabajo (1972); el Curso de actualización cardiológica sobre Hipertensión Arterial (1972); la Reunión Nacional de Gastroenterología (1972); la Reunión Nacional de Urología (1972); el VII Congreso Mexicano de Química Pura y Aplicada (1972); el VII Congreso Nacional de Microbiología (1972); el Congreso Nacional de Centros Penitenciarios (1973); el Primer Seminario Nacional sobre utilización de encimas (1973); y la V Reunión Nacional de Dermatología (1973). Otros actos semejantes tuvieron lugar en nuestra institución, además de numerosas conferencias y simposios.[17]
Al término de su gestión se retiró el doctor Díaz Rubio. La Junta de Gobierno, al aproximarse la separación del rector, inició el proceso de auscultación señalado por la ley, y nombró al doctor Luis Pita Cornejo el 15 de abril de 1974. Fue un cambio pacífico, sin movimientos de presión política o de grupos interesados. El doctor Pita Cornejo había sido miembro de la Junta en los anos cruciales de 1965 y 1966, y es el único caso de un rector de esa procedencia. Varios exrectores formaron parte de ese organismo universitario (Díaz Barriga, Arreguín, Romero Flores, Gálvez, Estrada Aceves), pero sólo Pita Cornejo ha sido rector después de ser uno de los integrantes de dicha Junta.
Tal vez por esa circunstancia, desde que tomó posesión de la rectoría el doctor Pita Cornejo propuso un proyecto de Ley Orgánica de la Universidad en el que no figuraba la Junta de Gobierno; la autoridad máxima sería el Consejo Universitario, que además tendría el carácter de cuerpo legislativo; estaría integrado en forma paritaria por maestros y alumnos, más los representantes de los trabajadores, del personal académico y del “conglomerado estudiantil", electos democráticamente. Se entregó este proyecto al Ejecutivo para que fuera turnado al Congreso, pero el gobernador o siguió ningún trámite al respecto. Este fue un embate serio de la rectoría contra la Junta de Gobierno.[18]
En su primer año de trabajo afloraron los graves problemas de la institución, entre ellos el crecimiento desmesurado de la población estudiantil, fenómeno que se había iniciado en forma explosiva en la administración anterior, y que cada día adquiría características alarmantes. Estas masificación de la enseñanza superior, que afecta a lodos los centros educativos de ese nivel en el país, afectó principalmente algunas carreras como Medicina y Odontología, que resintieron un crecimiento de 25.98% y 24.83%, respectivamente, con las consecuencias que están a la vista (desempleo y subempleo entre los egresados de dichas carreras; y deterioro en la calidad del producto). No obstante estos ominosos resultados, la demanda crece constantemente, y no resulta exagerada la estimación que hizo la Comisión de Planeación de nuestra Universidad en 1974, acerca de una población total de 60 mil alumnos al finalizar la década 1974-1984.
De los 25 planteles que constituían la Universidad Michoacana en 1974, 7 habían transformado sus cursos en semestrales (Tecnología de la madera, Físico-matemáticas. Filosofía, Historia, Biología, Contabilidad y Fármacobiología); dos eran de cursos especiales (Instituto de Investigaciones Metalúrgicas y la Escuela de Cursos Temporales); y el resto conservaban los cursos anuales, aunque se luchaba en los Consejos Técnicos por la innovación.
La situación económica mejoró. Tanto el gobierno federal como el de Michoacán otorgaron no solamente los subsidios ordinarios sino que daban partidas especiales o extraordinarias para determinados fines. Por ejemplo, la Federación dio en 1974 subsidios extras para la participación al lNFONAVlT, relacionado con la vivienda; para la Escuela de Agrobiología; para lu creación de la Preparatoria número 3 "'José María Morelos";[19] para la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootécnica; y para un aumento a' personal universitario del 22%. El total fue de $ 29'069,050.00. El Estado acordó, además del subsidio ordinario, partidas extras para el mismo aumento de 22% y para cubrir la gratificación de fin de año; en total; $ 19´972,000.00.
Otras ayudas recibió nuestra Casa de Estudios. Diversas dependencias federales, con sus presupuestos específicos, atendieron necesidades de la Universidad. Entre otras: la Secretaría de Obras Públicas, que gastó 4 millones en la Ciudad Universitaria; la Secretaria de Recursos Hidráulicos que perforó un pozo para abastecer de agua la misma Ciudad; y la Comisión Federal de Electricidad, que se encargó de tender la red para electrificarla. Además, la Secretaría de la Presidencia envió maquinaria equipo, donó terrenos (38 Has. del antiguo Campo Aéreo de Uruapan para la Escuela de Agrobiología, y 500 Has. para una huerta frutícola en Guacamayas, en Lázaro Cárdenas); el CAPFCE y la Comisión del Río Balsas contribuyeron con obras importantes, tanto en Uruapan como en Morelia. Solamente el CAPFCE gastó $ 3'500,000.00 en la construcción de unidades de explotación de ganado bovino y porcino, almacenes, talleres, silos y laboratorios, además de salas audiovisuales y oficinas. También la Secretaría de Hacienda y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) colaboraron en distintas tareas y proyectos. El Secretario de Educación Pública inauguró el 14 de septiembre de 1974 las obras de ampliación del edificio de Medicina (dirección, subdirección, oficinas administrativas y tres aulas); y la misma dependencia autorizó la iniciación de otras obras (ocho laboratorios, diez aulas y servicios sanitarios en el mismo plantel), con un costo de $ 10´000.000.00. La Secretaría de Salubridad donó a la Escuela dos ambulancias.[20]
Dr. Luis Pita Pornejo.
El doctor Pita Cornejo continuó los planes de publicaciones y actos culturales que habían distinguido a sus antecesores. El 5 de julio de 1974, por acuerdo del Consejo Universitario, se otorgó el grado de Doctor Honoris Causa, post Mortem, al doctor Salvador Allende, víctima de un golpe militar no contra el gobierno que él encabezaba sino en perjuicio de su patria chilena y en agravio de la dignidad del Continente americano. Recibió el galardón de los universitarios nicolaitas la señora Hortensia Bussi, viuda del gran dirigente revolucionario.[21]
En la Escuela de Medicina "Dr. Ignacio Chávez" se reunió el XV Congreso de la Sociedad Internacional Bockus de Gastroenterología; también en ese plantel se llevó a cabo la XX Reunión Nacional de Ginecología y Obstetricia; así como el VI Congreso Nacional de Anatomía, y el VII Curso de Cirujía Funcional de Septum Nasal y de la Pirámide Nasal Externa. En Fármaco biología se reunieron: el VII Congreso de Ciencias Farmacéuticas, y el V Coloquio de Química Cuántica de Expresión Latina.
Una aspiración de varios rectores cristalizó en esta administración: la creación de una estación radiodifusora de la Universidad. En 1975 comenzó sus labores Radio Cultural Nicolaita en la frecuencia 1370 Khz, 0.5 Kk, con un horario que cubría de las 7 a las 19 horas. Se instaló en terrenos de la Ciudad Universitaria, y para este importante servicio se construyó una antena de 50 metros.
Se organizó en ese mismo año o a finales del anterior un Departamento , producción de Medios de Comunicación Educativa, cuya finalidad esencial es el auxilio a los docentes para el mayor rendimiento de su labor. El Departamento realizó intercambios y asesorías en varias Universidades del país.
El rector afirmó que "la anarquía sin rumbo y los gritos anónimos perjudican a la Universidad y no son actitudes de verdaderos revolucionarios. La entrega al trabajo y el cumplimiento constante del deber sí son actitudes revolucionarias".[22]
Dr. Genovevo Figueroa Zamudio.
Sin embargo, esos "gritos anónimos" formaron coro, y se produjo la salida del doctor Pita Cornejo. Además de la situación política interna, influyó en el cambio de rector la política estatal que siempre ha determinado el rumbo de la Universidad. La entrega del poder no ha sido violenta en más de cincuenta años; lo cual no evita que, al aproximarse la renovación del gobierno, surjan trastornos de índole administrativa. Al rector Pita le tocó estar en el mando precisamente en los últimos meses del gobierno del licenciado José Servando Chávez Hernández, y el momento del arribo al poder del licenciado Carlos Torres Manzo, quien tomó posesión el 16 de septiembre de 1974. Es ya tradición en nuestro medio que estos cambios en el gobierno repercutan en la Universidad, no porque los nuevos gobernantes se lo propongan, sino por el acomodo de fuerzas que dichos cambios provocan.[23]
Las actividades universitarias en los últimos diez años (1972/73-1982/83) han correspondido a un periodo de expansión. Nuestra Casa ha crecido en número de alumnos y —consecuentemente— en maestros y servidores administrativos y manuales, sus recintos han aumentado en capacidad y número al multiplicarse las oportunidades de estudios. Comamos ya con una Universidad moderna, tal como la planearon sus mejores hijos en etapas sucesivas, a partir de su ilustre fundador.
Desde 1976 en que fue designado rector el doctor Genovevo Figueroa Zamudio ha podido apreciarse, con el crecimiento cuantitativo, el surgimiento de los graves problemas que son concomitantes en una institución de las dimensiones y características de la nuestra.
La población estudiantil había aumentado, aunque no en la forma explosiva de los años anteriores, En el periodo 1975/1976 había en nuestra Universidad 25,905 alumnos, y en el siguiente: 29,290; el incremento fue de 3,385, registrándose el mayor volumen en las escuelas preparatorias. El doctor Figueroa hizo notar que "la distribución académica auspiciada por las autoridades ha propiciado un crecimiento más ordenado y regular de la población escolar, habiéndose canalizado un buen número de jóvenes a diversas profesiones". Debido a esta política, en el área de Ciencias de la Salud, que abarca las carreras de mayor demanda, la inscripción no registró un aumento espectacular como en el curso 1974/1975 en que pasó de 4,218 alumnos a 6,287 (un incremento de 2,069), el crecimiento más alto de los últimos 13 anos; en 1975/1976 fue de 1,309; en 1976/1977 de sólo 643; y en 1977/1978 tuvo un descenso de menos 271. El área de Ingenierías, segundo lugar en carreras de gran demanda, en el mismo periodo pasó de 2,/98 a 4,149, es decir con un crecimiento de 3,817. De este modo se hicieron visibles los resultados de la distribución académica iniciada por el rector Figueroa Zamudio.[24]
El crecimiento de la población estudiantil durante la década, en forma general o global, ha sido como sigue:
CUADRO NUMERO 1
POBLACIÓN ESCOLAR 1972-1973/1982-1983
15,478 19,253 21,846 25,905 29.290 30.993 33,760 35.792 37,835 43,131
72/73 73/74 74/75 75/76 76/77 77/78 78/79 79/80 80/81 81/82
Un estudio realizado en 1976 revela datos muy interesantes sobre nuestra Universidad. La población estudiantil procedía en un 79% del Estado de Michoacán, sobre todo de los municipios de Morelia y Uruapan, donde se localizan sus más importantes servicios; sólo un 20% procedía de otros Estados; y entre estos un 28% eran de Guanajuato, entidad limítrofe que tradicionalmente ha estado ligada a la nuestra; el Distrito Federal (12%); otros Estados eran: Sinaloa (8%), Guerrero (5.5%), Jalisco (5,2%), Sonora (4.7%), y el resto distribuido entre las demás entidades del país. Uno por ciento del total procedían de otros países, sobre todo de Venezuela, Honduras, Estados Unidos y Panamá. La mayoría del alumnado era de varones (71.2%) y sólo un 28.8% de mujeres. Estos procedían de la clase media, pues sólo un 16.8% quedaron registrados como hijos de obreros y campesinos; el 83.2% restante era de comerciantes, empleados, profesionistas, agricultores (pequeños propietarios) o artesanos libres. De la población estudiantil (29 290 alumnos), un 3% eran becados.[25]
Es interesante conocer los datos de la inscripción por Divisiones para apreciar las preferencias de los jóvenes en los últimos siete años. Desde luego los planteles más concurridos son las escuelas preparatorias (bachilleratos en Ciencias Químicas, Ciencias Biológicas, Ingeniería y Arquitectura, Derecho y Filosofía, y Contabilidad y Economía; además del especifico de Ciencias Agrobiológicas, de Uruapan). A los cinco planteles de este tipo que funcionaban en 1976, se agregaron las preparatorias 4 y 5 también en Morelia. La creación de estos planteles se impuso por la necesidad de atender a los numerosos jóvenes que al terminar sus estudios secundarios desean continuar su preparación. Desde 1965, pero más concretamente a partir de 1970. La Universidad ha incorporado planteles particulares establecidos en algunas cabeceras municipales; la mayor parle de dichas escuelas carecen de instalaciones adecuadas y, sobre todo, de laboratorios y bibliotecas, pero sus servicios, deficientes y onerosos, son avalados por la Universidad.
Durante la administración del rector licenciado Fernando Juárez Aranda (a partir del 3 de marzo de 1979), se planeó la creación de Preparatorias Periféricas en la ciudad de Morelia, para atender la demanda, cada día más creciente, de lugares en las Preparatorias Universitarias.[26]
Las siete Preparatorias de la Universidad tuvieron una inscripción de 10,113 alumnos en 1976 y seis años más tarde fue de 15,422, lo que indica su rápido crecimiento.
Un panorama de este nivel de enseñanza es el siguiente:
CUADRO NUMERO 2
LA ENSEÑANZA PREPARATORIA
1. Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo. 1847*
2. Prep. Núm. 2 "Pascual Orliz Rubio". Morelia 1967
3. Prep. Núm. 3 "José María Morelos". Morelia 1974
4. Prep. Núm. 4 "Isaac Arriaga". Morelia 1976
5. Prep. Núm. 5 "Melchor Ocampo". Morelia 1978
6. Prep. "Eduardo Ruiz". Uruapan 1963
7. Prep. Agrobiológica. Uruapan 1970
INCORPORADAS A LA UNIVERSIDAD
NOMBRE LUGAR FECHA DE INCORPORACION
1. "Isaac Arriaga". Ano de Rosales 12-1-1965
2. "Hermanos López Rayón". Azuayo 19-IV-1970
3. "Rector Hidalgo". Morelia 4-IX-1970
4. "General Lázaro Cárdenas". Zinapécuaro 12-V-1972
5. "Benito Juárez". Huetamo 12-V-1972
6. "Adolfo Chávez". Apatzingán 6-VII-1973
7. "Lázaro Cárdenas". Yurécuaro 22-V-1974
8. "República de Venezuela". Tacámbaro 6-XI-1974
9. "José Mana Morelos".
(antes '"Melchor Ocampo"). Zitácuaro 20-Il-1975
10. "Hermanos López Rayón". Maravatío 16-V-1975
11. "Jesús Romero Flores". Paradlo 14-VII-1975
12. "Por Cooperación". Zamora 1-IIl-1976
13. "Ignacio López Rayón". Tlalpujahiua I4-III-1977
14. "Gral. Enrique Ramírez". Lázaro Cárdenas 4-VII-I977
15. "Taximaroa". Ciudad Hidalgo 8-Vll-1978
16. "Gral. Lázaro Cárdenas del Río" Tuxpan 21-VIl-1978
17. "José Rubén Romero". Cotija 5-IX-1978
18. "Ricardo Flores Magón". Jiquilpan 21-IV-1980
19. "Dr. Raymundo Figueroa". Cuitzeo 12-ll-1980
20. "Melchor Ocampo". Arteaga 12-IV-198O
* En e! caso del Colegio de San Nicolás se pone la fecha de su reapertura y secularización, con el nombre que desde entonces tiene.
Los rectores Figueroa Zamudio y Juárez Aranda, así como el actual, han manifestado en diversas ocasiones su honda preocupación por la enseñanza preparatoria que constituye la verdadera iniciación de la vida universitaria, donde se abren a los jóvenes los horizontes del saber, con la finalidad de capacitarlos para la vida y para el ingreso a las escuelas profesionales. El bachillerato requiere, por tanto los mejores maestros, recintos, laboratorios, bibliotecas y equipo.
También la División de Ciencias y Humanidades creció notablemente con la creación de las escuelas de Filosofía, Historia y Biología, en 1974. Pe 441 alumnos que tuvo en 1976, pasó a 2,253 en el año pasado (1982).
Los maestros de Carrera "A" y "B" aumentaron de 84 a 178, con un crecimiento de más de 100%. El mayor impulso se registró a partir de 1980, año en que se creó la categoría "C" con 10 plazas. Los sueldos han sido incrementados notoriamente en los últimos años; y sin embargo se advierte la necesidad de nuevos aumentos ante el deterioro paulatino del salario de los trabajadores por la situación difícil en que la ineptitud y el latrocinio han dejado a nuestra nación.
En 1974 se iniciaron los estudios de licenciatura en Administración de Empresas, necesaria para la formación de profesionales con ideas nuevas del desarrollo económico del país; y con el mismo propósito fue creado el Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas, en el periodo 1975-1976. Se tuvo presente en ambos casos la necesidad de vincular más estrechamente a la Universidad con los problemas del desarrollo regional.[27]
Especial atención se ha puesto en la difusión cultural a través del libro. La publicación de obras en la década fue impresionante, como puede verse en el anexo de este libro, en la parte referente a bibliografía universitaria. Estudios históricos, humanísticos, literarios y técnicos; conclusiones y trabajos de investigaciones realizadas en diversas regiones del Estado; materiales de trabajo para las cátedras; inquietudes sobre el desarrollo económico y político de México y del mundo. Más de un centenar de libros se publicaron en este periodo, salidos algunos de la Imprenta Universitaria, cuyos frutos pudieran ser más constantes. La Librería Universitaria ha contribuido a la divulgación de esas publicaciones, aunque falta una política más eficiente en ese aspecto.
Desde 1980 funciona el Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, creado por la Universidad, con el apoyo amplio del licenciado Carlos Torres Manzo, gobernador del Estado durante los años 1974-1980. Este culto gobernante desarrolló una importante labor en Michoacán, y entre sus preocupaciones estuvo en primer término el aspecto cultural; durante su mandato se publicaron numerosos libros sobre los municipios del Estado y sus aportaciones al desarrollo general del país, así como sobre figuras históricas de michoacanos distinguidos, hechos importantes, y de información sobre agricultura, ganadería, industria y comercio. Quiso el gobernante que se investigara y divulgara la obra de los hijos del Colegio de San Nicolás a través de su larga y azarosa historia, y brindó todo su apoyo al rector Juárez Aranda para que se creara el mencionado Centro de Estudios, encomendado al doctor Juan Hernández Luna. Entre los propósitos del Centro figura la formación de una galería de retratos de los nicolaitas más destacados (a la fecha se cuenta con más de 200 óleos); una biblioteca que reúna la producción de los universitarios michoacanos, que sea como un centro de consulta para quienes deseen investigar en las obras de esos autores; un sistema de seminarios y conferencias en los que se estudie la vida y la obra de los grandes personajes que ha producido el Colegio de San Nicolás en la filosofía, la historia, las letras y el arte nacionales; y la publicación de una Biblioteca de Nicolaitas Notables, que se inició con la reedición de tres tomos de las Obras Completas del doctor José Torres Orozco, y la edición de un cuarto tomo, todos compilados por el doctor Hernández Luna. Además se publicó una reproducción del libro de don Enrique Arreguín Oviedo sobre el monumento dedicado a Morelos en su ciudad natal; y una serie de volúmenes de diversos autores y temas que, hasta la fecha, llegan a más de veinte, sin contar la Historia del Colegio de San Nicolás y la presente Historia de la Universidad Michoacana, obra elaborada por su autor como miembro del Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita.[28]
Con estas instituciones han quedado cubiertos los aspectos de formación profesional, e investigación y difusión de la cultura, que son las funciones específicas de nuestra Casa de Estudios. A la fecha, y sobre el primer aspecto, pueden cursarse aquí las siguientes carreras:
Escuela de Economía. Interior.
Posta zootécnica. Escuela de Medicina Veterinaria. (Vista aérea).
CUADRO NUMERO 3
ESCUELAS Y CARRERAS
Escuela Carrera que se sigue Fecha de
Fundación
1. Esc. de Medicina
"Dr. Ignacio Chávez" Médico Cirujano y Partero 1895
2. Esc. de Odontología. Cirujano Dentista 1954
3. Esc. de Enfermería. Enfermera (nivel medio tradicional,
nivel medio con opción a licencia
tura, y licenciatura) 1958
4. Esc. de Químico Fármaco-biólogo. Químico Farmacobiólogo (con
orientaciones hacia: Farmacia, Bioquímico-clínico y Alimentos) 1961
5. Esc. de Ingeniería Civil. Ingeniero Civil
Topógrafo 1930
6. Esc. de Ingeniería Mecánica. Ingeniero Mecánico 1965
7. Esc. de Ingeniería Eléctrica. Ingeniero Electricista 1965
8. Esc. de Ingeniería Química. Ingeniero Químico 1965
9. Esc. de Ingeniería en Tecno
logía de la Madera. Téc. en Aserraderos y Maquinaria
Ing. en Tecnología de la Madera
Especialización en Celulosa y Papel 1973
10. Esc. de Arquitectura. Arquitecto 1978
11. Esc. de Contabilidad y Admi
nistración. Contador Público
Licenciado en Administración de
Empresas 1961
12. Esc. de Derecho. Licenciado en Derecho 1901
13. Esc. de Economía. Licenciado en Economía 1977
14. Esc. de Historia. Licenciado en Historia 1973
15. Esc. de Filosofía. Licenciado en Filosofía 1973
16. Esc. de Físico-Matemáticas. Lic. en Ciencias Físico-matemáticas 1971
17. Esc. de Biología. Licenciado en Biología
Técnico en Laboratorio Biológico 1973
18. Esc. Popular de Bellas Artes. Secciones de Música. Arte Dramático,
Danza y Artes Plásticas 1916
19. Esc. de Agrobiología Ingeniero Agrónomo (especialidades
en Parasitología, Zootecnia, Fitome-
joramiento y Bosques 1961
20. Esc. de Medicina Velerinaria
y Zootécnica. Medico Veterinario y Zootecnista 1967
21. Instituto de Investigaciones
Metalúrgicas. Maestría en Metalurgia y
Ciencia de Materiales 1972
22. Instituto de Investigaciones
Químico-Biológica Investigador Químico-biólogo 1975
Para el servicio de estas instituciones se ha contado con edificios e instalaciones nuevos, además de los tradicionales. Sobresale la construcción de la Ciudad Universitaria. Fue en 1973, durante el mandato estatal del licenciado Servando Chávez Hernández, cuando se inició la construcción de los primeros edificios de la magna obra, los de la Unidad de Ciencias, Ingeniería y Humanidades: los edificios "B”, "C" y "D" (aulas y departamentos académicos; el "D" además para Salas de Dibujo) y el "E" (Laboratorios de Química). Al año siguiente se puso la cimentación del edificio "M". Fue hasta 1975 en que se construyeron los edificios "H" (Laboratorios de Hidráulica), "G" (Laboratorios de Electrónica, Eléctrica, Dinámica y Térmica), "F" (Laboratorio de Materiales), "J" (Laboratorio de Máquinas y Herramientas), "K" (Laboratorio de Ingeniería Química); se terminó el "M", con 21 aulas (una audiovisual) y 5 departamentos académicos. Todo el gasto de este año en Ciudad Universitaria importó $ 29'973,000.00, incluido el valor del Laboratorio de Ingeniería Química, uno de los más avanzados del país, sólo comparable al del Instituto Politécnico Nacional.[29]
La obra se continuó el año siguiente con la construcción de los edificios "L" (Laboratorios de Biología y Física), "N" (Centro de Cálculo), "O" (Laboratorio de Tecnología de la Madera); así como la primera etapa de la obra exterior (barda y cerco perimetral, y andadores cubiertos), así como la iluminación, gastándose en estas obras $ 18'627,000.00.
En 1977 y parte de 1978 se construyó el edificio "R", con 20 aulas, 4 departamentos académicos y una sala audiovisual. Se avanzó en la primera etapa del edificio "S" (Biblioteca central) y el "U", que se destinó al Instituto de Investigaciones Metalúrgicas, en una superficie de 1000 m2, con servicios de agua, aire comprimido, gas y corriente eléctrica. En las dos etapas siguientes se completaría el espacio físico para albergar 6 departamentos (Metalurgia extractiva, Producción de acero, Fundición y soldadura, Metalurgia física, Metalurgia mecánica, y Cerámica, dotados de maquinaria y aparatos para Macroscopia óptica y electrónica, pruebas mecánicas, análisis, corrosión, procesamiento de minerales y cerámica, y piro-metalurgia. Entre las funciones del Instituto se encuentra fundamentalmente la investigación, sobre proyectos propios de cada departamento o proyectos generales que requieren la participación de varios especialistas. En 1981 tenía el Instituto 16 investigadores, 4 auxiliares y 2 técnicos, y desarrollaba una amplia labor en la que están incluidas la docencia (se otorga diploma en la especialidad de Metalurgia y Maestría en Metalurgia y Ciencia de Materiales, o en ambas) y la difusión de resultados, en cursos nacionales o internacionales, conferencias, seminarios y publicaciones. En 1981 la Sociedad de Fundidores de Cincinnati, Ohio, concedió el premio "Howard F. Taylor" al nicolaita doctor Baltazar Hernández Reyes (29 de abril) Dicha distinción se había concedido hasta entonces a investigadores europeos y norteamericanos. El doctor Hernández Reyes era el jefe del Departamento de Fundición y soldadura del Instituto. A finales del mismo año se instaló un horno de fusión de metales, con un costo de $2'600,000.00.[30]
En los años de 1978 y 1979 se continuaron las obras en la Ciudad Universitaria. Se terminó el edificio "A" (Rectoría, Coordinación de Ingenierías y oficinas administrativas); la tercera etapa de la obra exterior (andadores cubiertos y descubiertos, jardinería, banquetas, accesos, estacionamientos e iluminación); los edificios "T" (12 aulas y 2 departamentos académicos); y "P" (4 talleres para Arquitectura, 4 aulas y 2 departamentos académicos) se terminaron con un costo de $ 26'106,000.00. Además, en 1979 se gastó un millón de pesos en la remodelación o arreglo de laboratorios en la División de Ingeniería. Hasta este año se llevaban gastados en la Ciudad Universitaria $120´376,000.00, incluidos $ 10´948,000.00 que se emplearon en la adquisición de aparatos y su instalación en los Laboratorios pesados y de proceso de Ingeniería Química, para las prácticas de balance de materias y energía, mediciones industriales, flujo de fluidos, transferencias de calor, filtración, evaporación, destilación, extracción, absorción, secado, humidificación, procesos industriales orgánicos e inorgánicos, cinética química, instrumentación industrial y electroquímica.[31]
En el periodo que ahora reseñamos (1973-1983) se realizaron otras obras materiales que beneficiaron a varios planteles que ampliaron el patrimonio de la Universidad. En un predio de 100 hectáreas del municipio de Tarímbaro, con los fondos directos y las ayudas que se han mencionado, fue construida la posta zootécnica de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootécnica, en cinco etapas, con un costo total de $ 34´731,000.00. Desde 1971 se iniciaron las obras de construcción de instalaciones para la Escuela de Agrobiología y las preparatorias de la ciudad de Uruapan, en un predio de 38 hectáreas de terrenos que habían pertenecido al antiguo campo aéreo de esa ciudad, con un costo (hasta 1979), de $ 25'539,000.00.[32]
Lic. Fernando Juarez Aranda.
La división de Ciencias de la Salud fue objeto de especial atención por su mayor afluencia de alumnos y por la importancia de las carreras que la componen. En la Escuela de Medicina se construyeron los edificios "A", "E", "F" y "G", así como el que albergaría la Biblioteca Central de la misma división. Con estas instalaciones se cubrió la necesidad de aulas, salas audiovisuales, oficinas y salas de lectura, y se gastó en todo más de $16´574,000.00. En la Escuela de Odontología se construyó, en varias etapas un edificio de Clínicas, y se adaptó uno para laboratorio de materiales dentales, además de salas de lectura y una clínica odontológica de servicio social. El costo fue de $ 14'370,000.00. En la Escuela de Enfermería se gastaron S 3'000,000.00 en la construcción y acondicionamiento de aulas, cubículos para profesores, oficinas y sala de juntas. Y en la Escuela de Químicos Fármaco-biólogos se amplió el edificio con un costo superior a los $6'000,000.00.[33]
Este conjunto de realizaciones académicas, y su reflejo en el aspecto material, fueron posibles por el apoyo económico oficial. Nuestros principales centros de cultura superior se sostienen de los fondos públicos, con mengua de su pretendida autonomía. Los temores que expresaban los fundadores de la Universidad Michoacana en 1917, estaban justificados. Los diputados preguntaban de qué iba a vivir la institución, y decían: si va a depender del presupuesto público no será autónoma, y estará sujeta a los vaivenes de la política estatal. El gobernador Ortiz Rubio presentó entonces, ante los remisos diputados una relación de los bienes que el gobierno entregaría a la naciente Universidad para que de sus frutos se sostuviera, sin dejar por ello de ayudarle con alguna cantidad para que completara su presupuesto, con respeto absoluto a su funcionamiento autónomo. La realidad esfumó los ensueños del culto gobernante, y la dependencia ha sido casi total respecto a las finanzas públicas. No han faltado proyectos para la solución de este problema fundamental; sin embargo, hasta ahora y en el periodo que examinamos, la situación ha sido la siguiente:
CUADRO NUMERO 4
RECURSOS FINANCIEROS.
FEDERAL SUBSIDIO INGRESOS TOTAL
AÑO SUBSIDIO ESTATAL PROPIOS GENERAL
1972 $ 11,890,000.00 $ 11,140,000.00 $ 1,250,000.00 $ 24,280,000.00
1973 $ 17,684,504.00 $ 12,000,000.00 $ 1,569,584.00 $31,254,088.00
1974 $ 26,765.000.00 $ 16,000,000,00 $ 2,300,000.00 $ 45,065,000.00
1975 $ 43,837,148.00 $ 22,030,000,00 $ 4,550,000.00 $ 70,414,148.00
1976 $ 64,834,184.00 $ 26,030,000.00 $ 5,050,000.00 $ 95,914,184.00
1977 $103,490,900.00 $ 41,162,900.00 $ 8,,036,367.00 $ I52'690,167.00
1978 $ 160,400,000.00 $ 52'070,495.00 $ 10,782,025.00 $223,752,520.00
1979 $ 237,660,830.00 $ 91,232,980.00 $ 31,867,846.00 $360,761,656.00
1980 $ 330,399,086.00 $ I25,565,000.00 $ 36,1 14,675.00 $ 492,078,761.00
1981 $467,795,340.00 $ 195,286,000.00 $ 52,598,944.00 $715,T180,284.00
$ 359,891,000.00 $ 84,763,000.00 $1,253,523,000.00
estinados a futuras expansiones, el gobierno del Estado entregó a la Universidad (1982) dos terrenos; el primero en colindancia con los viveros estatales, con una superficie de 11,000 m2, que se ha destinado para una escuela Preparatoria; y el segundo en la parte norte de la escuela de Odontología, con superficie de 6,300 m2, para ampliar instalaciones del área de Ciencias de la Salud.[34]
Las tareas de investigación han recibido una especial atención, para cumplir una de las funciones de la Universidad. En esta década se han canalizado a estas actividades recursos que han ido del 0.80% al 10% del presupuesto total. El mayor impulso corresponde a los años 1978-1982. Se han realizado varios proyectos de beneficio regional sobre la flora, la fauna y los recursos mineros y pesqueros del Estado, algunos de los cuales figuran en el apéndice de este libro ("Ensayo ele bibliografía universitaria de Michoacán"). Actualmente (1982) hay 113 becados para estudios de posgrado en instituciones del país (IPN, ITESM de Irapuato, Ciudad Universitaria de Tampico, Hospital del Niño en México, Soc. Mex. de Hematología, Inst. de Inv. Pecuarias, Hospital General de México, y las Universidades: Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Iberoamericana, Chapingo, Yucatán, Coahuila, Nuevo León y Puebla) y del extranjero (Estados Unidos, España, Suiza, Canadá, Alemania y Holanda).[35]
Panorámica de te Ciudad Universitaria.
Nuestra Universidad ha celebrado convenios con diversas instituciones como CONACyT, UNAM, 1PN, SEP, ANUlES y otras, en aspectos importantes: formación, actualización y especialización de profesores; cursos de actualización, producción de materiales auxiliares de la enseñanza; apoyo y colaboración en proyectos de investigación; intercambio de revistas técnicas, bibliográficas y servicios de información; asesoría para establecer estudios de postgrado, apoyo a infraestructura física y humana de laboratorios; apoyo a planeación institucional; y proyectos de desarrollo institucional.[36]
La Universidad Michoacana participa en el Sistema Nacional de Planeación Permanente de la Educación Superior, de la Comisión Estatal de Planeación de la Educación Superior (COEPES) y del Consejo Regional para la Planeación de la Educación Superior (CORPES). Se trabaja en la elaboración de un Diagnóstico Institucional y un Plan de Desarrollo a Corto, Mediano y Largo Plazo, que indudablemente será de gran utilidad.[37]
La vida institucional de nuestra Casa de Estudios no se ha visto alterada por causas graves en la última década. Los movimientos que han suspendido el trabajo en forma transitoria han obedecido a conflictos de tipo laboral con los sindicatos del personal académico y de los trabajadores administrativos, algunas veces ligados a situaciones de alcance nacional. Han surgido suspensiones de labores, también por corto tiempo, debido a las actividades de las Casas del Estudiante, que en esta década han modificado su número y su calidad. A la fecha son 23 las que existen en condiciones precarias que exigen una mayor atención y organización para que cumplan con su función asistencial y de auxilio a los estudiantes pobres. En los últimos años se han acogido en las Casas numerosas personas que no pertenecen a la comunidad universitaria, aunque muy respetables por sus actividades en la lucha revolucionaria en demanda de tierras, habitación, transporte, educación y seguridad social. A estas Casas o Comunas —como suele llamarse a algunas—, se les otorgan cantidades fuertes en efectivo y en forma global, sin que los dirigentes estén obligados a justificar la erogación con la lista de alumnos becados y las calificaciones que los hagan merecedores del auxilio de la Universidad. Esto ha creado conflictos de intereses entre los mismos dirigentes, amparados con siglas de partidos políticos o grupos de presión, que también participan en la contienda. Los efectos de estas luchas, tanto las que emprenden contra las autoridades universitarias como las que libran internamente, han repercutido en la sociedad, sobre todo en Morelia y Uruapan que se han visto asediadas y paralizadas, en detrimento del prestigio y buen nombre de la Universidad.[38]
En esta década se han producido varios intentos de modificación de la ley Orgánica, y al efecto se han producido proyectos provenientes de grupos estudiantiles, magisteriales o de empleados administrativos. Aunque en todos se respeta la orientación filosófica de la institución, cada grupo pretende colocarse en el centro de las decisiones y ser el factor determinante en los aspectos fundamentales de la vida universitaria. Casi todos los proyectos suprimen la institución de la Junta de Gobierno y proponen al Consejo Universitario como órgano supremo de gobierno; y es en la composición del Consejo donde los diversos sectores quisieran destacar. La Junta de Gobierno ha cumplido veinte años como la máxima representación de nuestra Universidad; y en la UNAM lleva cuarenta, sin que en ese tiempo hayan surgido problemas graves a causa de sus decisiones.
En el presente año (1983) la Junta de Gobierno funcionó irregularmente, sin renovarse conforme a la Ley Orgánica y a su reglamento interior. Cuatro de sus miembros habían prolongado su permanencia, seguramente por descuido del Consejo y no por su deseo personal; las fechas de retiro debieron ser: doctor Brígido Ayala, 1981; ingeniero Joaquín Mejía Ramírez, 1982; doctor Samuel Chávez Fraga, 1982; y doctor Santiago Barajas Carrasco, 1980; todos ellos universitarios muy distinguidos. Para subsanar la irregularidad, el Congreso del Estado aprobó el 23 de marzo algunas adiciones al artículo tercero de la Ley, y nombró a los cuatro miembros que deberían sustituir a los mencionados profesionistas. Fueron designados: doctor Ireneo Rojas Hernández, doctor Hiram Ballesteros Olívares, quien asumió la presidencia de la Junta; doctor Juan Hernández Luna; y licenciado Alfredo Gálvez Bravo, ex rector de la Universidad, quien ocupó la secretaría dei organismo de gobierno; quedaron como integrantes: ingeniero Luis G. Meza Villaseñor, licenciado Alberto Cano Tovar y licenciado Juan Díaz Ponce de León, quienes permanecerán hasta el momento en que deban abandonar la Junta por cumplimiento de su periodo.[39]
Una vez integrada debidamente la Junta de Gobierno, la primera tarea que tuvieron fue la designación de rector de la Universidad, ya que el licenciado Femando Juárez Aranda había cumplido su mandato. Había numerosas propuestas para el cargo, respaldadas por planteles, grupos y personas; los miembros de la Junta estudiaron cuidadosamente los antecedentes de cada candidato, y decidieron nombrar al doctor Cuauhtémoc Olmedo Ortiz, a partir del 26 de marzo del presente año, como nuevo rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.[40]
El doctor Olmedo Ortiz es un joven profesionista egresado de la Escuela de Medicina. Antes de "ser nombrado rector desempeñaba el cargo de regente del Colegio de San Nicolás. En este puesto pudo enterarse del estado ruinoso del edificio a pesar de las numerosas reparaciones que se le han hecho ha sido víctima del paso del tiempo. Construido hace un siglo es natural que su resistencia falle y que se haga necesaria una reestructuración a fondo que lo salvaguarde de la ruina total. Uno de los primeros acuerdos del rector Olmedo fue el cierre temporal del primer patio , en tanto se le reconstruye, y el traslado de los alumnos a la Ciudad Universitaria donde actualmente reciben sus clases.
Dr. Cuauhtémoc Olmedo Ortiz.
El cierre del vetusto edificio impidió que en él se efectuara el tradicional acto del 8 de mayo, fecha del natalicio del libertador don Miguel Hidalgo, hijo ilustre del plantel nicolaita. Desde hace algunos años dicho acto no se llevaba a cabo por la intransigencia de los grupos políticos, y la lucha interna de las Casas del Estudiante, que iban a! acto a agredirse mutuamente, sin respeto al recinto ni al recuerdo del héroe.
El rector Olmedo se había propuesto realizar el homenaje a don Miguel Hidalgo en el presente año, y como el local no ofrecía seguridad, ordenó que el acto se hiciera hacia la calle, y que se emplearan los balcones del edificio como tribuna. Asistieron para presidir un representante del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, gobernador constitucional del Estado, el presidente municipal de Morelia, ingeniero Rafael Ruiz Béjar, y el maestro Jesús García Herrera, regente del Colegio. Participaron como oradores: el licenciado Salvador Mora Villalpando, el alumno Alfredo González, presidente del Consejo Estudiantil Nicolaita, y el mismo rector, quien censuró "los descuidos de hace diez años, irresponsabilidad y burocratismo", que causaron el deterioro del edificio. "Pero si hay amenaza de derrumbe material, no lo hay ni lo puede haber en. . . el pensamiento libertario que han levantado, a través del tiempo, el Colegio y toda la Universidad". Exhortó a los nicolaitas: "No basta decirse o proclamarse revolucionario; esto es fácil; sino demostrarlo con verdades, con hechos, y no solo en la calle sino en el aula, el laboratorio, la biblioteca. . . Un mal estudiante, un maestro incumplido, un empleado ineficiente, un funcionario deshonesto en nuestra Universidad, no pueden ser ni son revolucionarios, más que se cubran con muchas estrellas rojas". Y concluyó con una demanda: "'¡Por una nueva Ley Orgánica verdaderamente democrática!".[41]
Hay inquietud por el futuro de la Universidad Michoacana. No se sabe a dónde podrán llevarla los grupos y tendencias políticas que se agitan en su seno. Fracciones de la izquierda mexicana se enfrentan violentamente; de modo que, aunque se quisiera preservar la tradición libertaria y progresista de la institución nicolaita, no habría modo de hacerlo en la práctica ante los fragmentos que, cada uno a su manera se ostentan como depositarios de la verdadera línea revolucionaria, y atacan a sus enemigos circunstanciales con una pasión desbordada, mayor que si atacaran a sus enemigos verdaderos. De este modo la Universidad no podrá avanzar, y no por culpa de la reacción, sino de los mismos revolucionarios que han encontrado en las casas de estudio afiliación fácil y campo de lucha, situaciones que no han sabido conquistar entre los obreros y campesinos del país para un auténtico movimiento de renovación nacional.
NOTAS
[1] Discurso pronunciado en la inauguración de cursos de 1967. En A. Lozano. El Estado… p. 89.
[2] En 1978 se hicieron modificaciones al plan de estudios inicial de la carrera
de Médico Veterinario y Zootecnista, con el sistema de enseñanza modular.
[3] El proyecto relativo en la revista "Universidad Michoacana”, Núm. 2, pp. 24-29. 30 de enero de 1968.
[4] Ver: revista "Cincuentenario". Núm. 2, abril-mayo de 1967.
[5] II Informe de labores del rector Lozano, en la revista "Universidad", Núm. 5, marzo de 1969.
[6] Partes esenciales de los discursos en "Carla Mensual", de la Sociedad de exalumnos, Núm. 5, septiembre de 1967.
[7] El doctor Díaz Rubio desempeña bu un cargo de elección popular: Presidente Municipal de Morelia.
[8] Archivo de la Junta de Gobierno.
[9] Además se creó en 1974 la Escuela Preparatoria Núm. 3, que lleva el nombre
de "José Marín Morelos". Libro de actas del Consejo Universitario. AHUM.
[10] Ibid.
[11] "Revista de Planeación Universitaria", Núm. 1. 1976. Villahermosa, con algunos comentarios.
[12] Se publicó en folleto especial, que incluye el texto de la Declaración de
[13] El sistema divisional ha permitido una acción coordinada y una planeación más efectiva, aunque multiplica los servicios administrativos, con resultados siempre óptimos.
[14] Ibid., pp. 161-166.
[15] Registro Público de la Propiedad Núm. 164087. tomo 903.
[16] El discurso del maestro en l. Chávez.... pp. 81-92,
[17] Ver: Testimonio de una gestión…, p. 56.
[18] Ley Orgánica (anteproyecto). 1975.
[19] Para la creación de la Preparatoria se presentó la iniciativa el 19 de septiembre, y el Consejo acordó favorablemente el 11 de octubre. Libro de actas del Consejo Universitario. AHUM.
[20] Dr. Luis Pita Cornejo, Primer Informe. 1975.
[21] Ver: Imágenes.... libro que se formó con diversos trabajos, además de los discursos del homenaje de los nicolaitas.
[22] L. Pila, op. cit., p, 95.
[23] El doctor Pita renunció al cargo a Finales de 1975. En el libro de acias del Consejo Universitario no se anotan ías causas de su separación.
[24] Dr. Genovevo Figueroa Z. Informe de la Rectoría 1976-1977.
[25] Revista de Planeación Universitaria, pp. 6-21.
[26] El plan ha quedado suspendido en la actual administración.
[27] Lic. Fernando Juárez Aranda. Informe de la rectoría. 1979-1982.
[28] El doctor Hernández Luna ha presentado proyectos de trabajo con el fin de superar las labores del Centro.
[29] El laboratorio de Ingeniería Química tuvo un costo global de $ 10'948.000.00.
[30] Periódico "El Universitario", órgano oficial de información, Núm. 3. junio de 1981.
[31] Informe del licenciado Juárez Aranda. Op. cit.
[32] Ibid.
[33] Ibid.
[34] Estos terrenos están inscritos a favor de la Universidad en el Registra Público de la Propiedad.
[35] F. Juárez Aranda, informe cit., anexo Núm. 9.
[36] Actas del Consejo Universitario. AHUM.
[37] Ibid.
[38] Actualmente funcionan 2.1 Casas del Estudiante: "Ricardo Flores Magón", "2 de octubre", "Natalio Vázquez", "Insurgencia Popular", "H, Zitácuaro", "Madre Latina", "Emiliano Zapata", "Genaro Vázquez", "Rosa Luxemburgo", "'Misael Nuñez Acosta", '"Camilo Torres". '"Residentes universitarios", "lsaac Arriaga". "Espartaco", "3 veces H. Zitácuaro", "Regeneración". "Nicolaita". "Lucio Cabañas", "Benito Canales",
[39] El ingeniero Meza había concluido también su periodo. Renunció al iniciar sus labores la nueva junta y en su lugar se nombró al Lic. Ramón Villasana. El doctor Ballesteros pidió su cambio por tener que ausentarse de la ciudad, y en su lugar se nombró al Lic. Roberto Reyes Quiroz. El Lic. Gálvez Bravo es el Presidente de la junta.
[40] Fue la consecuencia inmediata del decreto 270. publicado en el Periódico Oficial, Núm. 25, del miércoles 23 de marzo de 1963.