8. La universidad pensante y reflexiva

 

 

_______________________________________________________________________________________

Autores:

Eduardo Ochoa Hernández
Nicolás Zamudio Hernández
Gladys Juárez Cisneros
Filho Enrique Borjas García
Lizbeth Guadalupe Villalon Magallan
Pedro Gallegos Facio
Gerardo Sánchez Fernández
Rogelio Ochoa Barragán

 

La universidad ha disfrutado durante mucho tiempo de ser un espacio de reflexión en la sociedad. El pensamiento es un acompañamiento necesario para la investigación seria, que debe estar en el corazón de la universidad. La investigación seria, después de todo, requiere pensamiento, pensamiento para los asuntos que apremian, para reflexionar sobre lo que ha sido y está siendo pensado por otros y sobre lo que ha llegado a contar como conocimiento en los diferentes campos de comprensión. Un termómetro de la salud de una universidad es la producción de literatura con visibilidad electrónica internacional.

El pensamiento, por lo tanto, es una indicación de la actividad intelectual en movimiento. La reflexión, a su vez, es una disposición que marca a la universidad. Sin embargo, no puede residir únicamente en individuos o en colecciones de individuos, ya sean estudiantes o profesores. Esta consideración también debe ser una condición colectiva, de aquellos que se dedican al trabajo intelectual de producir literatura. Tiene que ser una característica del espacio ocupado por la universidad. Este pensamiento parte necesariamente de las relaciones sociales, caracterizando las interconexiones de los miembros de la universidad. Esto no quiere decir que todos los miembros de la universidad tengan que participar en transacciones reflexivas mutuas para generar literatura, pero aquí hay una fuerte condición, a saber, que en principio cualquier miembro de una universidad podría participar en una transacción reflexiva con cualquier otro miembro.

Pero entonces esa reflexión, ese pensamiento característico de las conexiones dentro de la universidad tiene que extenderse más allá de la universidad. El pensamiento, una vez que se libera en forma de discurso en la literatura, no puede tener límites. Las disciplinas mismas son campos de comprensión internacionales y la universidad ahora se está abriendo al mundo. Por lo tanto, el pensamiento debe ser doblemente confinado y conectado con el mundo en general, tanto el mundo de la literatura y la comprensión del mundo en sí mismo. La universidad pensante es una universidad que está irremediablemente interconectada con el mundo en sus redes digitales. Esta interconexión no solo se trata de que la universidad se dirija al mundo, sino que también responda al mundo.

Aquí, "mundo" no solo significa la sociedad inmediata, sino también un mundo más amplio, que incluye otras sociedades y culturas, e incluso subculturas dentro de la sociedad actual, junto con la naturaleza y todo lo que abarca especies y formas de crecimiento cultural.

La universidad pensante y la universidad reflexiva no son exactamente lo mismo, aunque se superponen. La universidad pensante es una universidad en la que existe una disposición colectiva para pensar profundamente sobre los asuntos y generar la literatura; no da nada por sentado, sino indaga sobre el mundo y todo lo que contiene, incluidas las comprensiones actuales de las disciplinas. Es una universidad que tiene una disposición crítica hacia el mundo y es reflejada por la literatura presente en sus aulas. La universidad reflexiva se mantiene aparte del mundo, incluso cuando se involucra con el mundo, es una universidad en este sentido especialmente contemplativa en su analítica social y constituye fuertemente un espacio de producción de escritura creativa. Es imaginativa, busca nuevos marcos de tradiciones intelectuales. Reflexiona sobre los asuntos del arte de la razón, los detiene para su examen y busca ubicarlos en marcos más amplios de comprensión. Se mantiene estable bajo fuego, tensión ideológica y funciona a un ritmo de rebeldía. Pensar puede ser rápido, brillante, ingenioso, vivo; la reflexión es tranquila, cuidadosa, considerada, rigurosa y libre, continua y continuamente presionada hacia adelante.

Los modos de pensamiento, por lo tanto, ya están abiertos en la universidad pensante, pueden centrarse en campos del pensamiento intelectual de sus tradiciones y sus miembros predispuestos a profundizar en ellas. En la investigación, obtendrá su materia prima frente a los problemas que surjan dentro de las disciplinas, pero buscará promover los conceptos e ideas en las aulas. Nunca se conformará con trabajar dentro de los límites de la literatura comercial, su soberanía dependerá de su propia literatura. Buscará extender los entendimientos actuales a nuevas fronteras. En la educación media y superior, los estudiantes no solo serán alentados a pensar lo nuevo, sino que serán presionados a hacerlo desde una metodología que justifique cada una de sus creencias. En sus asignaciones y sus expresiones pueden recibir comentarios tales como: no estoy seguro de cómo están conectadas sus afirmaciones o me pregunto dónde podría buscar evidencia para su juicio o incluso, ¿es ambiguo el discurso? Este es un modo internalista de la universidad pensante.

Kenneth Minogue sobre la universidad es de este tipo[1], su concepto de la universidad se basaba en superar la sensación de que el mundo de la universidad y el mundo como tal eran dos mundos diferentes y que nunca deberían encontrarse los dos. En este punto de vista opuesto, no hay división entre los dos mundos. En el mismo sentido, Michael Oakeshott implica en este sentido que la universidad tiene que superar en espacio estar separada del mundo[2]. Esta versión de la universidad pensante podría ser el concepto que derrumbe la idea de "torre de marfil" de la universidad, pero una atribución tan peyorativa corre el riesgo de subestimar ciertas fortalezas de esta visión internalista, por lo limitada que es.

La universidad pensante también puede centrarse en el mundo como tal; puede exhibir un aspecto más externalista desde la literatura. Puede orientarse mucho más por la forma en que están las cosas en el mundo o, al menos, por la forma en que se perciben las cosas en el mundo. Esta es una universidad que considera que, de hecho, el mundo importa, y que la universidad tiene recursos que no solo pueden iluminar el mundo, sino que incluso pueden ayudar a abordar situaciones que están deterioradas o que al menos podrían mejorarse tales como la apremiante violencia y el cambio climático. Todas las disciplinas pueden lanzar su literatura, tanto pura como aplicada, y orientar a la ciencia, así como a aquellos que se inclinan más hacia las humanidades.

Una fuerza obvia de este modo de la universidad pensante, es que tiene los pies en el suelo; no da paso fácilmente a la especulación sin propósito y la abstracción improvisada que reside solo en sí misma. Esta universidad pensante es, en el fondo, realista y sus ofertas de conocimiento tienen una solidez literaria. Es un tipo de pensamiento que probablemente tenga un "impacto" virtuoso inesperado Pero corre el riesgo de que su realismo literario sea bastante delgado y de que solo arañe la superficie del mundo en lugar de ahondar debajo de su brillo inmediato. Su pensamiento, en consecuencia, es bastante superficial, tomando las apariencias de presentación inmediatas del mundo como el mundo en sí mismo. Se trata de tener una mirada reflexiva y profundamente crítica sobre el mundo.

La universidad reflexiva es antigua, casi mil años. Sus raíces se adentran en la historia y la cultura del mundo occidental, y su ser va más allá de las instituciones y edificios actuales. Se conecta con las diferentes generaciones de pensadores y, aún así, se extiende más allá de ellos hacia un pasado y un futuro lejano. La universidad reflexiva recuerda en cada día que lleva consigo los recuerdos, historias y vidas de nuestros antepasados ​​y sus pensamientos, su compromiso social y visiones para una educación media y superior. La universidad reflexiva todavía está en su nacimiento en algunas universidades como la nuestra, porque no produce su literatura curricular; donde la universidad pensante tiene diferentes objetivos de liderazgo y planes de estudio donde su original propuesta intelectual es respaldada por su literatura científica. Además, la universidad reflexiva está integrada en todas las formas a la universidad pensante. La universidad reflexiva está entretejida en la fibra misma de cada universidad pensante actual en el mundo. Al mismo tiempo, es la base y el espíritu de la universidad de la ilustración, humanista científica, que da vida a la universidad pensante y la mantiene creando literatura académica.

En donde la universidad pensante es comunidad de investigadores dinámica, comprometida e involucrada; la universidad reflexiva simplemente es una comunidad académica formadora de estudiantes y productora de su literatura. Con el término de Heidegger es "esperar", pero no "esperar" nada en particular[3]. La universidad reflexiva está "esperando" , y en su espera, no tiene ningún objeto en particular y no está involucrada en ninguna forma particular de representación. Como dice Heidegger, " ni esperando dejamos abierto aquello sobre lo que esperamos (...), porque al esperar se deja involucrar en la apertura misma". Cuando la universidad pensante se define por la participación, la atención y el compromiso social, la universidad reflexiva define la apertura del pensamiento mismo materializada en su literatura académica.

Pensar en cualquier pedagogía seria es, en última instancia, una forma de acción intelectual rigurosa. Al final, tiene que ceder o incluir una afirmación, una refutación como algo normal en su salud universitaria. Pero incluso el pensamiento mismo, antes de cualquier refutación que se haga, implica juicio, sopesar las posibilidades y elegir entre esta descripción o aquella. Esto no quiere decir que todo pensamiento serio deba ser siempre explícito y totalmente articulado. Como observó Wittgenstein, las suposiciones no articuladas se encuentran debajo del pensamiento y la acción[4]. Por ejemplo, La suposición [de que la Tierra ha existido durante 4.2 mil millones años] ... forma la base de la acción y, por lo tanto, naturalmente del pensamiento.

Pensar, podríamos decir, implica, pero no se agota por la acción cognitiva. Expresa valores, disposiciones hacia el mundo y virtudes humanas. En estas simples reflexiones, obtenemos, información sobre la lógica de la censura en regímenes autoritarios que limitan a los académicos a la libre producción de literatura académica. El pensamiento es peligroso para los dictadores no solo porque sus resultados pueden entrar en conflicto con sus creencias e ideologías, sino también porque el pensamiento como tal es testimonio de un espacio en el que la acción cognitiva puede imponerse[5]. Pero entonces en la era digital de contenido visible abierto, está implícito este pensamiento de libertad académica, entendido como acción cognitiva, desde luego que exige virtudes particulares por parte del aspirante a pensador; virtudes como el coraje intelectual, persistencia, vigilancia literaria y franqueza de expresión[6].

Aún más, como señala Roy Bhaskar, hay un profundo poder emancipador en el pensamiento[7] y el poder del pensamiento profundo, o de racionalidad de rigor profundo como lo llama Bhaskar, puede incluso desbloquear poderes de libertad y redención más allá de nuestras ideas y comprensiones actuales. Escribir literatura académica, es actuar a favor de la democracia que piensa y actúa informada.

¿Pero qué hay de la universidad como institución pensante? No se puede decir que es un "agente corporativo[8]" al menos en parte a través de sus poderes de pensamiento. La respuesta es bajo ciertos conjuntos de condiciones. El primer conjunto de condiciones es de procedimiento. Tendría que ser una institución en la que sus decisiones en materia de promoción de la libertad académica materializada como literatura fueran transparentes para sus miembros, llevará a cabo el apoyo en gran medida a formar estudiantes y en el que sus miembros, sentirán cierto grado de responsabilidad de escalar en el impacto y trascendencia de la literatura que producen. En segundo lugar, las condiciones se unen al clima discursivo académico de la universidad pensante. Tendría también que ser una institución en la que se pudieran plantear cómodamente asuntos importantes en el diseño discursivo de la academia y en los que la autoridad estuviera dispuesta a apoyarlos sin ninguna restricción ideológica.

8.1 Literatura académica

La obra internacional de Lyons y Rayner intitulada “The academic book of the future” de 2016, fue producto británico de una convocatoria internacional en 2014 por el Consejo de Investigación en Humanidades[9]. El objetivo fue dar luz sobre el futuro del Libro Académico. La actual editorial académica, para su producción se ha liberado de la manipulación de gobiernos, administración, grupos de poder religiosos y políticos, creando un mercado democrático del conocimiento accesible para la formación de nuevas comunidades de pensamiento, todo esto es reconocido como libertad académica[10]. El libro académico o también llamado curricular es el reflejo de la tradición intelectual de la comunidad que los crea; son contenedores de experiencias de conocimiento; inspiración del progreso ético y agitación rebelde de las ideas. Entre los objetivos del “The academic book of the future” para los próximos años se sugiere:

◆ El libro académico como indicador de salud de la libertad académica de las instituciones educativas.
◆ Aumentar la conciencia sobre el libro académico, involucrar a los medios y alertar a los responsables políticos de la importancia de la educación como parte del ecosistema intelectual de nuestra sociedad.
◆ Hacer que el libro académico sea más accesible para una audiencia en general , es decir, más amplia que solo a las comunidades escolares locales.
◆ Promover las habilidades, servicios de librerías y bibliotecas del texto académico como base de la educación en línea.
◆ Promover los procesos y las habilidades de escritura creativa para crear el libro académico por parte de profesores y editores.
◆ Abrir oportunidades para debatir el diseño del discurso académico y colaboración entre editores, profesores escritores e investigadores.
◆ Debatir sobre el libro académico para el proyecto futuro de la tradición académica de la comunidad educativa.
◆ Mejorar los sistemas digitales de la Web para el E-book y hacer del ISBN un ideal de respeto a la propiedad intelectual.

La prestigiosa editorial Macmillan con su “Proyecto Palgrave[11]” en marzo de 2015 se propuso publicar un libro académico por semana[12]. Esta misma metodología fue adaptada por la Libertad académica nicolaita (CIE) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (U.M.S.N.H.) para formar profesores escritores, destacando los ejes de formación:

▪ El sistema de escritura
▪ Gramática
▪ Ortografía
▪ Puntuado
▪ Arquitectura de sentencias
▪ Lógica modal y cadenas de razón
▪ Retórica
▪ Textualidad académica

8.2 Aprendizaje en línea

Con la aparición de nuevos tipos de tecnologías interactivas, los recursos y entornos educativos formales e informales se ven inundados de oportunidades para que los alumnos interactúen con el contenido de múltiples maneras a través de una variedad de materiales y experiencias digitales. Las tecnologías más recientes que reciben mucha atención en la literatura educativa, incluyen al E-book, la simulación, la realidad virtual y sistemas de inteligencia artificial asistiendo a la gramática, a la ingeniería… El acceso a estas experiencias se ha abierto desde la computadora personal conectada a (internet), tabletas, tecnologías móviles, periféricos e incluso robots. Cada dispositivo de acceso agrega diferentes posibilidades y desafíos para involucrar a los estudiantes en el pensamiento del contenido curricular. La investigación sobre estas tecnologías interactivas se extiende a través de múltiples dominios de contenido y responde a una variedad de preguntas sobre la eficacia de la educación y el aprendizaje; efectos sobre las percepciones, habilidades, emociones y resultados de aprendizaje del estudiante y la productividad académica del profesor en la era digital. Nuevas preguntas surgen, si el uso de estas tecnologías está provocando un pensamiento crítico más intenso, son un impulso a la habilidad intelectual del estilo del pensamiento científico y una comprensión más profunda del contenido serio, formal y riguroso o, si simplemente están inhibiendo el aprendizaje[13].

Un tema de investigación actual de particular interés para la universidad es llamar la atención sobre la interacción entre el estudiante y el contenido académico, revelando específicamente las relaciones entre las características tecnológicas interactivas y el diseño de la interacción intelectual entre el estudiante[14] y la literatura académica[15]. Los estudios de investigación sugieren que los estudiantes deben participar en oportunidades de aprendizaje interactivo que les permitan sentirse conectados con el entorno educativo y no solo como espectadores que presionan las teclas, absorben información pasiva y memorizan el texto[16]. Estar conectado sugiere que los alumnos interactuaron con las tecnologías de manera que les ayudará a centrar su atención en el discurso académico. Se les pide que se sientan parte de la situación de aprendizaje y se sientan cómodos explorando la literatura, empleo del estilo de pensamiento académico, caracterizado por justificar, discutir, demostrar, explicar, fundamentar, calcular, describir y categorizar[17].

Si se alienta a los estudiantes a usar, compartir y mostrar su conocimiento en desarrollo creativo y se dedican a reflexionar sobre sus propios objetivos de aprendizaje [autorregulación] y prácticas de estudio. Tales focos, emociones, interacciones, colaboraciones y reflexiones los llevan a alcanzar logros significativamente mayores en el aprendizaje de contenidos que aquellos que interactúan con recursos y entornos que no fomentan este sentido de conexión intelectual o, no proporcionan experiencias y andamios de aprendizaje dentro de la escritura creativa[18]. Desempaquetar los mecanismos de pensamiento y aprendizaje es importante para identificar cómo diseñar e incorporar características interactivas para ayudar a los alumnos a desarrollar el conocimiento riguroso, serio e independiente[19].

Los estudiantes necesitan pensar y actuar para aprender[20]. Nuestra posición es que el aprendizaje es un proceso continuo cognitivo y basado en actividades intelectuales ya sean prácticas o teóricas. Los procesos de aprendizaje implican que los estudiantes experimenten activamente, piensen e integren representaciones del contenido de los recursos en sus estructuras de conocimiento en desarrollo[21]. Los recursos académicos son contenedores de texto, que pueden ser expresados cara a cara, un objeto avatar o un entorno físico o virtual literario en el aula. Sin embargo, los recursos de aprendizaje y los entornos de aprendizaje, aportan una dimensión a la experiencia de interacción entre el estudiante y el contenido, que mueve los contenedores a recursos que provocan intencionalmente la interacción física y el procesamiento mental del estudiante en apoyo del desarrollo de su conocimiento[22].

Aunque es un proceso interno y conductual bastante complejo la interacción estudiante literatura académica, si esto se logra, los estudiantes comienzan a desarrollar nuevos conocimientos, habilidades o actitudes al recordar conscientemente o inconscientemente lo que ya saben, pueden hacer o sentir, reconocer los tipos de experiencias relacionadas que ya han tenido[23]. Este conocimiento previamente aprendido fue almacenado, organizado e integrado dentro de su esquema y el agente reflexivo identifica las disparidades o lagunas en este conocimiento[24].

Guiados por sus mecanismos personales de aprendizaje como preferencias, intereses, objetivos y habilidades, los estudiantes interactúan con la nueva información para comenzar a generar conexiones a partir de nuevas experiencias de información en sus estructuras de conocimiento existentes para cerrar estas brechas[25]. Más y más ricos conjuntos de conexiones generados en torno al contenido, sugieren un conocimiento más profundo[26]. No todo el conocimiento está en el mismo dominio, por ejemplo, cognitivo, afectivo, psicomotor, ni el aprendizaje se encuentra en el mismo nivel de complejidad, por ejemplo, bajo a alto[27]. Los estudiantes adoptan diferentes enfoques de aprendizaje con los resultados del aprendizaje estrechamente asociados con el estilo elegido[28]. Por ejemplo, para aprender una habilidad, los estudiantes pueden elegir (o se les pedirá que elijan) una práctica basada en la observación de una demostración, justificación, explicación, fundamentación, mientras que al aprender una nueva información pueden elegir (o se les puede solicitar) que trabajen a través de múltiples interacciones con la información, modelos y gráficos, además de participar en prácticas centradas en el estilo de razonamiento científico[29]. El enfoque que elija y adopte un estudiante produce el nivel en el que se da el aprendizaje, sin embargo, sin un diseño discursivo académico cuidado, serio y riguroso de los recursos en línea sobre la web todo claudica en su progreso ético[30].

Las tecnologías interactivas están inundando las actividades de aprendizaje. Las múltiples funciones que ofrecen las tecnologías brindan a los estudiantes opciones para interactuar, participar y reflexionar sobre el contenido de aprendizaje. Las nuevas tecnologías ofrecen recursos y entornos más interesantes y contextualizados que nunca. Las preguntas exploradas fueron sobre cómo diseñar interacciones efectivas entre el alumno y el contenido asegurando que los recursos y los entornos en línea fomenten la interacción con la participación en el pensamiento y la reflexión, transformando los recursos discursivos del aprendizaje y los entornos de aprendizaje intelectual. No hay garantía de que las experiencias altamente inmersivas o con poca tecnología mejorada sean mejores o peores para apoyar el aprendizaje profundo. La teoría y la investigación pueden informar las características de los usos de la tecnología que predicen el aprendizaje profundo. Al combinar lo que se teoriza sobre los mecanismos del aprendizaje profundo, los principios de diseño y las características tecnológicas apropiadas, se ha propuesto un conjunto de pautas para apoyar el diseño de las interacciones entre estudiantes y el contenido, bajo la idea de una innovación educativa sustentada en el diseño del discurso literario académico.

El objetivo es tener una perspectiva estratégica al incorporar las modalidades de cursos en línea, lo que se sabe sobre el aprendizaje desde la biología moderna, crear o transformar los recursos digitales para apoyar el aprendizaje profundo. Es probable que aún no hayamos explorado por completo tecnologías de tipografía, ideográfica, video, virtuales, pero pueden hacerse diseños discursivos e interacciones racionales y emocionales, aportaciones literarias que fomenten la concentración en el aprendizaje profundo. Los estudiantes son seres complejos que deben elegir pensar durante el proceso de aprendizaje. Ayudar a tomar esta decisión, es una idea compleja; sin embargo, el proceso puede ser fortalecido con la investigación científica en este renglón.

En conclusión, independientemente de la tecnología de elección, una de las interacciones más críticas en el proceso de aprendizaje, es la conexión entre el estudiante y el contenido. Enfocarse en esa interacción puede llevar a la universidad más lejos en el diseño de una instrucción intencional rigurosa y enfocada en la soberanía intelectual de la comunidad académica. Todo ello, medido bajo la evaluación internacional centrada en la literatura académica original, para medir las capacidades institucionales de nuestra casa de estudios.

8.3 Diseño del discursivo académico

Cuando el habla construye un cuerpo de argumentos para una narrativa sobre cadenas de hechos, se manifiesta nuestra forma de pensar. Es importante profundizar en la teoría del conocimiento y, más en la que descansa nuestra habla cuando discutimos el conocimiento y, al debatir, nuestra retórica está adscrita a una forma de crear conocimiento, sus expresiones mentales están empleando con maestría un determinado número de operadores discursivos. Depende en gran medida para nuestros juicios “S” lo que se sabe “P” proposición y depende de cadenas de sentencias sobre un entorno de comportamiento humano. En consecuencia, nuestra adscripción al conocimiento desempeña un papel importante sobre nuestras creencias, sin duda, son en este sistema retórico, los operadores discursivos los que juegan el más alto acto en la discusión de las ideas en el entorno retórico. El universo de proposiciones es el vasto armamento para la esgrima retórica[31]. Sentencias como “él está en el saber, sabe lo que habla”, nos indican que alguien está adscrito a un conocimiento disciplinar que regula nuestras interacciones sociales. Cuando nos referimos a conocimiento, nos referimos a una forma modal sustancial en la que alguien produce un discurso objetivo en la literatura académica[32]. Es decir, son nuestros recursos críticos para reflexionar y sacar inferencias. En una discusión, es importante identificar la manera en que se produce el discurso del profesor escritor, creemos que este enfoque es relevante para producir juicios adscritos al conocimiento y a cadenas discursivas fundamentadas en evidencia y referencia. El recurso lingüístico del que disponemos está a favor y a la vez en una limitación sobre los juicios de cómo sabemos (estilo de pensamiento), en consecuencia, la base cognitiva merece ser considerada en el diseño discursivo académico[33]. De lo anterior, debemos pensar acerca de cómo son nuestras prácticas epistemológicas para comprender la naturaleza de nuestros juicios dentro del pensamiento narrativo, de ello, la conciencia se vale para redactar el texto curricular.

Por estas razones, los juicios previos a los que estamos adscritos con nuestra base de conocimiento, influyen decisivamente en nuestro diseño discursivo bajo un sistema de toma de notas. Nuestro banco de juicios previos (argumentarios), desempeña una intuición que es referente para adaptar el nuevo papel de cada evidencia y referencia surgidas como producto de toda investigación. El banco de juicios no son datos, son sentencias que directamente fueron adaptadas a teorías. Por ello, nuestro banco de sentencias solo es válido dentro un sistema conceptual también llamado marco teórico. Sin una considerable comprensión teórica de lo que es conocimiento, razón y los estados psicológicos dentro del discurso humano, seremos incapaces de evaluar adecuadamente la evidencia y referencia acerca de hipótesis críticamente en sentencias de casos. Hacer de estas reflexiones empíricas informadas un abanico de hipótesis, no es un intento ideológico, sino un reconocimiento racionalista de justificar factores empíricos y conceptuales asociados entre sí.

Esta visión es contraria a los que consideran que la actividad racional popular es un modo objetivo. Los teóricos de la epistemología crítica, consideran que hay limitaciones tácitas y presuposiciones surgidas en nuestra vida ordinaria. Esto incluye injusticias epistemológicas que se manifiestan en ocasiones en las prácticas de escritura popular. Antes de considerar cualquier desafío a la visión tradicional del conocimiento justificado, debemos hacer más profunda la idea de estilo de razonamiento dentro del diseño del discurso académico.

Este tipo de escritura la concebimos como la creación de nuevas estructuras teóricas, de instrucción, argumental y de conceptos, es una forma de resolver problemas, es un instrumento lingüístico para la construcción de conocimiento y la habilidad intelectual de enfrentar problemas. Al organizar el espacio de contenido (tópicos conceptuales) y el espacio que se ocupa de la representación (espacio argumental), logramos diseñar textos como evidencia de que ocurrió la experiencia del conocimiento profundo de los objetivos curriculares.

8.4 Contenido académico en línea

Uno de los problemas clave para impulsar la modernización de la educación es, de alguna manera, hacer de la capacidad limitada de muchos profesores y estudiantes una transformación de las expectativas tradicionales, la comprensión y la mentalidad de lo que es el aprendizaje, y cómo la escritura creativa y tecnología juega un papel importante en ese proceso.

Dimensión del contenido del conocimiento: donde, además del conocimiento declarativo e instruccional, se presta más atención al desarrollo del conocimiento que configura el pensamiento científico y disciplinario específico y la toma de decisiones (pensamiento teórico[34]).

Dimensión de uso del conocimiento: disposición para hacer usos intelectuales de la información para volverla conocimiento: resolver problemas, autogestión del aprendizaje y crear innovación discursiva como rúbrica del aprendizaje[35].
Nueva dimensión de alfabetización y habilidades intelectuales: la investigación en línea[36] que crea las condiciones para una participación efectiva en actividades y compromisos intelectuales, y el uso de herramientas modernas en el mundo contemporáneo de la creatividad dentro de los estilos de pensamiento: científico, tecnológico, diseño, matemático, literario, poético…

Es necesario que el plan de estudios adopte un nuevo enfoque, no el tradicional centrado en la información y una sola dimensión de lo que los alumnos aprenderán, sino un enfoque multidimensional que integra todos los aspectos del contenido del conocimiento, el uso del conocimiento y las alfabetizaciones y habilidades emergentes. En particular para educación media y superior[37].

El diseño de recursos digitales para el aprendizaje debe centrarse en cómo las personas aprenden con la utilidad de dichos materiales en sus actividades de aprendizaje. Estas actividades involucran a los alumnos para trabajar en tareas y experimentar procesos de construcción y uso del conocimiento, mientras desarrollan nuevas alfabetizaciones al mismo tiempo.

Abrirnos a una discusión en profundidad de diferentes formas de recursos digitales para el aprendizaje, ampliando la concepción tradicional de los recursos digitales como repositorios de información, e incluir categorías que apoyan al currículo: diseño asistido, laboratorios y bibliotecas virtuales; permitiendo el uso del conocimiento, así como el desarrollo de nuevas alfabetizaciones y habilidades.

Una actividad de aprendizaje, el desarrollo y usos del conocimiento conceptual deberían emerger como elementos centrales del aprendizaje. Los recursos digitales por sí solos no son suficientes para el logro completo de los resultados del aprendizaje; más bien, una actividad de aprendizaje es la condición obligatoria[38].

Los recursos digitales para el aprendizaje se describen mejor como contenido hipermedia basado en tecnología Web y diseñado específicamente para fines educativos y de capacitación[39]. Los recursos digitales para el aprendizaje están diseñados en función de cómo las personas aprenden con la utilidad de dichos medios en sus actividades, y cómo dichos recursos pueden diseñarse, desarrollarse y gestionarse para ese propósito específico.
Aquí hay algunos ejemplos breves de lo que podrían ser recursos digitales efectivos para el aprendizaje:

Los datos, la información y las ideas se presentan matemáticamente, por ejemplo, seleccionando el destino de inicio y destino final en el mapa y manipulando la aceleración de un vehículo para obtener información sobre su velocidad y desplazamiento, o aumentando el número de vehículos y obteniendo su modelo matemático. Laboratorios de matemáticas Wolfram Mathematica.

Los datos, la información y las ideas se expresan de manera no matemática, por ejemplo, manipulando los cambios en las normas de bienestar social y obteniendo declaraciones de opiniones de personas. Análisis estadístico de poblaciones. Manejadores de herramientas estadísticas.

Las representaciones se manipulan gráficamente, por ejemplo, colocando un icono de una central eléctrica de carbón en el mapa, turbinas, reactores, LabView para modelos de circuitos virtuales.

Los datos, la información y las ideas se representan y estructuran en redes de información y pantallas emergentes, por ejemplo, deslizando el puntero del mouse sobre un documento para acceder a información, seleccionando y obteniendo información sobre sus bases de datos; arrastrando un control deslizante a lo largo de una línea de tiempo y accediendo a información histórica relevante para diferentes temas. Repositorios de bases de datos de literatura.

Telemedicina, asistentes de inteligencia artificial para detectar plagio en texto, para supervisar estilo y erratas en textos, verificadores de ortografía, gramática, diccionarios, enciclopedias, editores de ecuaciones y fórmulas químicas; diseño gráfico, multimedia y desarrollo de cine 3D. Procesadores de texto, bases de datos…

Las actividades no son partes integrales del diseño del recurso digital para el aprendizaje, sino que los profesores deben planificar en función de los resultados de aprendizaje previstos cuáles serán sus usos intelectuales. Los recursos digitales más efectivos para el aprendizaje son las herramientas que median las actividades de aprendizaje[40]. Una actividad de aprendizaje debe proporcionar una experiencia y una oportunidad para que los alumnos investiguen en línea, construyan y usen el conocimiento y, al mismo tiempo, desarrollen nuevas habilidades genéricas para la participación del siglo XXI.

 

Los enfoques generales de la práctica docente deben alejarse de lo instructivista y centrarse en el aprendizaje de habilidades intelectuales: emocionales y racionales. Necesitamos asegurarnos de que nuestros graduados sean estudiantes competentes de por vida, trabajadores del conocimiento e innovadores creativos, no solo bibliotecas ambulantes con información que se les pasa a través de la instrucción. Tales objetivos no pueden lograrse a través de las prácticas tradicionales de enseñanza y nula tradición intelectual para generar inédita literatura académica para el proceso educativo.

Los planes de estudio deben escribirse explícitamente para encontrar tres formas de conocimiento que incluyan lo declarativo, habilidades lingüísticas discursivas con propósitos académicos y lo más importante, desarrollar los estilos de pensamiento creativos de la ciencia, la ingeniería, lo literario y el diseño. Además, los planes de estudio deben ser explícitos sobre cómo se deben utilizar estas formas de conocimiento en el contexto de cursos específicos. Los usos pueden variar desde: recordar, explicar, justificar, fundamentar, demostrar, calcular, aplicar, hasta innovar en las ideas. Los modelos tradicionales se basan en la transferencia y reproducción de información, mientras que hoy esto no es suficiente para el desarrollo integral de los ciudadanos del siglo XXI. Las sociedades necesitan graduados que puedan construir y trabajar con conocimiento, no solo saber este.

A medida que el mundo se vuelve más sofisticado tecnológicamente, existe una creciente necesidad de aprender más conocimiento multidisciplinario. Si bien, necesitamos que los estudiantes sean más autónomos, el tiempo disponible sigue siendo el mismo. El desafío, por lo tanto, es el cómo educar más en menos tiempo, no solo el contenido del plan de estudios, sino también el uso del conocimiento. Habilidades intelectuales sobre plataformas digitales se hacen más necesarias para la vida moderna, el trabajo, el aprendizaje y la socialización.

Al mismo tiempo, la educación debe considerar que el conocimiento y las habilidades son esenciales, tanto como los efectos virtuosos de la literatura como agente de humanización científica para que las generaciones de hoy y de mañana sean participantes efectivos en la sociedad democrática y sustentable. Estas son las nuevas alfabetizaciones y otras habilidades y prácticas genéricas, como la creatividad sobre plataformas en trabajo en línea.

Es posible que se necesite menos tiempo para enseñar contenido de conocimiento disciplinario, para permitir que nuevas alfabetizaciones y usos del conocimiento ingresen al plan de estudios de manera efectiva. En este contexto, debemos repensar seriamente las formas del contenido educativo y sus usos (actividades), cómo enseñar más en un tiempo más corto y, sin embargo, a una mayor profundidad de comprensión, y cómo minimizar el material pero maximizar el aprendizaje a través de un diseño efectivo y usos de los recursos.

Literatura propósito general: E-Book
Información de bases de datos especializadas
Literatura digital curricular
Literatura de cursos en línea abiertos
Herramientas de procesamiento de referencias, datos y texto
Literatura multimedia: audio textos, simulaciones, videotutor
Literatura especializada disciplinar

 

Referencias

__________________________________________________________
[1] Minogue, K. (2017). The concept of a university. Routledge.
[2] Oakeshott, M. (2017). The idea of a university. In Academic ethics (pp. 9-16). Routledge.
[3] Heidegger, M. (1985). The self-assertion of the German university. Review of Metaphysics, 38(3), 467-502.
[4] Hacker, P. M. S. (1986). Insight and illusion: Themes in the philosophy of Wittgenstein.
[5] Paz, O. (1971). Traducción Literatura y Realidad.
[6] Reichman, H., Dawson, A., Garnar, M., Hoofnagle, C., Jaleel, R., Klinefelter, A., . . . Nichols, J. (2014). Academic freedom and electronic communications. Journal of Collective Bargaining in the Academy, 9), 20.
[7] Barnett, R. (2010). Being a university. Routledge.
[8] List, C., & Pettit, P. (2011). Group agency: The possibility, design, and status of corporate agents. Oxford University Press.
[9] Lyons, R. E., & Rayner, S. (2015). The Academic Book of the Future., 133.
[10] Reichman, H. (2019). The Future of Academic Freedom (Critical University Studies). Johns Hopkins University Press.
[11] McCall J., Bourke-Waite A. (2016) The Academic Book of the Future and the Need to Break Boundaries. In: Lyons R.E., Rayner S.J. (eds) The Academic Book of the Future. Palgrave Macmillan, London
[12] Vulpes Libris (2015) ‘Palgrave Pivot: Mopping Up the Mid-Length Manuscripts’, Vulpes Libres blog, https://vulpeslibris.wordpress.com/2015/04/29/palgrave-pivot-mopping-up-the-mid-length-manuscripts/, accessed 20 August 2015.
[13] Liu, J. C., & Kaye, E. R. (2016). Preparing Online Learning Readiness with Learner-Content Interaction: Design for Scaffolding Self-Regulated Learning. In Handbook of Research on Strategic Management of Interaction, Presence, and Participation in Online Courses (pp. 216-243). IGI Global.
[14] Lamb, R. L., Annetta, L., Firestone, J., & Etopip, E. (2018). A meta-analysis with examinations of moderators of student cognition, affect, and learning outcomes while using serious educational games, serious games, and simulations. Computers in Human Behavior, 80, 158–167.
[15] Anderson,T. (2003).Getting themix right again:Anupdated and theoretical rationale for interaction. International Review of Research in Open and Distance Learning, 4(2), 9–14.
[16] Cummings, C., Shelton, K.,Mason, D., & Baur, K. (2015). Active learning strategies for online and blended learning environments. In J. Keengwe & J. J. Agamba (Eds.), Models for improving and optimizing blended learning in higher education (pp. 58 82). Hershey, PA: IGI Global.
[17] Bowden, J., & Marton, F. (1998). The university of learning: Beyond quality and competence. London: Kogan Page.
[18] Bernard, R. M., Abrami, P. C., Borokhovski, E., Wade, C. A., Tamim, R. M., Surkes, M. A., &Bethel,E.C. (2009).Ameta-analysis of three types of interaction treatments in distance education, Review of Educational Research, 79(3), 1243–1289.
[19] Reeves, T.C., Herrington, J.,&Oliver,R. (2005).Design research:Asocially responsive approach to instructional technology research in higher education. Journal of Computing inHigher Education, 16(2), 96–115. https://doi.org/10.1007/BF02961476.
[20] Biggs, J.B. (1989).Approaches to the enhancement of tertiary teaching. Higher Education Research and Development, 8, 7–25.
[21] Kolb, A., & Kolb, D. (2012). Experiential learning theory. In N. Seel (Ed.), Encyclopedia of the sciences of learning (pp. 1215–1219). U.S.: Springer. https://doi.org 10.1007/978-1-4419-1428- 6_227.
[22] Koszalka, T. A. (2016a). What is RIDLR [Research in designing learning resources] all about? [Narrated video]. Retrieved from http://ridlr.syr.edu/about/.
[23] Gagné, R.M. (1985). The conditions of learning and theory of instruction.NewYork:Holt, Rinehart and Winston
[24] Anderson, R. C., & Pearson, P. D. (1984). A schema-theoretic view of basic processes in reading comprehension. In P. D. Pearson (Ed.), Handbook of reading research (pp. 255–311).
[25] Rumelhart, D. E., & Norman, D. A. (1981). Analogical processes in learning. In J. R. Anderson (Ed.), Cognitive skills and their acquisition (pp. 335–359). Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
[26] Grabowski, B. L. (2004). Generative learning contributions to the design of instruction and learning. In D. H. Jonassen & Association for Educational Communications and Technology (Eds.), Handbook of research on educational communications and technology (2nd ed., pp. 719–743). Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum.
[27] Krathwohl, D. R., Bloom, B. S., & Masia, B. B. (1964). Taxonomy of educational objectives, handbook II: Affective domain. New York: David McKay Company Inc.
[28] Ramsden, P. (2003). Learning to teach in higher education. London: Routledge Falmer.
[29] Ormrod, J. E. (2016). Human learning (7th ed.). Upper Saddle River, NJ: Pearson Education. Passey, D., & Hobrecht, P. (2001). Online resources and effective teaching and learning. Education, 29(1), 3–13. https://doi.org/10.1080/03004270185200021.
[30] Tharp, B. M., & Tharp, S. M. (2019). Discursive Design. MIT Press.
[31] Moltmann, F., & Textor, M. (2017). Act-Based Conceptions of Propositional Content: Contemporary and Historical Perspectives (1 ed.). Oxford University Press.
[32] Hanks, P. (2015). Propositional Content (Context & Content) (1 ed.). Oxford University Press.
[33] Burgess, A. G., & Burgess, J. P. (2014). Truth (Princeton Foundations of Contemporary Philosophy) (Reprint ed.). Princeton University Press.
[34] Bloom, B. S., Engelhart, M. D., Furst, E. J., Hill, W. H., & Krathwohl, D. R. (1956). Taxonomy of educational objectives: The classification of educational goals. New York, NY: David McKay
Company.
[35] Azevedo, R. (2015). Defining and measuring engagement and learning in science: Conceptual, theoretical, methodological, and analytical issues. Educational Psychologist, 50(1), 84–94.
[36] Cetin-Dindar, A. (2016). Student motivation in constructivist learning environment. Eurasia
Journal of Mathematics, Science & Technology Education, 12(2), 233–247.
[37] Chiu, P. H. P., & Cheng, S. H. (2016). Effects of active learning classrooms on student learning: A two-year empirical investigation on student perceptions and academic performance. Higher Education Research & Development, 1–11, 269–279.
[38] Chiu, P. H. P. (2016). A technology-enriched active learning space for a new gateway education programme in Hong Kong: A platform for nurturing student innovations. Journal of Learning Spaces, 5(1), 52–60.
[39] Kellogg, S. (2013). Online learning: How to make a MOOC. Nature, 499(18 July), 369–371. Retrieved from http://www.nature.com/nature/journal/v499/n7458/full/nj7458-369a.html
[40] Churchill, D. (2007). Towards a useful classification of learning objects. Education Technology Research and Development, 55(5), 479–497.

_______________________________________________________________________________________