Texto académico
Autores
Eduardo Ochoa Hernández
Dina Duran Carranza
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Filho Enrique Borjas García
Rogelio Ochoa Barragán
- ISBN 978-607-xxxx-xx-x
- Morelía, Mich. México
- 1 de junio de 2021
_____________________________
Puntuado
1. El puntuado
1.1 Punto (.)
1.2 Punto y seguido
1.3 Punto y aparte
1.4 El punto final
1.5 Puntos suspensivos (…)
1.6 Dos puntos (:)
1.7 La coma “,”
1.8 Punto y coma (;)
1.9 Signos de interrogación (¿?)
1.10 Signos de admiración (¡!)
1.11 Paréntesis ( )
1.12 Corchetes []
1.13 Guiones -
1.14 Las comillas “”
1.15 Cursivas y negritas
1.16 La barra (/)__________________
“Los signos de puntuación son los signos ortográficos que organizan el discurso para facilitar su comprensión, poniendo de manifiesto las relaciones sintácticas y lógicas entre sus diversos constituyentes, evitando posibles ambigüedades y señalando el carácter especial de determinados fragmentos (citas, incisos, intervenciones de distintos interlocutores en un diálogo, etc.). En el español actual, forman parte de este grupo de signos el punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos, los paréntesis, los corchetes, la raya, las comillas, los signos de interrogación y de exclamación, y los puntos suspensivos. La mayor parte de ellos tienen, además, usos no lingüísticos, que quedan fuera de los límites de la ortografía[1]”.
La razón de la presencia de signos no alfabéticos en un texto —esos signos de puntuación que son generalmente pensados, pero no pronunciados—. Es puntuar un texto con el arte de crear y definir relaciones de sintaxis, lógicas discursivas y de estilo personal, además, controla un ritmo temporal en el flujo del texto. Ningún programa informático le indicará con eficacia si está mal puntuado un texto, la razón es que la computadora no puede calcular un párrafo mal puntuado, debido a que le es imposible ser programada con los estilos de todos los posibles escritores. Si no distinguimos que hay reglas absolutas, un estilo literario de una puntuación coherente, quizás es tiempo en que debemos aprender en la propia maestría de los escritores consagrados. Pero la escritura, no es producir literatura nada más, hay por ejemplo, una gran cantidad de rúbricas de aprendizaje en el espacio escolar y comunicados electrónicos sobre la Web.
El puntuado orienta al lector y a los pensamientos del escritor, estos signos indican la fuerza de algunos términos o frases. Apoyan el tono de párrafos. Abren y cierran comentarios. Se agrupan en cerraduras o conjuntos abiertos. Dan forma al discurso ajustando ideas dentro del movimiento de sentencias. El puntuado reparte los sentidos de las ideas, da cohesión al discurso con una prosa elegante. El puntuado es la dinámica apoyada en marcas, controlando la respiración e invitando a reflexionar, dudar, reclamar, manifestar y dar espacio para el estado de ánimo. El puntuado da paso a nuestros gustos y preferencias particulares de presentar la estructura del mundo interior del texto escrito. Al ser en muchos casos de uso personal, cito algunos gustos en su empleo:
- Cuando me comunico con alguien los despuntes me gusta usarlos para encabezar el destinatario.
- A mí, la coma me agrada su empleo para invitar y hacer énfasis en términos claves.
- El empleo de los puntos suspensivos, los prefiero al etc., abreviatura que la consideré menos elegante.
- Prefiero los paréntesis que las rayas dobles para alternar comentarios en el flujo del discurso principal.
- Las comillas las empleo con frecuencia para denotar énfasis en una palabra o frase, teniendo cuidado de usarlas como señal de humildad en su significado no absoluto y sin cerrar otras posibles vías semánticas.
- Atacar con signos de interrogación, me resulta muy útil para abril la discusión de una disertación en el texto académico o científico.
- Los signos de admiración, los encuentro como una forma de tomar al discurso de una cadencia más coloquial en el manejo del narrador del texto.
- Suelo tener problemas con el uso de la coma y, el punto y coma cuando intercalo ideas.
- Suelo exagerar los puntos y aparte, cuando pretendo reparar muchas situaciones paralelas que ocurren en el contexto que se discute.
El mapa de signos, dentro de los cuerpos de texto, establece un estilo en la manera en que el texto resulta en ritmo y pausa necesarios para la respiración y la reflexión. Un punto y seguido, o un punto y aparte, tienen enormes consecuencias en el flujo de las ideas. No solo crean un estilo, sino que además, apoyan el arte de razonar dentro de cadenas de proposiciones y operadores discursivos. Son diferentes a las reglas ortográficas, por ser flexibles al estilo del escritor. No solo organizan en segmentos la información de un texto, sino además, juegan con un uso más preciso en la lectura de las ideas. Todos estos modos de empleo de los signos de puntuado, determinan nuestra capacidad de redacción.
El modo de cada cual de puntuar, es nuestra huella en la redacción. Podemos elegir entre sentencias largas y cortas, al modo de un ritmo. Si somos creativos, el puntuado es una manera de ver la estructura de segmentación con que presentamos el contenido textual. Esto nos conduce a la necesidad de aprender las funciones precisas de cada signo, qué efectos producen y cuáles son las disposiciones correctas dentro de la literatura moderna.
En resumen, patrones de signos acompañan a las letras, pero no son letras, son piezas fundamentales para el flujo del discurso, en ellas se da el error en el puntuado, desarticulando el sentido expresado. El puntuado es innovación del escritor y a la vez algunas reglas de uso frecuente. Los procesadores de texto, en ellos solemos reconocer la limitante de no ser capaces de aportar soluciones al puntuado, peor aún, no existe diccionario para tal tarea. Lo mal puntuado, solo puede ser revisado por otro humano, que suele ser llamado corrector editorial. Además, el texto digital por defecto, corrompe el uso clásico de los signos, e innova en su empleo haciendo nuevos formatos y nuevas posibilidades de producir sentido.
En la tesis de Fidel Sebastián Mediquilla intitulada “La puntuación en el siglo de Oro, teoría y práctica”[2], asegura que Cervantes no acostumbraba a colocar signos de puntuación, que esto lo hacía el corrector de la imprenta. Fue un método deductivo que intentó reconocer sobre un texto sin ningún puntuado, dónde está cada pieza o frase, dónde compromete o falsea el mensaje. El sistema de puntuación, responde a la necesidad de segmentar unidades de significado a nivel de sentencia, pero también a la de crear innovaciones racionales y estéticas. El puntuado también es una forma de advertir al lector para que se dé a sí mismo espacios para reflexionar sobre lo expresado por el texto, esas pausas y ritmos necesarios para que el cerebro pueda manejar mayor complejidad en la esgrima de las ideas. Por ejemplo, el punto y coma, es una innovación que permite sin alterar el mensaje, matizar sentidos y sentimientos, a la vez que indica la no ruptura de las relaciones sintácticas por necesidades de comunicación más compleja. De necesidades también nacieron la coma, el paréntesis, el interrogante, signos de admiración, guiones, dos puntos, tres puntos. Si bien el punto es la señal de fin, los dos puntos, punto y coma, son pausas de ritmo, son lógica y son estilo.
El puntuado da forma lógica y musical. Pero además, crea el metaargumento, ese conocimiento estructural de un texto escrito, divide en secciones, párrafos y dentro de estos, las oraciones. El flujo del discurso es regulado en su estructura formal por el puntuado. Los matices humanos son un lenguaje muy complejo, muecas y posturas corporales, no hay signos para expresarlas, ante esta necesidad, el escritor emplea los signos de puntuado como un diverso mundo de emociones humanas.
A continuación, le ofrecemos un ejemplo de un texto sin puntuado, por favor intente leerlo y rescatar su sentido.
SINDUDALAVIDADEUNLECTORCONSOLIDADOENELTEXTOLITERARIOESMUYDIFERENTEALAVIDADEALGUIENQUESOLOESCUCHAELDISCURSOORALNUESTROARGUMENTOESQUEELTEXTOESCRITOCOMOCUALQUIEROTRATECNOLOGÍANOSEXIGEAPRENDERLAPORLANECESIDADDEPERTENECERAMODOSMÁSVIRTUOSOSDESENTIRLAVIDAELLECTORDELTEXTOESCRITOPUEDEACTUARSOBREELMUNDOENLUGARDESIMPLEMENTESUFRIRSUSACCIONESLALITERATURATENDRÁCOMOEFECTOSUPERIORELHACERECOENNUESTRASEXPERIENCIASDECÓMOSENTIMOSELMUNDOYELCÓMOINTERVENIMOSENÉ.
Interpretar este texto con ausencia de sus estructuradores puntuales, incluyendo el espacio en blanco entre las palabras, hace que el texto continuo no señalizado en sus inicios de frases o palabras represente un cuerpo de letras sin estado lógico. Además el ritmo, no solo el estado lógico es afectado, lo que hacen los signos de puntuado, crean la propia musicalidad de la escritura moderna, haciendo innovaciones en las formas de crear el discurso. La puntuación facilita la lectura, al escritor le ayuda a organizar las razones e ideas, escarbando más profundo en el ejercicio de la razón y la estética. El puntuado estructura el pensamiento y permite reducir la ambigüedad en la interpretación de las ideas. Si no lo cree así, vuelva a leer el texto pero ahora con señales de inicio y final, banderas de pausa y segmentación de ideas.
Sin duda la vida de un lector consolidado en el texto literario, es muy diferente a la vida de alguien que solo escucha el discurso oral. Nuestro argumento es que el texto escrito como cualquier otra tecnología, nos exige aprenderla por la necesidad de pertenecer a modos más virtuosos de sentir la vida, el lector del texto escrito puede actuar sobre el mundo en lugar de simplemente sufrir sus acciones, la literatura tendrá como efecto superior el hacer eco en nuestras experiencias de cómo sentimos el mundo, y el cómo intervenimos en él.
Los signos de puntuación marcan ritmo al discurso y modifican en mucho lo que las palabras dejan en la memoria o logran expresar. Distinguir la puntuación adecuada, es necesario para lograr elaborar el puntuado del lenguaje escrito como un flujo de conexión que produce la prosa. La prosa a diferencia del verso, no es simétrica, no es musical, no es cíclica o periódica. La prosa es el flujo de significados en la mente narrativa, en ciencia es narrar y argumentar, además, es el tejido resultante con que se ensaya, se realiza la crónica y la poesía. La prosa es el efecto que actúa en el lector al experimentar simultáneamente forma y contenido.
Al puntuar el texto, también creamos la prosa para matizar, definir intenciones, clarificar, precisar, indicar, pausar, jerarquizar enunciados y modular el ritmo del discurso. Desde luego que puntuar es determinar el cómo se interpreta el texto, el escritor se auxilia de esta puntuación para transmitir con claridad el flujo de las ideas. Por ritmo en la prosa, nos referimos a que la puntuación diseña el cómo fluyen nuestros pensamientos y se administra nuestra respiración para lograr fluidez y encapsular emociones.
El español se maneja con los siguientes signos ortográficos, que no siendo letras o tildes, organizan el discurso:
El punto .
La coma ,
Puntos suspensivos …
El punto y coma ;
Los dos puntos :
Los signos de interrogación ¿?
Signos de exclamación ¡!
Paréntesis ( )
Corchetes [ ]
Raya —
Guión -
Comillas “ ”, «», ‘ ’
La barra /, \
Apóstrofo ‘
Asterisco *
La llave {}
3.1 Punto (.)
Es el límite de los enunciados, oraciones, párrafos, argumentos e ideas. Nada como un punto gramatical representa a lo dogmático en la actividad de discutir, argumentar, explicar, demostrar y seducir. El punto sin criterio de empleo no debe de ser visto como “estilo” si sus consecuencias son como las aquí mencionadas. Imaginemos al pensamiento como fragmentos de vida, entonces el punto sería las marcas históricas de un hasta aquí. Es una pausa, la más grande en la lectura, la marca insigne de un pensar completo. El punto es un signo, el más pequeño, el más anclado en el texto, el más discreto para poder delimitar las ideas; pero, también, es la cerradura de enunciados, cuentos, novelas y el fin de nuestra existencia. El punto es esa interrupción necesaria para pensar, para secuenciar los párrafos, su presencia deja abierta la puerta del habla a otra posibilidad.
En casos específicos hay oraciones que no terminan con punto, tales como títulos y subtítulos, o se emplean para abreviar palabras y en los lenguajes informáticos como separador de palabras. Por lo común, el punto y seguido su empleo es dentro de párrafos, es para separar enunciados que forman cadenas indicando que la cadena de razonamiento no se rompe. El punto y aparte separa párrafos, segmentando el flujo de eventos, ideas distintas, descripciones o pasando a secciones de texto distintas. El punto final, es la marca de cierre de capítulos, subsecciones, obras completas. Al final de las oraciones con signos de interrogación o admiración el punto y seguido, o aparte ya se considera implícito en los ya citados signos, por ello no deben agregarse antes o después de estos signos. Para los casos de enunciados que terminan con paréntesis, guiones, rayas y comillas sí se debe incluir el punto.
El punto es la señal de una pausa larga, la delimitación de una cadena de razón formada por proposiciones y operadores discursivos. Es el límite de un argumento, indicando una idea discutida y completa. Es la guillotina de un segmento de creación de texto, indica en un sistema de escritura, que hay ideas que comparten una estructura común en el cuerpo global del texto. Interrumpir la razón o la emoción, es un uso del punto, como lo es un ritmo de vinculación estético y semántico.
3.2 Punto y seguido
Cuando deseamos separar premisas, ideas, argumentos y secciones de texto: el punto y seguido es la promesa de una vida aún por venir. Si bien cada oración o enunciado puede terminar con un punto y seguido, su alcance semántico es prolongado más allá de su posición en la trama del texto. Es el punto y seguido el que garantiza cierres parciales en las ideas y al mismo tiempo prolonga la complejidad de las mismas. El punto y seguido es parte de la estructura del párrafo, juega el rol de conducir nuestro discurso, eligiendo un orden de ideas dentro de una infinidad de posibles caminos, es el escritor quien administra el punto y seguido, transmitiendo el orden de la ejecución de las ideas elegido. El punto y seguido le da el poder al escritor de conducir los nudos de la historia narrada, la precisión de cuáles son las premisas en el discurso, y dónde está la conclusión. El punto y seguido también resuelve el tamaño de los párrafos, en su interior prolonga el tiempo para el lector, si bien el escritor, es libre de emplear el punto y aparte, recuerde que un enunciado cambia en mucho si decidiéramos pausarlo con puntos y seguidos; su empleo cambia la idea, sin ser irreverentes, le sugerimos produzca los enunciados como unidades de un lenguaje cuyo léxico no son palabras sino ideas.
El punto y seguido cierra sentencias y concatena más unidades comunicativas. Al separar ideas, el punto y seguido, permite analizar y tomar posiciones diferentes, sin salir del tema que se discute. La unidad del párrafo es garantizada por el punto y seguido. Si la idea cambia respecto al argumento que antecede, es común usar el punto y aparte.
3.3 Punto y aparte
Con lo dicho hasta aquí, es el punto y aparte el signo de ruptura entre razones, pensamientos y argumentos. Resolver cómo damos forma al metaargumento, es decir, al conjunto secuenciado de argumentos; el punto y aparte es el juicio del escritor que considera cuando una idea está probablemente redondeada respecto de sus objetivos de escritura. Este punto y aparte, hace del texto un cuerpo de párrafos, una combinación de ideas, giros en la narrativa de ficción y puntualiza la ruta crítica de los métodos científicos. El punto y aparte, es una señal de que el párrafo logró su objetivo y está redondeada la idea. Podemos ver al segmentador punto y aparte, como dispositivo que secuencia un orden de ideas para la intensión de justificar, demostrar, explicar, ejemplificar, describir…, dirigido la cognición por una ruta de conocimiento.
No es nada sencillo decidir dónde acaba lo que queremos construir, la secuencia de sentencias (párrafo), se sugiere tener presente el punto y aparte bajo los modelos de trama: 1) problema-solución; 2) antecedente-problema-hipótesis-solución; 3) definición-explicación; 4) evidencia-inferencia; 5) concepto-descripción 6) problema-demostración; 7) fundamento-explicación; 8) histórico-presente; 9) introducción; 10) resumen; 11) conclusión; 12) discusión; 13) estrategia-proceso; 15) problema-objetivo; 16) planteamiento-problema. Un punto y aparte, es el lugar de convergencia donde lo exige la trama.
3.4 El punto final
Es quizás este signo el más incierto de todos, cuando comenzamos a escribir como acto de pensamiento, nadie sabe por anticipado dónde terminará por poner el punto final a su contenido. Es el punto final, la aspiración de un escritor, la vergüenza de no encontrarlo y la cobardía de cerrar el texto antes de llegar a la meta.
Son el punto y seguido, aparte y final los que estructuran la vereda de lo pensado, crean tópicos (segmentos pequeños de tema), agrupan en parágrafos argumentos, los analizan y resuelven su discusión y conclusión. En el cuento, novela y la vida misma del hombre, la responsabilidad de poner puntos finales a una historia como segmento de la realidad, es crear en la mente del lector la idea de un final provisional en la imaginación del hombre. A veces es la propia historia narrada la que nos exige un punto final, ese transitar a otra empresa de la vida. Si bien el punto además, tiene funciones de indicar abreviaturas y series infinitas (…), podemos concluir, que es un símbolo muy poderoso.
Cuando ponemos punto y aparte y, más aún, punto final: estamos ante la fase de revisión de los escritos, releer para mejorar el texto, alcanzar sus objetivos, defectos, limpiar lo más posible las erratas, anotar vacíos de contenido, ajustar enunciados demasiado largos, reconfigurar frases con algún estilo elegido, eliminar redundancias, estrechar párrafos, eliminar textos huérfanos (no pertinentes), matizar con todo ello la propia prosa. Además, de afinar el manejo de los términos empleados. La revisión del texto es el intento de controlar el rigor lógico del discurso, el perfil estético y emocional de sus letras; para tal tarea, el ajuste de la puntuación sin duda que termina con la virtud de saber dónde y cuándo colocar el punto final.
3.5 Puntos suspensivos (…)
Es el equivalente del infinito, sugiere, insinúa, suspende, abre la imposibilidad de cerrar una realidad, nos advierte que las palabras no pueden cerrar el significado. Es la insinuación de una continuidad de información, ensayo o relato. Son tres puntos seguidos que invitan al lector a incluir con libertad una continuidad implícita; son una pausa larga para poder renovar la energía necesaria para continuar leyendo. Es un recurso que da a entender que se abrevió un texto, un habla se silenció y que estuvo presente. Los puntos suspensivos también advierten al lector que debe sobreentender que se continúa un diálogo ya no presente explícitamente en el texto. Pero en la literatura de ficción, puede expresar inseguridad, indefinición, sospecha creando suspenso. Suspenso, que puede expresar con puntos suspensivos: humor, ironía, ira, dramatizando el discurso. Los tres puntos son un signo que equivale a la palabra etcétera. Cuando los tres puntos van dentro de corchetes […] se advierte al lector que se suprimió parte del texto referido.
En resumen, los puntos suspensivos dejan abiertas acciones, listas, ideas, expresivos implícitos. Al usar los puntos suspensivos, tomamos un largo aire, algo más allá de un etc., que es una pausa mas reducida en el tiempo. Estos puntos suspensivos, también, indican un infinito conjunto abierto, logrando indicar que es incontable el número de casos o elementos citados. De esta manera el escritor, emplea los puntos suspensivos para algo que no es fácil de transcribir y por su complejidad le deja al lector esa responsabilidad. Otras veces, indican alguna razón impronunciable, un silencio de culpa o un hablante al que ya no se le escucha más. Caso contrario, los puntos suspensivos pueden ser algo muy obvio que viene seguido. Estos signos prologan la tensión, las situaciones, dramatizan, agregan ambigüedad, conducen al humor, subraya intenciones puntuales, indican que se suprime algún fragmento innecesario y dejan exclamaciones y preguntas abiertas a particulares casos. Son muy útiles para manifestar incertidumbre.
3.6 Dos puntos (:)
El empleo de la puntuación de dos puntos, es un señalamiento al lector sobre la importancia del texto al que preceden. Es una señal de apertura sobre precisiones, aplicaciones, citas o extensión de ideas. Los dos puntos son también un cierre elegante dentro del discurso, al hacer referencia a un énfasis sobre lo que se habla. La función de unir o asociar dos enunciados. Los dos puntos se emplean como señalización de una explicación y remplazo de los porqué. Dos puntos son un recurso para encabezar títulos sobre los que se hablará.
Los dos puntos detienen el discurso, saltando al énfasis. La primera letra después de los dos puntos es minúscula, salvo que se trate de una cita textual o una secuencia de párrafos enumerados. Este signo, nos ayuda a enumerar explicaciones, condensar apartados o nos ayuda al dar paso al concepto que engloba la sentencia que le antecede. Son conectores de sentencias relacionadas con una explicación, causa-efecto, conclusión o resumen. Es una consecuencia de la sentencia antes del signo, como suplantar el “porqué”. Se pueden poner después para hacer énfasis: a saber, ahora bien, pues bien, esto es, en síntesis, en resumen, dicho de otro modo, en otras palabras, más aún. Se emplean los dos puntos en encabezados de libro, cartas y subtítulos, o para dar paso a complementos adjetivos o citas textuales entrecomilladas.
Ejemplos:
Encontramos modelos de pensamiento: poema, tesis, ensayo, novela, cuento, patente, revisión, semblanza, síntesis, reseña y, por deducción, cada tipología de texto es la respuesta a un modo de pensar y sentir.
Leer para revelar existencia, dejar que los libros te inviten, vivir la inmersión de sus Imag13: es ser extranjero, siendo uno mismo un nuevo ser.
En la escritura en esos tiempos de profesor: la profesión se tornó fascinante, casi podía tocar el crear un mundo nuevo, lo aburrido se vuelve sumamente emocionante.
Descubrir la apoptosis: significa en la nueva biología la posibilidad de reprogramar los rangos de vida de las especies.
En los libros, en muchas ocasiones: no observamos a ellos como modelos de escritura.
Pues bien: nadie reconoce su responsabilidad.
Esto es: los números son una forma diferente de ver la realidad.
En resumen: escribir es pensar y reinventarnos a la luz de la creación.
En efecto: leer no se enseña, sino, se aprende.
Ramas de las matemáticas:
Algebra. Cuerpo o campo cerrado bajo una operación binaria.
Probabilidad. Numerar el comportamiento aleatorio.
Conjuntos. Propiedades de asociación, agrupamiento, operaciones con números.
Lógica. Estudio del formalismo de demostraciones e inferencias.
3.7 La coma “,”
La coma fragmenta, pausa, delimita, troza y corta el flujo al propio texto. En las entrañas de los enunciados, la coma tiene la función de numerar las ideas; delimita ideas asociadas por adición (oraciones) y vincula las ideas numeradas. Cuando las comas numeran pueden terminar con etcétera o con puntos suspensivos (…). Cuando la coma separa ideas, se emplea la conjunción “y” para expresar el cierre de la adición. Usar una coma con el conjugado (y,) se realiza cuando el sentido del texto cambia de la naturaleza anterior al puntuado con comas. Además, cuando deseamos que la numeración no sea un conjunto cerrado, la numeración no se apoya con el conjugado (y), concluyendo la numeración simplemente con un punto. Divide ideas independientes dadas en oraciones dentro de un mismo enunciado. Las comas también hacen explícito el empleo de partículas discursivas para relacionar a los enunciados. La coma es un recurso para separar el mensaje de un vocablo y agregar complementos. Además, la coma agrega énfasis a los vocablos y hace elisiones verbales o sustantivas.
Ejemplos:
En mi oficina habitan objetos tales como libros, sillas, escritorios, computadoras, libreros…
La educación superior, sus estudiantes, profesores, autoridades, y su historia son parte viva de su tradición.
En mi libro de matemáticas hay objetos geométricos, algebraicos, numéricos, lógicos.
Para escribir requiero además de voluntad: gramática, fuentes de información, invertir en jornadas de lectura y un lenguaje formado por ideas.
Las computadoras nos ayudan a la versatilidad del flujo de producir el texto, pero escribir, implica el análisis de las ideas, el software no nos puede ayudar en estas tareas.
Libro, digital o de celulosa, sobrevivirá independiente del soporte de sus símbolos.
En aquel invierno de ilusiones de fuego, no fui prudente para hacerle saber mi sentimiento.
Palabra a palabra, dentro de las sombras del texto.
En mi trabajo, les molesta que lea; a mis compañeros profesores, también.
Los libros en mi casa recuerdan mis esperanzas; en la oficina, los desafíos, en la biblioteca la ignorancia de mi pueblo.
Impreso el libro, todas las críticas son un nuevo proyecto de escritura.
El amor por la verdad, es decir, el motor científico necesario para grandes empresas de la razón; pero en su ausencia solo es indignación.
Sí, en aquellos libros dejé mi vida.
La coma es el ritmo del devenir lógico, aritmético, categorial, de ideas…
Siendo la coma una pausa pequeña, y separar frases dentro de una cláusula, nos indican su relación. Pero, es generalmente después de un operador discursivo que una coma se indica:
Entregar todos los libros, hacer un registro para su archivo, y enviar los originales.
En cambio
Entregar los libros y los registros que has generado; hacer la gestión en cuanto recibas los documentos.
La segunda frase carecería de sentido sin la primera, por tanto no se usa coma. Resulta casi una regla usar la coma cuando se interrumpe una frase con incisos, aclaraciones, explicaciones o citas, es un momento en que el flujo principal deja un espacio para ello.
Desde que lees en un sentido autónomo, hace cuatro meses, estás más atento al aprendizaje de los temas escolares.
El alumno, según el tutor, está más allá de su nivel mínimo en aritmética.
La escritura, que es necesaria para desarrollar los estilos de pensamiento, se mantendrá como actividad sustantiva en el aula.
Siempre entre comas, se colocan secuencias adverbiales.
A parte de, al parecer, si acaso…, en todo caso, en efecto, por ejemplo, por tanto, al menos, no obstante, es decir, al menos, no obstante…
El sentido de su escritura, en todo caso, es objetivo.
En oposición de aclaración, los nombres, son pausados por la coma.
Fue Octavio Paz, poeta que reconoce en el erotismo el estilo de escritura, el nuevo nombre de la biblioteca.
Los 300 milisegundos, espacio de tiempo para leer una palabra, exigir más velocidad al cerebro lector resulta imposible por biología.
Entre la coma, además, el punto y coma, punto y seguido, punto y aparte, puntos suspensivos y la palabra o el signo precedente; nunca se deja espacio de separación. Entre verbo y sujeto, encarecidamente no utilice jamás la coma. Se ponen comas en una serie cerrada, espetó en el último elemento.
Leer tiene el efecto de ampliar el lexicón, entrenar al cerebro a reconocer patrones de letras, a fortalecer la memoria de trabajo, entrenar en las redes de neuronas en los modos de pensar y ampliar el sentido que damos a la existencia.
Se termina con punto y parte o, puntos suspensivos, cuando la serie es infinita.
Los operadores discursivos de adición: a propósito, a todo esto, a su vez, además, al mismo tiempo, aparte, asimismo, de igual forma, de igual manera, de igual modo, de la misma forma, de la misma manera, de otra parte, de otro lado, de paso, del mismo modo, en otro orden de cosas, encima, es más, igualmente, inclusive, incluso, lo mismo, más aún, paralelamente, por añadidura, por cierto, por lo demás, por otra parte, por otro lado, por si fuera poco, por su parte, todavía más.
Los operadores discursivos de cierre: bien, bueno, cordialmente, cosas así, en fin, en resumen, en último lugar, etcétera, nada más, para terminar, por lo demás, por último, pues, pues nada, respetuosamente, resumiendo, y demás, y eso, y nada, y nada más, y punto, y tal, y todo eso, yo que sé…
Se coloca una coma después del operador “y,” cuando pudiera haber una confusión por ruptura semántica entre las sentencias que le preceden.
Las frutas de la canasta: peras, guayabas, duraznos y, verduras tales como papas…
Colocar la coma en la apalabra antes de “, y…” cuando son largas los enunciados en especial si van separadas por “;”.
Al leer, es necesario, un lexicón amplio; conocimientos de estructuras de sentencias; conocimientos de las palabras gramaticales, y concentración en un espacio…
La coma también ayuda a señalar de manera implícita un verbo.
Juan escribe en la escuela, su amigo Ricardo, lo hace más en su hogar.
Siempre va coma en el vocativo.
Rafael, lector experto de literatura griega…
Usted, hable español con propiedad en el aula.
Escribo, Rogelio, que papel juega…
En estos casos siguientes, las comas no hacen cambiar el significado, pero si provocan especificidad en en la sentencia, con ello se gana poder explicativo.
Los escritores que deseaban trascender se dedicaron más tiempo a la gramática.
Los escritores, que deseaban trascender, se dedicaron más tiempo a la gramática.
El “como” si expresa igualdad no lleva coma, caso contrario, cuando es preceptivo sí es necesaria.
Escribe como lo haces desde el último año.
Los textos argumentativos, como lo son el científico, académico, jurídico…, implican a los operadores discursivos en sus estructuras.
Entre los atributos de campos de fecha y lugar, por ejemplo, se emplea la coma. Es decir, cuando se enuncia la entidad, en seguida los atributos estarán marcados con comas:
17 de julio de 2018, Morelia, Michoacán.
La célula humana contiene, ADN nuclear, ADN ribosomal, caspasas, poros nucleares…, y módulos moleculares especializados llamados cíclicas.
3.8 Punto y coma (;)
El punto y coma es un vinculante yuxtapuesto entre ideas, es el alto total de la voz de la lectura, más que una coma y menor que un punto. Este puntuado atenúa el ritmo de la lectura, funciona como numeración de contenedores separados por comas; cada sección si es de longitud corta se usa por lo general la coma y si los enunciados son de extensión larga se emplea el punto y coma. Además, segmenta oraciones relacionadas como una forma de consenso entre ideas, sin que con ello pierda énfasis cada idea, como sí ocurriría si se empleara la coma. Se usa como la no repetición del verbo de la oración previa. Cuando un sentido del pensar es acumulativo, el punto y coma realiza esa suma de ideas, advirtiendo que son estrechas respecto del parágrafo. Pero, también se emplea con elegancia para puntuar distintos tipos de apreciaciones. El punto y coma relacionan hechos y efectos en el discurso, matizando los significados asociados. El recurso del punto y coma le dice al lector que debe encontrar en el texto la asociación de una explicación. No se confunda con los dos puntos, donde cada oración son ideas con una distancia categorial importante; los dos puntos abren el discurso, el punto y coma lo enlazan, lo hacen coherente y organizan los segmentos del párrafo. Si se empleara en lugar de punto y coma, el punto y seguido, romperíamos aquellas ideas con fuerte relación en una explicación como unidad. Cuando la suma de información está fuertemente relacionada en su semántica, se nos exige el empleo del punto y coma. Pero, para el caso de tener duda del empleo de una coma en lugar de un punto y coma, tenga presente, que la primera no es suficiente para el énfasis necesario que une ideas distintas que convergen para un mismo fin de explicación; la segunda opción crea una anatomía de explicación por varias vías alternativas para los fines de argumentación. En fin, la coma iguala la naturaleza categorial de la información que vincula, mientras, el punto y coma advierten la diferencia. El punto y coma, además, nos ayudan a pasar del sentido general al particular. Así, cuando se nos presenta la necesidad de contrastar conceptos, empleamos el punto y coma. La presencia de punto y coma en nuestros hábitos de escritura, es la evidencia de que somos democráticos para incluir otras posturas opuestas a la nuestra. Si bien cada escritor puntúa a su manera; perfeccionar el arte de signos de puntuación nos ayudará a encontrar nuestra personalidad como escritores entre escritores. Emplee el punto y coma, en el puntual de un explorador que profundiza siempre como convicción sobre lo profundo de una realidad. Por último, el uso del punto y coma con maestría, logra hacer que una idea en apariencia diferente habite en otra.
Ejemplo:
Los errores en el tecleado del texto; usted es más paciente, pero el escritor profesional, las erratas no son más que pruebas de originalidad y pausas para afinar el pensamiento.
En este libro encontré un verso; entrando por la puerta su musa, ojos de luz como vereda.
Fue para aquel poeta, ese evento fracturado, la lágrima de Lucas Fierro; ignorado por el público en la presentación del poemario. Sus ojos con movimientos rápidos; miró su libro e ignoró cuando dijo: - Hoy todos prefieren atender lo opuesto a este poema, ellos eligen; el poeta ha muerto en este tiempo.
Leer un libro de principio a fin, ellos aseguran que es el único modo de analizar cuento, poemario, ensayo y novela; otros, en cambio, creen que con fragmentos de las obras se puede lograr el gusto por la lectura de facciones; sin embargo, otros más, señalan que es en la diversidad de la lectura donde se afina el gusto por la literatura.
La muerte celular programada, provoca que la biología se pregunte sobre la posibilidad de detener el envejecimiento; aunque no todas las especies poseen este recurso evolutivo; no cancela el hecho de que sea una falla o una ventaja evolutiva.
Todos los hombres, habitantes conscientes de su tiempo; los michoacanos que como ejemplo, salen a las calles a expresar que los animales son nuestra responsabilidad y mejor compañía.
El universo es creador del espacio y el tiempo conforme se expande; el tiempo es eterno, no transformable y creación de nuestra mente.
La semana nos regala desafíos y placeres; uno de esos días realmente perfectos, es cuando abrazo tu humanidad mientras duermo.
3.9 Signos de interrogación (¿?)
Los signos de interrogación crean enunciados que invocan incógnitas y hacen de la entonación un sentido interrogativo. Deben emplearse siempre los dos signos, el de apertura y el de cierre; cuando una oración termina con un signo de interrogación, si a la vez es un punto y seguido o aparte, se omite el punto. Después de una oración interrogativa se puede emplear la coma, dos puntos, el punto y coma, para estos casos la siguiente letra será minúscula. Cuando enseguida de una oración interrogativa se comienza con mayúscula, es implícito que hay un punto y seguido al término de este enunciado interrogativo. El lector cuando está frente a una interrogación, es interpelado, guiado sobre lo que discutirá o anticipado sobre la profundidad de la observación que pretende nuestra exploración en la realidad. Los enunciados interrogativos los hay retóricos, disyuntivos, derivativos, además, formados por varias interrogaciones. Se suele emplear (?) entre paréntesis el signo de interrogación de cierre para advertir ironía o duda. Las interrogaciones nos auxilian para expresar además de duda, asombro, intriga y señalar el flujo del discurso. El flujo del discurso que explícitamente contiene preguntas dentro del cuerpo del texto le señalan al lector la búsqueda de las propias respuestas exploradas por el escritor.
Ejemplos:
¿Qué hace que muchos estudiantes no tengan apetito por los libros?
¿Cómo leer poesía? ¿Cuál es el grado de dificultad? ¿Qué libro es bueno para aprender sobre leer en voz alta un poema?
¿Qué rol juega la lectura en la escritura?, ¿el oficio de escribir es solo propio de una profesión?
¿Quién ha vivido la literatura?, no se pregunta sobre sus aportes para definir su existencia en el mundo.
¿Cuándo ocurre el quiebre entre quienes cortan y pegan, y entre quienes piensan y sienten al escribir?
¿Cuál de todos, después de leer este texto, tendrá la suerte de escribir con valentía?
¿Escribes cuando piensas o lees cuando escribes?
¿Por qué pretendes escribir sin consultar fuentes diversas de información?
3.10 Signos de admiración (¡!)
Estos signos son muy ricos para expresar intensidad en las emociones de asombro, sorpresa, indignación, ira…, son exclamaciones oracionales e interjecciones que dan contraste a los actos verbales como ¡carajo!, ¡ay!, ¡eh!, es necesario colocar apertura y cierre en todos los casos de enunciados exclamativos. También están presentes en exclamaciones retóricas para dar énfasis a nuestras inclinaciones argumentales. La sintaxis de estos signos es igual que para los interrogativos[3].
Ejemplos:
¡Ególatra!
¡Estamos perdiendo lo sustantivo!
¡La contraloría! ¿qué haremos?
¡Es hermoso poder tener la libertad de escribir!
¡Ruedan lágrimas por la ausencia!, el vacío son las ruinas de tu experiencia.
¡Ojos abiertos! En la ciencia es caminar con la sorpresa, paso a paso.
¡Si la poesía es estar vivo, la vida es infinita posibilidad!
¡Escribir sin temor a pensar donde todo es libertad!
3.11 Paréntesis ( )
Junto con las comillas, guiones medios, corchetes, los paréntesis se emplean para colocar un texto en segundo nivel dentro del texto principal. Los paréntesis, suelen dejar un asunto en suspenso y en segundo plano de narración. Los paréntesis agregan datos y precisiones complementarias al discurso principal, además, de que son un recurso en algunos estilos para incluir citas a referencias documentales. El lector marca un alto en los paréntesis para continuar en el flujo de la lectura, esos altos son asuntos colaterales o de ampliación al discurso principal. En la lectura los paréntesis bajan el tono de la lectura y anuncian información conectada a la idea en curso. También se suelen encerrar entre paréntesis partes de una palabra para referir a dos modos, plural o singular, y de género. El punto de terminación de una frase entre paréntesis, espera fuera de ellos hasta terminar el enunciando del primer plano del discurso; los paréntesis no aceptan en su interior el punto y aparte, además, del punto y seguido.
Ejemplos:
Lo(s) exhorto a declarar su patrimonio.
Escribía y cometía fallas (me pregunté por qué).
3.12 Corchetes []
Son en su empleo algo equivalente a los paréntesis.
3.13 Guiones -
Los guiones pueden ser largos— o cortos- (el guión largo en Microsoft Word se inserta como símbolo avanzado). En cuento y novela el guión largo da más profundidad a la narrativa, crea enunciados aislados del narrador, separa frases similar a los paréntesis para indicar que es otro personaje el hablante. Dos guiones largos encierran frases de otros hablantes insertos en una narrativa. Los guiones largos expresan los estados de ánimo de algún personaje, es decir, guían el diálogo de conversación de los personajes. Esta última función de los guiones largos en los diálogos, desde el lector, el guión largo señaliza pegado a la primera palabra de enunciados, el habla de un personaje a la vez; es una marca de cambio de interlocución entre los hablantes en un diálogo. Cuando un guión largo anuncia a un interlocutor y termina su intervención, se concluye entonces con un punto y aparte. Para el caso en el que el interlocutor termine su intervención y continúe el narrador con su habla, se cierra la intervención con otro guión largo.
Ejemplos:
Todos reunidos discutieron sobre el texto, pero el señor Fierro —aturde con su silencio—, llegada la tarde se alcanzó un consenso.
Lucas expresó su enojo:
—¡La impresora no respeta la tipografía!, esto es frustrante.
Entre los pasillos de la biblioteca pasan tantos mal entendidos, que el bibliotecario dice —los libros y los lectores esgrimen literatura y competencia—, su perspectiva es que los hombres compiten en la crítica y habitan los mismos espacios de la literatura.
—Este momento de confusión me provoca un gran dolor de cabeza.
—Has colmado mi paciencia, amigo —dijo Fierro al borde de su silla—. No escribiré más hasta que defina si la política de la revista será explícita.
3.14 Las comillas “”
Las comillas se emplean para incluir una cita textual recogida de otro texto. Para expresar que el término no es empleado en un sentido absoluto, es decir, para reflejar duda.
3.15 Cursivas y negritas
El empleo de las letras cursivas puede sustituir a las comillas para títulos de obras, nombres científicos y frases relevantes. Para el último caso también se pueden emplear letras negritas para resaltar conceptos clave en la discusión dentro de argumentos.
3.16 La barra (/)
Cuando un poema es escrito de manera horizontal, se auxilia de la barra para señalar los finales de cada verso.
Pasamos por el mundo sin darnos cuenta,/ sin verlo,/ como si no estuviera allí o no fuéramos parte/ infinitesimal de todo esto./ No sabemos los nombres de las flores,/ ignoramos los puntos cardinales/ y las constelaciones que allá arriba/ ven con pena o con burla lo que nos pasa./ Por esa misma causa nos reímos del arte/.
A partir de la puntuación, podremos junto con las partículas discursivas lograr la prosa como tono de nuestro texto. El fundamento para el uso de los signos del puntuado expuesto aquí descansa en la obra “El buen uso del español” (2013) de la Real Academia Española.
El texto como reflejo de nuestra personalidad, lleva impreso el ritmo zanjado de un camino para el lector, no solo es comunicar el contenido, además, expresa nuestro propio erotismo para vivir el flujo del texto. Puntuar el texto, es hacerlo a nuestro estilo de ser; una forma de inspiración más allá de lo utilitario. El texto es el resultado de nuestra propia censura, la elección fina de las palabras empleadas para pensar y sentir; antes de concebir puntuar como un espectro de respiración, probablemente considere que es el arte como estilo, para comunicar el pensamiento provocado por emociones y razones. Es producir nuestra propia música, ese estilo de puntuar, es la armonía de nuestra prosa que hemos logrado a su compás, pausas como movimiento entre universos de naturaleza diferente.
En esta fase de planificación del texto, organizamos estilo, ideas, ritmo y articulación del flujo de la lectura. Es ahora el momento de trabajar con las razones, los argumentos y el análisis lógico del tejido del texto.
Referencias
____________________
[1] Española, R. A. D. L. L. (2011). Ortografía de la Lengua Española (Spanish Edition) (1 ed.). Espasa.
[2] Sebastián Mediavilla, Fidel (2000), La puntuación en el Siglo de Oro, teoría y práctica, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona <por línea> http://www.tdx.cesca.es/TDX-0720101-093447/index.html.
[3] RAE (2011). Nueva gramática: básica de la lengua española. México: Asociación de academias de la lengua española.